Indicador Político
CARLOS RAMÍREZ
Seguridad, perdón y gangsterización del Estado
Martes 14 de Agosto de 2018 8:17 am
LOS foros de
seguridad de López Obrador parten de un enfoque equivocado: la inseguridad, la
criminalidad y los muertos no son asuntos de víctimas, sino de la conversión de
partes del Estado en cómplices del crimen organizado; es decir, el Estado
criminalizado. Por eso, el
perdón sin olvido es irrelevante, carecerá de resultados y en ningún momento
disminuirá las cifras de muertos. Del total de los casi 250 mil muertos de
enero de 2008 a julio de 2018 –10 años–, menos del 10 por ciento son de
familias ajenas a la dinámica criminal directa y han sido afectadas como daños
colaterales –desapariciones, torturas y muertes–, por una estrategia de
respuesta violenta de seguridad, sin controles ni capacitaciones. Lo que ha estado
en crisis en los últimos 10 años es el Estado, lo mismo con acciones de
seguridad atropelladas y reactivas, que con acciones de contrainsurgencia que
han afectado a miles de poblaciones y familias. La conflagración no convencional
en las calles entre el crimen organizado y Estado no ha logrado el objetivo
central: la recuperación de la soberanía del Estado sobre los fueros y las
zonas de los grupos criminales. El equipo de
seguridad interior del Presidente electo –Presidencia, Gobernación, Seguridad
Pública y Fuerzas Armadas sin designar– ha despertado falsas expectativas con
su objetivo de pacificar el país, porque en los hechos no hay una guerra
convencional entre el Estado y el crimen organizado, sino una disputa de
poderes –el poder criminal y el poder institucional, ambos coercitivos y
buscando dominar al otro– por zonas de control. Se trata de la
configuración del crimen organizado como una estructura de poder que ha
penetrado a las instituciones del Estado en sus tres niveles, para imponer sus
intereses económicos. Por eso hay bandas criminales que han desplazado al
Estado en tareas de seguridad, negocios, instituciones, cobro de impuestos e
instalación de empresas y peor aún, se han convertido en un Estado paralelo. Los foros de
seguridad del equipo de López Obrador son apenas una mínima parte del problema;
quizá el más estridente por el activismo de las familias en calles, reuniones y
organismos internacionales: la violación de garantías y derechos de organismos
del Estado en el combate a la delincuencia. Ello ha revelado una reacción del
gobierno, no una estrategia del Estado. El problema mayor
radica en dos enfoques contradictorios en el equipo de seguridad interior del
Presidente electo: el jurídico de Olga Sánchez Cordero y el de seguridad de
Alfonso Durazo. Ello se debe a dos deficiencias que tendrían que resolverse
antes de seguir los foros o seguir acumulando fracasos ante la falta de
respuestas-propuestas del próximo gobierno: la ausencia notoria de un
diagnóstico de la crisis de seguridad y la indefinición de la seguridad
pública-seguridad interior-seguridad nacional del Estado. Los gobiernos de
Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto ignoraron que la crisis de seguridad era
la crisis de existencia del Estado y el afán mediático del foro de López
Obrador podría estar reproduciendo el problema de seguridad de 2008-2018. El
dilema real para el próximo gobierno es concreto: pacificar al país o recuperar
el Estado para su función primordial de garantizar seguridad. Política para
dummies: La política es, al final de día, una maniobra de distracción. Si yo fuera
Maquiavelo: “La causa de la ruina de los emperadores ha sido el odio o el
desprecio (…) y se debe a que mientras parte de ellos procedieron de un modo y
parte de otro, en ambos modos hubo dichosos y desgraciados”. SÓLO PARA SUS OJOS -Recuerde revisar
todos los días el sitio www.seguridadydefensa.mx, para enterarse de los juegos
geopolíticos de poder. -Adquiera vía
Mercado Libre el libro La crisis de México… más allá del 2018, de Carlos
Ramírez, para entender lo que viene después de las elecciones. Disponible en:
https://buff.ly/2KeacRi y en las librerías Porrúa de todo el país. -Resistencia en
áreas del gobierno de Peña Nieto para cumplir la exigencia de López Obrador de
enviar una iniciativa preferente para reinventar la Secretaría de Seguridad
Pública. -¿Dónde habremos
visto esto? El Presidente de la República dice que no se meterá en otros
Poderes y ya designó al jefe de su partido en el Senado. -A medio siglo de
distancia, el movimiento estudiantil del 68 no prende en la atención en medios.
En 1968, la población mexicana era de poco más de 60 millones, la mitad de la
actual. -Famosas últimas
palabras: “Es inteligente ser priista”: Vanessa Rubio, operadora de José
Antonio Meade, senadora del PRI, sin ser militante del PRI. indicadorpoliticomx@gmail.com
@carlosramirezh