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Contextos



RAÚL JUÁREZ ALBARRÁN

Interludio


Sábado 21 de Julio de 2018 9:06 am


LES había prometido a mis lectores una segunda parte de algunas propuestas de lo que será el gobierno de AMLO a partir del 1 de diciembre, pero como ya en este mismo medio aparecieron tal cual, sería redundante repetirlas. Como en estos momentos el cuasi Presidente electo anda para La Chingada, no hay más notas que anden causando calambres.

El problema se reduce a tres aspectos: Seguridad, incluyendo la interna, la de él como Presidente. Me refiero a la incorporación del Estado Mayor Presidencial a la Sedena; la segunda, a sueldos y salarios que perciben funcionarios, jueces y políticos; la inconmensurable desproporción y la evidente corrupción están a la vista en las salas de las Judicaturas; y la tercera, a la descentralización de organismos públicos de primer nivel, así como la desaparición de delegaciones estatales.

En el primer caso es obvio que AMLO ya como Presidente sí va a tener seguridad. Se habla de gentes entrenadas por el Mossad, un servicio Israelí de inteligencia de primer nivel. Los y las guardas serán mexicanos. De ello no tenga la menor duda. Seguramente también parte del equipo de los guardias presidenciales lo acompañarán en labores de inteligencia. Particularmente en el tamiz para la veracidad de la información que sobre esta reciba todos los días de las corporaciones encargadas de la seguridad pública.

El tercer punto es el más escabroso, porque implica la reducción de buena parte del personal de confianza que labora en las delegaciones; aunado al reducción planteada del 70 por ciento de la burocracia central y lo peor, la creación de 32 coordinaciones estatales las cuales, se supone, encargarán de vigilar la correcta aplicación de los recursos federales, de acuerdo a la asignación que cada dependencia reciba para proyectos y programas específicos.

Estas coordinaciones, pienso que fungirán como lo hacía Ricardo Raphael, cuñado de Miguel de la Madrid, para que el Plan Colima se cumpliera, según las metas establecidas. Reuniones sectoriales y generales para evaluar avances y resultados. En ese contexto, el sistema de planeación colimote no quedará en veremos. El Gobernador será el responsable de que se cumpla y de él depende que los recursos federales fluyan con prontitud. No hay mal que por bien no venga.

Pasando a otro tema, en la tierra de los cocos y las palmeras, los contendientes de parte del PRI quedaron estupefactos ante la derrota por las huestes de Morena. El principal afectado, Ignacio Peralta. El hombre solitario, le llaman. Sin equipo y gentes preparadas para luchar en la contienda de 2021. Con la salvedad de que en el primer tercio, AMLO volverá a aparecer en la boleta y así las cosas Nacho no podrá entregar las cartas a un correligionario suyo.

En un interludio de poco más de 4 meses, Nacho todavía será el señor dominante de occidente, tendrá tiempo de reflexionar cómo, cuándo y para quién utilizará lo que le queda de poder. Alejarse del partido que lo llevó al poder fue la causa de su derrota. Dejar al partido en la inopia durante 3 años con una dirigencia que no tenía interlocución hacia los liderazgos naturales. Los dejó mucho tiempo solos y al garete. Ilusos que creyeron que iban a ganar “carro completo”, y les creyó. Al último no le quedó de otra más que bajar los recursos. Demasiado tarde.

El Gobernador es autócrata, pero alguien con lealtad al partido le tiene que decir que deje a un lado la parálisis paradigmática y que asuma de una buena vez el liderazgo. El PRI no está muerto, tan sólo Fernando Moreno Peña obtuvo 98 mil sufragios, Mely Romero 58 mil, los más significativos. Pero también las dos alcaldías que retuvieron y los pocos sufragios en Manzanillo de Pico.

Si juntamos los activos y vamos con ellos a la estructura y hacemos una catarsis, habrá que quitar a los simuladores y dejar a los leales, entonces otro gallo va a cantar. Gente joven para dirigir al partido la hay, está la propia Mely y Enrique Rojas, quienes harían una mancuerna eficaz. También Agustín Morales como para presidente del consejo técnico, y no hay que desdeñar a FMP como hombre de acción.