Razones
JORGE FERNÁNDEZ MENÉNDEZ
Trump: AMLO, un gentleman
Lunes 13 de Agosto de 2018 8:07 am
NO deja de llamar
profundamente la atención el tipo de relación que están tratando de construir
Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump. El fin de semana, Trump envió uno
de sus tuits en el que calificó al Presidente electo como un perfecto
gentleman, y da a entender que existe una base de negociación con México mucho
más establecida que con Canadá, un país al que criticó, en el mismo tuit, por
tener tarifas y barreras comerciales muy altas. Canadá, agregó, debe esperar. México, en la
negociación del TLC, aparentemente aceptó las reglas de origen que proponía el
gobierno estadounidense, lo que Canadá aún no ha aceptado. La propuesta
estadounidense, resistida en principio por las empresas automotrices, es que
los automóviles tendrían que tener hasta un 85 por ciento de productos
provenientes de la región. Al mismo tiempo, Canadá mantiene algunas tarifas y
límites comerciales, sobre todo en el sector agropecuario (particularmente
lácteo) que Estados Unidos considera excesivo. Un tema que divide tanto a
México como a Canadá con la Unión Americana es la resolución de disputas
comerciales que pretende se diriman en tribunales locales en lugar de los de
arbitraje actualmente existentes. Más allá de todo
esto, lo que sucede es que la administración de Trump lo que quiere es negociar
el TLC, con resultados que sean claramente favorables para su país, pero en
realidad preferiría establecer tratados comerciales por separado con Canadá y
México. La pregunta es si esa posibilidad no le resulta interesante también a
la próxima administración. Por supuesto que oficialmente México continúa en la
negociación trilateral, pero las presiones para que tanto nuestro país como
Canadá abandonen en beneficio de acuerdos bilaterales son una constante en la
relación con Estados Unidos, sobre todo en las comunicaciones vía redes de
Trump. Trascendiendo lo
comercial, los principales temas de la relación pasan en estos momentos por el
tema migratorio. Hay proyectos que está enarbolando López Obrador, que deben
resultar especialmente interesantes para el gobierno de Trump. Uno es clave en
ese sentido: el ferrocarril y carretera transístmico entre Salina Cruz y
Coatzacoalcos, que además de ser un gran proyecto de infraestructura,
postergado durante décadas (la vía de comunicación y el ferrocarril existe,
pero de lo que se trata es de algo mucho más ambicioso: de un verdadero canal
de comunicación que comunique el Pacífico con el Golfo, en realidad, Asia con
la costa este de los Estados Unidos), constituirá una suerte de frontera física
en el sur del país. Ese proyecto se
relaciona con lo que piensan implementar en Chiapas, con cambios productivos
muy marcados y de infraestructura que abarcan desde las zonas económicas
protegidas, hasta la construcción del tren turístico entre Palenque y la
Riviera Maya. Si esas políticas
se implementan serán claves para frenar la migración hacia el norte, tanto por
las barreras físicas como las sociales y económicas. Es verdad que se
necesitarán programas mucho más intensos en Centroamérica, donde la situación
se está deteriorando día con día, en parte por la violencia y la represión de
sus regímenes, con Nicaragua, como caso paradigmático de represión política; El
Salvador y Honduras, con violencia criminal. Pero lo interesante es que el
futuro gobierno lopezobradorista parece entender esa dinámica y trabajar sobre
ella. Me imagino que es uno de los temas que hacen que Trump esté
agradablemente sorprendido con ese caballero llamado Andrés Manuel. El sur del país
es estratégico para los programas de López Obrador, en términos políticos,
económicos y sociales. Eso se refleja con los resultados electorales y las
alianzas que han establecido en la zona, incluyendo el cambio que ha experimentado
el Partido Verde, que es evidente que está confluyendo hacia acuerdos con el
nuevo gobierno. El todavía gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, que
evidentemente está en esa tesitura, será el coordinador del Verde en el Senado,
mientras que el futuro gobernador, Rutilio Escandón, es uno de los hombres más
cercanos, en términos políticos e incluso familiares, a López Obrador. La relación del
futuro gobierno lopezobradorista con Trump pasará por esas dos variables: los
tratados comerciales que ambos quisieran un poco más cerrados, con reglas de
origen más estrictas, medidas de desarrollo y control en la frontera sur que le
quiten presión migratoria a nuestra frontera norte y a Estados Unidos. Por allí
existe un espacio amplio, para que los dos gobiernos puedan avanzar. Hablando de López
Obrador y su seguridad. El Presidente electo volvió a desestimar ser protegido
por el Estado Mayor Presidencial en una decisión que parece, por lo menos, poco
sensata. Dijo que habrá 20 personas profesionales, dijo que lo protegerán. Más
allá de que ese personal pueda “protegerlo”, no se termina de entender que las
funciones de protección de la Presidencia de la República no se limitan al
trabajo que pueda realizar un grupo de guardaespaldas. Es un error que puede
ser costo.
En ese equipo se
designó como responsable a Daniel Asaf, un empresario cercano al propio López
Obrador, y como responsable de logística a David León, cercano operador del
gobernador Velasco. No conozco a Asaf, pero León es una muy buena adquisición
del Presidente electo.