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No lo dejes caer en tentación



RAYMUNDO GONZÁLEZ SALDAÑA


Martes 17 de Julio de 2018 8:17 am


RECIENTEMENTE, el ganador de la contienda presidencial, Andrés Manuel López Obrador, dio a conocer 50 propuestas para lograr la austeridad y combatir la corrupción en su próximo gobierno. Entre esta lista de buenas intenciones destaca convertir la casa presidencial de Los Pinos en un inmueble cultural, como parte integral del Bosque de Chapultepec. También propone la reducción de gastos gubernamentales, consolidando las compras, reduciendo al máximo a los asesores, guaruras y secretarios particulares; los funcionarios tendrán prohibida la contratación de familiares. Propone también, bajar a la mitad el sueldo de todos aquellos funcionarios federales que ganen más de un millón de pesos al año, incluido el propio Presidente de la República; de hecho, posteriormente anunció que él ganará 108 mil pesos al mes.

Otras medidas que implementará el próximo Presidente de México, es que no se van a adquirir, por lo menos durante el primer año de su gobierno, equipos, sistemas de cómputo, ni vehículos automotores. Tampoco se invertirá ni un peso en el mantenimiento y obras de mejora de los inmuebles gubernamentales. También, anunció el político tabasqueño, que cancelará la partida exclusiva hasta este momento de los legisladores federales, en la que asignan recursos económicos a “discreción”, para obras a los municipios de su preferencia.

De entrada, suena bien esta lista de lineamientos que busca la austeridad en el gobierno, pero se puede apreciar que no será nada fácil terminar así de tajo con todos los privilegios y canonjías con las que han contado durante décadas los servidores públicos. Basta ver cómo algunos ministros y jueces se han manifestado ya en contra de ver reducidos sus ingresos mensuales, mismos que ahora rebasan más del medio millón de pesos, sueldos escandalosamente ofensivos para el 90 por ciento de los mexicanos.

Sin embargo, algo que debe preocuparnos, porque se debe predicar con el ejemplo, es que el próximo primer Mandatario puede caer en la tentación de lo que tanto critica. Se sabe que en las reuniones que ha llevado a cabo sobre el tema de la relación de México con Estados Unidos, ha estado presente y muy atenta, por cierto, la esposa del tío directo de la próxima primera dama. La esposa del ex embajador ya retirado, Agustín Gutiérrez, podría ser nombrada embajadora de México en Washington.

Nadie pone en duda los méritos y preparación de Martha Bárcena Coqui, pues cuenta con experiencia en asuntos diplomáticos, pero ante tal parentesco y teniendo Andrés Manuel tan afilada la guadaña, no puede caer en esas tentaciones. Otro aspecto que habrá que vigilar con mucha atención es el destino y la próxima ocupación de sus tres hijos mayores de edad.

Por otro lado, hay que resaltar que a tan sólo 2 semanas de haber sido electo, el próximo Presidente de México ha tenido que recular en varias de sus propuestas de campaña, mismas que por populistas lo hicieron ganar muchas simpatías de los incrédulos votantes. Ni la gasolina va a bajar de precio, ni se venderá el avión, ni se cancelara la construcción del nuevo aeropuerto y tampoco se retirará de las calles a las Fuerzas Armadas. Así lo ha ventilado parte de su próximo Gabinete económico y de seguridad.

Sin embargo, el anuncio más reciente que hizo Andrés Manuel López Obrador sobre la desaparición de las delegaciones federales en los estados de la República y el nombramiento de un coordinador único de estas dependencias en cada estado, es lo que debe tener a muchísima gente con los pelos de punta. De esta locuaz medida, hasta este momento anticonstitucional, será tema de mi próxima entrega.

 

*Ex dirigente y actual consejero estatal del PAN