LUNES POLÍTICO
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Lunes 13 de Agosto de 2018 8:02 am
Elba Esther, impune LA liberación de
Elba Esther Gordillo Morales, anunciada a las 2:30 de la madrugada del pasado
miércoles por su abogado Marco Antonio del Toro Carazo, es un ejemplo
paradigmático de cómo la justicia está supeditada a los intereses políticos y a
los juegos de poder. Encarcelada el 26
de febrero de 2013, a menos de 3 meses de iniciar el sexenio de Enrique Peña
Nieto, ahora es absuelta por un juez federal a casi 3 meses y medio de terminar
el periodo de gobierno y precisamente el día en que su aliado protector, Andrés
Manuel López Obrador, recibió la constancia de Presidente electo de parte del
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Para nadie es secreto
que la justicia depende, en ocasiones como ésta, de una “recomendación” del
titular del Poder Ejecutivo, para cumplir, como cumplió, con una parte del
pacto con su sucesor, hecho que cada vez tiene más elementos de claridad. Si bien es una
concesión al Presidente electo, también es una evidencia, una más, de la
incapacidad de un gobierno, el de Peña Nieto, para proceder apegando a derecho.
Tuvo casi 6 años para aportar las pruebas de que Gordillo Morales había
cometido los delitos de manejo de recursos financieros de procedencia ilícita
(lavado de dinero) y delincuencia organizada. Como el primero no se probó, el
segundo se esfuma porque depende de la comisión del inicial. Todavía queda
pendiente un proceso por evasión fiscal, pero igual que los anteriores, pasará
a los archivos del Poder Judicial, y también a los de la ignominia de la
política nacional. Ni la Unidad de
Inteligencia Fiscal de la Secretaría de Hacienda, ni el Ministerio Público Federal
dependiente de la PGR, ni los abogados del Gobierno Federal pudieron probarle a
Elba Esther Gordillo que se enriqueció a costa de las cuotas sindicales del
magisterio, que manejó impunemente durante décadas. Con miles de millones de
pesos a su disposición, acumuló una fortuna que se exhibe en mínima parte con
su departamento en Polanco, la exclusiva zona de la Ciudad de México, casas y
departamentos en San Diego, California, una vida dedicada al derroche y la
ostentación con vehículos, vestimenta de gran lujo, compras cotidianas por
miles de dólares, viajes internacionales sin coto. ¿Y todo eso provino de su
sueldo de profesora? ¡Por supuesto que no! Pero el poder político encubre eso y
mucho más. “La maestra”
comenzó su largo viaje político en el PRI, al amparo de Carlos Salinas de
Gortari. Con ese respaldo, defenestró de la dirigencia del SNTE a otro cacique
sindical, Carlos Jonguitud Barrios. El mensajero presidencial fue el secretario
de Educación Pública del salinato: Manuel Bartlett Díaz, fue quien llevó
personalmente a Jonguitud a Los Pinos a rendirse en medio de una crisis
magisterial provocada por la CNTE, según lo narra Ricardo Raphael en su libro
Los socios de Elba Esther, citado por Nexos (27/febrero/2013). ¿Bartlett? Otra
“coincidencia histórica”, podría decir la futura secretaria de Gobernación,
Olga Sánchez Cordero. A partir de ese
acontecimiento, Elba Esther se catapultó al poder político y a la impunidad.
Fue pilar sindical del priismo hasta el gobierno de Ernesto Zedillo, para cuya
sucesión se integró al Grupo San Ángel para apoyar a Vicente Fox. Los dos
sexenios panistas, la tuvieron de aliada y solaparon sus abusos. Fundó el
Panal, su propio partido, instrumento con que negociaba alianzas y posiciones
legislativas y de poder para sus incondicionales y familiares. Con la
candidatura de Peña Nieto desentonó. Su oposición a la reforma educativa (que
era, por cierto, una iniciativa del panismo calderonista, que Peña Nieto
retomó) llevó a la fractura y a la confrontación. Finalmente, la defenestración
de Gordillo horas antes de un congreso del SNTE en Guadalajara y su sustitución
por Juan Díaz de la Torre, su secretario general, siendo ella presidenta
vitalicia del sindicato. Es decir, la misma traición que ella le aplicó a
Jonguitud se le aparecía, como a éste, que en su momento defenestró a Carlos
Olmo Sánchez. La detuvieron en el aeropuerto de Toluca. Pasó los casi 6
años detenida, internada en hospitales y el año reciente en prisión
domiciliaria en su lujoso departamento en Polanco. La clave de su liberación
fue su ofrecimiento, por medio de su yerno y uno de sus nietos, de apoyar la
campaña de López Obrador, quien la aceptó. Incluso, operadores electorales del
magisterio trabajaron sin freno el 1 de julio a favor del entonces candidato de
Juntos Haremos Historia. Sobrevive
políticamente a cinco presidentes de la República (y a un candidato asesinado),
a cuatro partidos políticos –incluido el suyo propio, al que enterró– y a un
proceso penal del que la libró su mejor abogado: Andrés Manuel López Obrador. Tersa transición CON la entrega de
la constancia de Presidente electo por parte del Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación a Andrés Manuel López Obrador, se inicia formalmente
el proceso de entrega-recepción del Ejecutivo federal. Desde antes, el
tabasqueño ha venido trabajando en diversos renglones para preparar su arribo a
la Presidencia de la República el próximo 1 de diciembre, como fue la
integración de su Gabinete, sobre todo los hombres y mujeres del primer círculo
que lo acompañarán en su gestión. Recientemente
puso en marcha los foros “Por la Pacificación y Reconciliación Nacional”. El
primero de ellos lo realizó en Ciudad Juárez, Chihuahua, y se tiene proyectado,
en los próximos 3 meses, llevar a cabo 20 similares y 18 consultas, para crear
una propuesta de ley de pacificación, misma que presentará el día de su toma de
protesta como Presidente. Hasta ahora la
transición ha sido tersa entre López Obrador y el gobierno del presidente
Enrique Peña Nieto. No ha habido sobresaltos ni fricciones que pongan en riesgo
el relevo presidencial pacífico, como es la aspiración de las propias
autoridades y de los ciudadanos. Se ha observado
que hay disposición de las dos partes para llevar a cabo un relevo tranquilo en
el Gobierno Federal, sin embargo, no se sabe lo que pueda encontrar en este
tiempo, de aquí al 1 de diciembre, la administración entrante y cómo
reaccionará. Por lo pronto,
Andrés Manuel ha modificado diametralmente su discurso hacia la actual
administración y hacia el mismo Peña Nieto. Ha dejado el discurso retador e
incendiario utilizado durante la parte inicial de la campaña. Inclusive el
tabasqueño ha buscado el camino conciliador, como lo demostró con el encuentro
que sostuvo con el ex candidato presidencial de la coalición PRI-PVEM, José
Antonio Meade. Del que, aclaró el pasado jueves, no trabajará en su gobierno. Se habla de que
también se reunirá con el ex postulante panista, Ricardo Anaya Cortés, con
quien más enfrentamientos tuvo durante la etapa proselitista del proceso
electoral, pero no se tiene fecha definida. Meses atrás, el
fundador de Morena tuvo varios desencuentros con el gobernador de Chihuahua,
Javier Corral Jurado, y, sin embargo, la semana pasada, en el marco de los
foros para la pacificación se les vio muy cercanos, en un plan de camaradería.
También el viernes se reunió con los ministros de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación, para desdecirse luego sobre la disminución de sus sueldos y dijo
que los respetaría. Todos los
movimientos que hace López Obrador están siendo revisados con lupa, tanto por
quienes no votaron por él, la oposición, la prensa y los analistas políticos,
como por quienes sí lo hicieron. Las críticas
hacia la amnistía que ha planteado como parte de su estrategia de
reconciliación, ha obligado al Presidente electo y a sus colaboradores a
matizar la propuesta. Alejandro Gertz
Manero, asesor en seguridad del próximo Presidente, aclaró que la propuesta de
amnistía “es para rescatar a niños y jóvenes y a quienes han sido obligados a
cultivar sembradíos de drogas por parte del narcotráfico”. No obstante, el
diputado federal Jesús Zambrano, ex presidente del PRD, expresó que el perdón
que ha venido ofreciendo Andrés Manuel “era para justificar la liberación de la
ex dirigente del SNTE, Elba Esther Gordillo”. Calificó como un hecho
preocupante la coincidencia de la entrega de la constancia de Presidente electo
al oriundo de Macuspana, y la liberación de Elba Esther. Y adelantó que el PRD
se opondrá al “borrón y cuenta nueva”. López Obrador
podrá disponer de un fondo de 150 millones de pesos para sufragar los gastos
del proceso de transición que se prolongará por 114 días. De momento, él y
Enrique Peña acordaron en su segundo encuentro del pasado jueves, trabajar de
forma conjunta para que desde el inicio de la próxima Legislatura federal, el 1
de septiembre, se apuren las reformas legales para crear la Secretaría de
Seguridad Pública y para nombrar al Fiscal General del país, al Fiscal
Anticorrupción y al Fiscal Electoral. Los mexicanos
debemos congratularnos de que la transición en el Ejecutivo federal se esté
dando en los mejores términos, pues ello genera tranquilidad y confianza,
incluso en la economía. Lo más saludable para México es que el relevo siga por
ese camino. PAN, renovación EN medio de una
profunda división interna, el Partido Acción Nacional llevó a cabo, el sábado
anterior, una reunión de Consejo Político Nacional, donde además de analizar
los resultados de la elección del 1 de julio, fueron elegidos siete integrantes
de la Comisión Organizadora Electoral del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), en
el próximo mes de octubre. La presidencia de
la comisión recayó en Cecilia Romero Castillo, de larga trayectoria en cargos
de representación popular, en la función pública de gobiernos panistas como el
de Felipe Calderón, y a nivel intrapartidario ocupó la Secretaría General del
CEN en el periodo del presidente Gustavo Madero, así como el interinato de la
presidencia del partido cuando Madero Muñoz buscó la reelección en ese puesto. A ella le
acompañan en la comisión, el ex diputado federal Gerardo Priego Tapia; la ex
asambleísta Kenia López Rabadán; el ex alcalde de Hermosillo, Javier Gándara
Magaña; la regidora electa de San Nicolás de los Garza, Karla Cano Rodríguez;
la diputada federal Alejandra Gutiérrez, y el diputado local de Baja California
Sur, Héctor Jiménez Márquez. La inminente
salida de Damián Zepeda Vidales de la dirigencia nacional, para ocupar su curul
en el Senado de la República, abrió la puerta para que el panismo renueve sus
liderazgos intrapartidarios tras la estrepitosa caída electoral que sufrió el 1
de julio, derivado esto de las ambiciones de poder desmedidas de Ricardo Anaya
Cortés y sus incondicionales, quienes sembraron encono y división entre la
militancia. Sin embargo,
cualquier cosa puede suceder en la renovación de la dirigencia nacional, pues
en el Consejo Político Nacional del sábado, inexplicablemente, la mayoría de
consejeros recibió con aplausos la presencia de Ricardo Anaya. Entre los
principales anotados a la dirigencia nacional están el ex gobernador de Puebla,
Rafael Moreno Valle; el ex diputado federal Roberto Gil Zuarth y el coordinador
de los legisladores panistas en la Cámara de Diputados, Marko Cortés. La semana pasada,
32 militantes panistas, entre gobernadores, diputados y ex diputados federales,
manifestaron la necesidad de “refundar” al PAN y rechazaron que Anaya regrese a
la dirigencia nacional, demandando un nuevo liderazgo que tenga interlocución
con los diferentes grupos dentro del partido. A principios del
año pasado, Anaya Cortés aceleró sus esfuerzos y se aprovechó de su cargo como
dirigente nacional albiazul para apropiarse de la candidatura del PAN a la
Presidencia de la República. En ese afán, llegó al extremo de obligar a
Margarita Zavala a renunciar a la militancia panista, a pesar de ser ella la
mejor posicionada del PAN para esa competición. Se confrontó con
el ex presidente Felipe Calderón y a través de su alfil, Damián Zepeda, expulsó
del partido a militantes como Ernesto Cordero. Se cerró a la crítica
intrapartidaria y se fue quedando solo, sin el apoyo de la militancia
comprometida, pues prefirió guiarse con el canto de las sirenas de sus
aduladores. El queretano
tejió una alianza electoral con el PRD y MC, que en lugar de acarrearle
beneficios a su partido y a su propia postulación, provocó un tremendo desgaste
interno y la pérdida de posiciones políticas importantes el 1 de julio, todo lo
cual le ha sido echado en cara por militantes que, con toda razón, se sienten
agraviados. El daño que
Ricardo Anaya le hizo al PAN a nivel nacional alcanzó a Colima. En vez de
respetar y darle su lugar a la lideresa estatal, Julia Jiménez Angulo, dejó que
las candidaturas las decidiera Jorge Luis Preciado Rodríguez, quien, como
resultado, el albiazul no ganó un solo distrito local (Francisco Rodríguez fue
registrado por el PRD), sólo retuvo la Alcaldía de Cuauhtémoc que de antemano tenía
ganada Rafael Mendoza, y recuperó la de Comala, con Donaldo Zúñiga. Al perder Héctor
Insúa García la capital del estado, el PAN se quedó sin candidato para disputar
la gubernatura en 2021. Dado su protagonismo, el senador y próximo diputado
federal, Jorge Luis Preciado, pudiera lanzarse al ruedo electoral por el
Gobierno del Estado, donde jugaría y perdería, por tercera ocasión, el mismo
cargo. La ambición de
Anaya y Preciado dejaron un PAN desolado en el país y en Colima. Aquí, la
dirigencia formal representada por Julia Jiménez tiene que levantarse de la
modorra para jugar también sus cartas en este proceso de transición que vive el
albiazul a nivel nacional, pues pronto tendrá que renovarse el Comité Directivo
Estatal. Necesaria coordinación EL gobernador
José Ignacio Peralta Sánchez se reunió el pasado jueves con tres de los cinco
diputados federales que entrarán en funciones el 1 de septiembre, con el
propósito de presentarles la propuesta del Presupuesto que requiere Colima de
recursos federales para 2019, que suma 3 mil 144 millones 185 mil pesos. Al encuentro
asistieron únicamente los legisladores federales electos por representación
proporcional, Ximena Puente de la Mora, del PRI, y Jorge Luis Preciado
Rodríguez, del PAN, así como la actual diputada federal Gretel Culin Jaime,
quien formará parte de la próxima Legislatura del Congreso del Estado y por
tanto nada tenía que hacer en ese cónclave. No fueron las
ganadoras de las dos diputaciones de mayoría, Claudia Yánez Centeno y Cabrera e
Indira Vizcaíno Silva, ni Ludivina Sandoval, electa en la lista plurinominal
del PAN. Según se informó, las tres se excusaron. Más tarde,
Peralta Sánchez calificó de fructífera la reunión celebrada en Palacio de
Gobierno, pues les planteó a esa parte legislativa la propuesta de Presupuesto
federal del Gobierno del Estado para que la hagan suya y la defiendan al
momento de las negociaciones para la integración del Presupuesto de Egresos de
la Federación 2019. La fecha límite
para presentar la iniciativa del Paquete Económico del siguiente año es el 15
de diciembre y se tiene hasta el último día del año para aprobarla. De ahí la
importancia de que desde ahora, quienes tendrán que ver en este asunto, se
coordinen y más allá de ideologías políticas, trabajen para conseguir lo mejor
para Colima. Además, quienes
formarán parte de la Cámara de Diputados podrán enriquecer la iniciativa
buscando beneficios para los sectores productivos y sociales de la entidad. En cuanto a la
ausencia de las ganadoras de la elección en los distritos federales
electorales, si bien se disculparon por no asistir debido a sus agendas, es
importante que se pongan en sintonía y dejen de lado pugnas, inclusive
internas, para que trabajen por el bien del estado. Desde la campaña,
hay un rechazo en grupos de Morena hacia Indira Vizcaíno, por haber formado
parte del Gobierno del Estado como secretaria de Desarrollo Social. Después, se negó
a ir en el segundo lugar en la fórmula al Senado y finalmente se inscribió a la
contienda por la diputación federal por el segundo distrito, por el Partido
Encuentro Social (PES). Esas diferencias
no han sido solventadas y hay al interior del partido creado por López Obrador,
militantes que no están de acuerdo en que la política cuauhtemense vaya a ser
la coordinadora estatal en Colima de los programas federales, como se ha
planteado. Por otra parte,
es conocida la cercanía de los Yánez Centeno y Cabrera con el próximo titular
del Ejecutivo federal, principalmente César, quien ha estado durante muchos
años como uno de los más cercanos colaboradores del tabasqueño y su hermana,
Claudia, que también goza de su simpatía, lo que pudiera estar generando roces
y celos entre los colimenses que se consideran dentro del círculo de confianza
del Presidente electo. El Gobernador
hizo un llamado concreto a la unidad, a trabajar a favor de los colimenses,
justo lo que se necesita en estos momentos, tal como está sucediendo en el
nivel nacional. El proceso
electoral concluyó en el ámbito federal, de tal forma quienes habrán de cumplir
tan alta responsabilidad deben dejar de verse como adversarios. Hoy, deben
aprender a trabajar en equipo, a coordinarse, respetando sus diferencias
ideológicas y anteponiendo el interés general. El Presupuesto de
2019 es la primera prueba para quienes formarán parte de la próxima Legislatura
en la Cámara de Diputados. Su compromiso por Colima es lo que debe guiar su
actuar.
Peralta Sánchez
informó que habrá nuevas reuniones en las que se espera que asistan las
próximas diputadas y diputado federales e inclusive se invitará a los senadores
electos, que si bien no tienen injerencia en la aprobación del Presupuesto, es
importante que estén enterados, porque en la Cámara Alta se aprueba la Ley de
Ingresos, que es de importancia en todo este proceso de reparto del erario.