Queda a deber
Miércoles 18 de Julio de 2018 9:30 am
+ -A finales de 2013 empezó a construirse la obra del túnel ferroviario en Manzanillo, compromiso que asumió con los colimenses el presidente Enrique Peña Nieto al inicio de su gestión.
A finales de 2013 empezó a construirse
la obra del túnel ferroviario en Manzanillo, compromiso que asumió con los
colimenses el presidente Enrique Peña Nieto al inicio de su gestión. Casi 5
años después, el Mandatario de la Nación vendrá el próximo viernes a
inaugurarlo, en evento donde estará acompañado por el gobernador José Ignacio
Peralta Sánchez.
Hace 2 años que debió terminarse la
obra, suspendida en una ocasión por incumplimiento de la primera empresa
constructora y un par de veces más por falta de presupuesto federal. Prolongar
su conclusión tuvo consecuencias importantes para los porteños, como el cierre
de decenas de negocios del casco urbano que quebraron por la caída de las
ventas provocada por la dificultad de acceso debido a la obra.
En contraparte, desde hace algunas
semanas los habitantes de Manzanillo gozan de más calma, porque por una parte
ya no están sorteando las eventualidades de esa construcción y, por otra, la
más destacada, porque ya no tienen que interrumpir su libre tránsito debido al
paso del tren por el centro de la ciudad.
El puerto comercial, por otro lado, se
verá más desahogado en la tarea de movilizar mercancías al tener a disposición
la operación del ferrocarril incluso las 24 horas del día, siempre y cuando la
Aduana trabaje el mismo horario, que actualmente no lo cubre.
Si bien el presidente Peña Nieto
dejará en Colima una gran obra, queda a deber otro compromiso importante que
adquirió, como es la ampliación a seis carriles de la carretera
Colima-Manzanillo, la cual sólo se concretó desde la ciudad de Colima hasta Los
Asmoles y de El Trapiche hasta Tonila, dos tramos mínimos, de poca importancia
ante la necesidad mayor de la obra entera. De igual forma, la carretera
transvolcánica que empieza en San Marcos y termina poco adelante de Atenquique,
que completaría los cuatro carriles hasta Guadalajara, da visos de que tampoco
se cumplirá.
Es de esperarse que el gobernador
Ignacio Peralta persista en impulsar el proyecto carretero en lo que resta de
la actual administración federal, pues se trata de una necesidad no sólo de la
población, sino también del puerto comercial de Manzanillo que mucho la
requiere para ser más eficiente y competitivo.