Indicador Político
CARLOS RAMÍREZ
Presidencia, eje de la seguridad nacional
Viernes 20 de Julio de 2018 8:21 am
CON el ejercicio
en los hechos de la Presidencia de la República, el candidato ganador, Andrés
Manuel López Obrador, es ya el Jefe del Estado del gobierno y no un ciudadano común
y corriente. Cuando rechaza normas de seguridad y aborda un avión de línea
comercial pone en riesgo a las personas que viajarán en la misma nave. Hasta que no
rehaga las leyes, López Obrador es –en funciones– el Comandante Supremo de las
Fuerzas Armadas, de acuerdo con el artículo II de la Ley del Ejército y la
Fuerza Aérea Mexicanos. Como Mando Supremo, el Presidente de la República tiene
la facultad de nombrar a toda la jerarquía militar. El propio Presidente es
general de cinco estrellas y ejerce el mando y liderazgo sobre todas las
Fuerzas Armadas. El problema de
López Obrador radica en el hecho de que ya está ejerciendo el cargo de
Presidente de la República, aún a pesar de que las autoridades electorales no
le han conferido oficialmente el reconocimiento como Presidente electo. En
función del ejercicio adelantado de poder, López Obrador como presidente de
facto debe estar sometido a las reglas de seguridad del Estado. El Estado Mayor
Presidencial no es un cuerpo de élite, sino una agrupación militar regida por
las reglas de la seguridad nacional y la seguridad interior, que se encarga de
la seguridad del Presidente de la República, su familia y los funcionarios del
gobierno central en la medida en que éstos forman parte del aparato de poder
institucional. Una guardia civil rompería la estructura protocolaria que tiene
que ver con la seguridad presidencial como eje de la seguridad nacional. El Presidente de
la República es el jefe del Estado, el jefe del Gobierno y el titular del Poder
Ejecutivo de la República. Por tanto, su seguridad personal y familiar es
correlativa a la seguridad del Estado, del gobierno y de la República. La
afirmación de que lo cuida es pueblo no sólo es demagógica, sino peor: es
irresponsable. Cualquier cosa que le ocurra al Presidente, a su familia y al
gobierno central provocaría una crisis de estabilidad. La guerrilla, el
crimen organizado, los grupos radicales e inclusive personas con problemas de
estabilidad emocional podrían aprovechar la falta de seguridad del Presidente y
su entorno. En febrero de 1930, el presidente electo, Pascual Ortiz Rubio, fue
atacado con un balazo en la quijada cuando llegaba a Palacio Nacional. Y el 17
de julio de 1928 fue asesinado el candidato triunfador Álvaro Obregón. Luis Donaldo
Colosio, de manera irresponsable desdeñó la seguridad en su campaña, alejó a la
guardia del Estado Mayor y fue asesinado al salir de un mitin en Lomas Taurinas,
a pesar de que era un dirigente carismático que quería tener contacto directo
con el pueblo. La sola
Comandancia Suprema de las Fuerzas Armadas y la jefatura del Estado convierten
a López Obrador en una institución que encarna la seguridad nacional del Estado
y del gobierno. Es decir, ya no es el líder social querido por su pueblo. Y
como institución, carece de derecho para poner en riesgo la seguridad nacional
de la República al repudiar guardias. Política para
dummies: La política es, por definición, un asunto de seguridad nacional. Si yo fuera
Maquiavelo: “Con respecto a los asuntos privados de los súbditos (el príncipe),
debe procurar que sus fallas sean irrevocables y empeñarse en adquirir tal
autoridad que nadie piense en engañarlo ni en envolverlo en intrigas”. SÓLO PARA SUS OJOS -Recuerde revisar
todos los días el sitio www.seguridadydefensa.mx, para enterarse de los juegos
geopolíticos de poder. -Adquiera vía
Mercado Libre el libro La crisis de México… más allá del 2018, de Carlos
Ramírez, para entender lo que viene después de las elecciones. Disponible en:
https://buff.ly/2KeacRi y en las librerías Porrúa de todo el país. -Primer aviso
lopezobradorista a la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich: presiones del
senador electo morenista, Alfonso Durazo, frenaron el golpe legislativo que
pretendía desconocer en los hechos la mayoría de Morena en el Congreso.
Atrapada en su trampa legislativa, la Gobernadora hubo de recular y reconocer
que perdió el poder y quedó sin fuerza para la sucesión estatal de 2021. Sonora
fue un bastión del PRI arrebatado por Morena. -La muerte de 13
indígenas en San Lucas Ixcotepec, Oaxaca, es el Acteal del gobernador Alejandro
Murat Hinojosa: fue producto de la negligencia gubernamental. -Famosas últimas
palabras: “Siempre soñé con dirigir el PRI”: Claudia Ruiz Massieu, al asumir la
presidencia del PRI, luego del tsunami que dejó al tricolor en tercer sitio con
17 por ciento de votos. indicadorpoliticomx@gmail.com
@carlosramirezh