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Historia de una limpiadora encanta a China



El Universal

Lunes 01 de Mayo de 2017 9:06 pm

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Fan Yusu relató sus experiencias en un ensayo autobiográfico


La historia de Fan Yusu, una limpiadora china que decidió escribir su biografía y publicarla en una página web, fascina a miles de chinos que han descargado y leído el texto y la han convertido en la escritora más buscada del país. 

Numerosos medios de comunicación locales publican hoy la historia de Fan, de 44 años, quien decidió relatar sus experiencias de vida en un ensayo autobiográco, Soy Fan Yusu, que publicó en una red social literaria hace una semana. 

En 24 horas el texto se compartió más de 100 mil veces y recibió más de 20 mil comentarios. Fan se convirtió en el escritor más buscado de China y a su casa, ubicada en una zona marginal de Pekín, han ido decenas de curiosos y periodistas hasta el punto de que la mujer decidió marcharse ante tanta expectación.

En el ensayo de 7 mil palabras relata sus experiencias en las últimas tres décadas y cuenta cómo ha sido la vida de una mujer rural en el enorme cambio social y económico que vive China. 

Nacida en una aldea en la provincia central de Hubei, Fan tuvo que dejar la escuela a los 12 años y a los 20 decidió ir a trabajar como ayudante doméstica a Pekín, donde vivió en una habitación alquilada de ocho metros cuadrados sin agua corriente y luchó para criar a dos hijas como madre divorciada. 

Su historia plantea problemas polémicos como la creciente brecha entre ricos y pobres, la división urbano-rural o la toma violenta de tierras agrícolas por parte del Gobierno y en aras del desarrollo. 

En Pekín, Fan conoció a un hombre, se casó con él y tuvo dos hijas, pero su marido se emborrachaba y la golpeaba, por lo que regresó a su aldea.

Sin embargo, sus hermanos no le permitieron volver porque "una hija casada ya no es miembro de la familia de sus padres" por lo que tuvo que regresar a Pekín con sus dos hijas. 

A pesar de las dificultades que ha encontrado, cuenta esta mujer, trata de transmitir "amor y dignidad" a los desfavorecidos.

"En las calles de Pekín, abrazo a cada minusválido o discapacitado, abrazo a todas las personas con enfermedades mentales, paso el amor que recibí de mi madre y recompenso su amor con mi amor a los demás", escribe. 

El Universal



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