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El color que vemos en la oscuridad no es el negro, sino eigengrau



Domingo 12 de Agosto de 2018 9:13 am

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Si bien hay personas que se quedan en lo básico, prefiriendo la simpleza de colores tradicionales tales como el rojo, el azul o el verde, hay otros que prefieren ser más específicos, diferenciando el azul turquesa del azul celeste, por ejemplo.


Puede pensarse que, al hablar de los colores, todo está dicho. Si bien hay personas que se quedan en lo básico, prefiriendo la simpleza de colores tradicionales tales como el rojo, el azul o el verde, hay otros que prefieren ser más específicos, diferenciando el azul turquesa del azul celeste, por ejemplo.

Así, estamos tentados a pensar que ya no quedan colores por descubrir, pero ¿Qué tal si existiese un color, hasta ahora, desconocido para la mayoría de nosotros?

Pensemos en alguna de esas veces que nos despertamos en medio de la noche y, al abrir los ojos, a menos que encendamos una luz, somos incapaces de ver lo que nos rodea; todo está oscuro, o negro, como solemos creer.

Pues resulta que la oscuridad no es color negra; en este sentido, el color que percibimos cuando estamos en completa oscuridad tiene un nombre: Eigengrau, que se traduce del alemán como gris intrínseco o gris propio.

De hecho, a pesar de que no existen palabras específicas para nombrar este color en otros idiomas, el Eigengrau posee un código hexadecimal: para aquellos acostumbrados a trabajar con HTML y CSS, el código hexadecimal que representa al negro es #000000, mientras que el del Eigengrau es #16151d.

En particular, el Eigengrau, se trata de un color gris oscuro, cercano al negro pero que, curiosamente, y a pesar de percibirse en completa oscuridad, es más claro que el negro a plena luz.

A pesar de que difícil observar las diferencias entre Eigengrau y el negro a plena vista, veamos a continuación una imagen que clarifica la situación:




Así, la intensidad del gris percibido puede ser ligeramente diferente, dependiendo de la persona y del tiempo, pues se considera que el color percibido no es totalmente estable, ya que a medida que pasa el tiempo, el gris intrínseco va haciéndose más claro o incluso, pueden aparecer percepciones de color. Solo debes probarlo manteniendo tus ojos cerrados por un tiempo.

El término Eigengrau fue acuñado a mediados del siglo XIX, por el famoso Psicólogo alemán Gustav Theodor Fechner, quien, entre otras cosas, fue el inventor de la Psicofísica e introdujo la noción de mediana en la estadística descriptiva.

De esta manera, ya desde los primeros estudios de Fechner, se tenía la sospecha de que la percepción de este curioso color surgía como una especie de residuo o ruido visual de la actividad neuronal.

En este sentido, el Eigengrau, no es negro. Para entender esto, debemos entender que cuando vemos que algo es de color negro, lo vemos de ese tono puesto que el objeto absorbe toda la luz en contraste con lo que le rodea.

 

¿Por qué percibimos este color?

A plena luz del día, nuestros ojos pueden distinguir el color negro porque este absorbe toda la luz en contraste que le rodea; esto quiere decir que si no hay luz, seríamos incapaces de percibir el color negro, ya que no habría nada con lo que establecer la comparación.

En esta misma línea de pensamiento, para poder ver en la oscuridad, nuestros ojos necesitan un punto de referencia que muestren el contraste, ayudándonos a diferenciar las cosas cuando no hay luz, sobre lo que influye la sensibilidad de los receptores.

De esta manera, nuestra sensibilidad visual depende de un conjunto de células fotosensibles localizadas en nuestra retina, las cuales se denominan conos y bastones; estás células, tal como se adelantó previamente, van produciendo, a lo largo del día, señales aleatorias que son indistinguibles de las provocadas por los fotones de luz cuando llegan a la retina.


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