Balance electoral
MANUEL GODINA VELASCO
Miércoles 11 de Julio de 2018 8:14 am
ASENTADA la hecatombe electoral que
sacudió al país entero el 1 de julio, es oportuno hacer algunos comentarios
sobre los primeros efectos que ya se manifiestan. Conviene precisar que es la
figura, imagen y nombre de Andrés Manuel López Obrador, quien en lo individual
lleva el mérito de haber hecho posible despertar cívicamente a poco más de 30
millones de electores que emitieron a su favor el voto en las urnas. De los 89 millones de ciudadanos en
edad de votar, 62 por ciento de ellos cumplieron con su responsabilidad cívica
al acudir a la casilla que de acuerdo con su credencial de elector les
correspondía; algunas decenas de miles más, que por viaje o razones de trabajo
estuvieron fuera de su distrito o entidad de residencia, lo pudieron hacer en
las casillas especiales. Es decir, López Obrador llega con el respaldo
electoral de 32 por ciento de los ciudadanos mexicanos, descontando a los que
no votaron, sufragaron por otros candidatos o su voto se hizo nulo. No obstante el inmenso respaldo que la
coalición Juntos Haremos Historia, sumando a los tres partidos que la
integraron a nivel nacional, consiguen una mayoría simple que les permitirá
aprobar leyes y el presupuesto, designaciones y tantas otras tareas
legislativas, pero por el momento no consiguen la mayoría calificada de las dos
terceras partes en ambas Cámaras, para poder hacer cambios constitucionales. En el caso de Colima, al obtener 16
diputados, incluyendo a los 15 de mayoría y uno más de representación
proporcional, más alguno que se sume a su causa, les podría permitir aprobar
cambios a nuestra Constitución, pero sin poder concretarse, pues requieren,
después de aceptados, contar con la aprobación de seis de los Cabildos
municipales, donde sólo cuentan con cuatro ayuntamientos; del resto, dos son
del PAN, dos del PRI y dos más de MC. Otro efecto de esa hecatombe
político-electoral es la eliminación nacional de dos partidos que le generarían
al gobierno de AMLO varios millones de ahorro, al quedarse sin financiamiento
público. Los partidos que hasta ayer se asegura quedan sin el registro, por no
alcanzar el mínimo del 3 por ciento del total de votos emitidos, son Nueva
Alianza y Encuentro Social. La votación masiva que le otorgaron
los ciudadanos cruzando simultáneamente los tres emblemas de los candidatos de
esa coalición triunfadora, efectivamente les permitió tener la cuota de legisladores
convenida, lo malo es que en muy pocos casos, como ocurrió en Colima con el
Verde y MC, los partidos nunca cosecharon en lo individual los votos necesarios
para subsistir. Habrá, pues, muchos diputados y
senadores que ya no tendrán compromiso con su partido, que bien o forman una
bancada independiente para tener financiamiento como grupo, o podría ser que
algunos de ellos se sumen a la bancada de Morena. De confirmarse esto, por lo que
corresponde al nivel local, en Colima seguirán operando los partidos Verde
Ecologista, que lidera Virgilio Mendoza, y el de Movimiento Ciudadano, que
dirige Leoncio Morán, que seguro se fortalecerán; respecto al PRD, si bien
nacionalmente se salva, aquí tiene muy pocos seguidores. Tanto el PES y el
Panal, nacional y estatalmente desaparecen. Dentro de ese nuevo escenario político
electoral, el candidato triunfante abanderado por MC al gobierno de Jalisco,
Enrique Alfaro, quien tenía años como militante de dicho partido, además de ser
considerado como el activo nacional más valioso del partido naranja, de manera
sorpresiva, el pasado viernes declaró públicamente: “Esta es mi última
conferencia de prensa como militante de Movimiento Ciudadano, partido que
tendrá que seguir su camino; yo renuncio a cualquier vinculación, en términos
de relación política, con lo que ha sido la plataforma de este gran proyecto
que hemos construido junto con los jaliscienses”. El virtual Gobernador de
Jalisco también anunció que la elección del 1 de julio fue la última contienda
en la que participa, declaración que ha generado muchas conjeturas.
*Analista político