Todo el poder
FERNANDO ALBERTO GUTIÉRREZ FERNÁNDEZ
Jueves 19 de Julio de 2018 8:00 am
EN mi anterior
colaboración, ponía de relieve que el apabullante triunfo de Andrés Manuel
López Obrador y los candidatos de la coalición conformada por su partido,
Movimiento Regeneración Nacional, Partido del Trabajo y Partido Encuentro Social,
el pasado 1 de julio, desvelaba el desarrollo de la democracia en nuestro país,
así como el deterioro de los viejos paradigmas electorales para lograr la
victoria en las urnas. De manera
paradójica, esta misma victoria implica una pérdida del poder ciudadano,
instrumentado por la misma ciudadanía al sufragar masiva y pasionalmente a
favor de una marca política, como en los tiempos más oscuros y espesos del
unipartidismo tricolor, revalidando la partidocracia, y devolviendo a un único
ente político el control absoluto de la ley y las instituciones. Más allá de las
causas del anterior panorama, dicho estado del arte plantea retos para la
ciudadanía y las instituciones, pues el ejercicio de este poder absoluto
implicará la manifestación de un instinto de conservación –y expansión–
superlativo, con las tentaciones y excesos inherentes a dicho derrotero, que
podrían devolvernos a estadíos verticales y centralistas del ejercicio del
poder. Una posible
manifestación de este peligroso estilo del poder se refleja en el anuncio
realizado por Andrés Manuel López Obrador la semana pasada, respecto a la
eliminación de las delegaciones federales en los estados y su completa
sustitución por un representante del Gobierno Federal en cada una de las
entidades del país; reestructuración justificada con una supuesta reducción del
gasto burocrático, como parte de su programa de austeridad, pero cuyo escabroso
trasfondo puede ser deducido por cualquiera con un ápice de intuición política. La creación de
representantes estatales del Gobierno Federal, implicaría la concentración del
poder otrora distribuido entre los delegados federales en la figura de un
superdelegado, cuyas características lo convertirían en un auténtico contrapeso
político de los gobernadores, restándoles así poder y legitimidad, en un
momento en que el partido político y adláteres del presidente en funciones, no
detentan la gubernatura en la mayoría de entidades para construir un poder
reminiscente al de los tiempos de la Presidencia imperial. Por si este acto
de centralismo no fuese lo suficientemente nocivo, la creación de la figura del
representante estatal implica la concentración de múltiples funciones de
carácter puramente técnico, y el manejo de un gigantesco aparato burocrático
por una sola persona, restando eficacia a las acciones otrora instrumentadas
por las delegaciones federales. La ocurrencia de
las representaciones estatales aún puede ser echada atrás por los estrategas
que rodean al ganador de la contienda presidencial; reversión que debe ser
alentada por la ciudadanía, quienes debemos exigir que la austeridad de las
delegaciones federales sea instrumentada mediante una reestructuración de las
delegaciones, sus funciones y el personal a su cargo, y no con una afrenta al
Federalismo y las instituciones. HOJAS SUELTAS ** En los últimos
días, ha trascendido el recorte de sueldos que Andrés Manuel López Obrador
realizará a entre 5 y 8 mil servidores públicos que actualmente ganan más de
los 108 mil pesos al mes que propone como tope salarial. Lo que López Obrador
no termina de entender es que con dicha acción desalentará la llegada al
servicio público de los mejores cuadros técnicos, quienes optarán por la
iniciativa privada u organismos internacionales; o bien será el cebador de una
escalada de corrupción, pues generará una peligrosa combinación de alta
exigencia y responsabilidad, salarios bajos y el manejo de millones de pesos en
recursos.
** En la semana,
la Secretaría de la Juventud del Gobierno del Estado realizó un encuentro de
menciones honoríficas y premios estatales de la juventud con el Gobernador del
estado. En dicho evento, se convirtió en una constante la crítica al actual
secretario de cultura, Carlos Ramírez Vuelvas, cuyo desempeño, trato y el
deplorable estado en que mantiene la cultura en el estado, fue criticado por
varios de los galardonados, quienes esperamos que dichas voces sean traducidas
en un cambio radical de la política cultural en el estado.