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Mala señal



RAYMUNDO GONZÁLEZ SALDAÑA


Martes 14 de Agosto de 2018 8:21 am


SIN duda que la semana pasada, la noticia que cimbró al medio político del país fue precisamente la exoneración de los delitos que se le imputaban a la maestra Elba Esther Gordillo. Con la resolución emitida por el Primer Tribunal Unitario, la ex lideresa del SNTE podrá, si así lo desea, regresar a la vida pública, pues ya no estará ni en arraigo domiciliario ni mucho menos tras las rejas de una cárcel, tal y como fue puesta desde el inicio de este fallido y desangelado sexenio del presidente Enrique Peña Nieto.

No quedó duda de que el actual Presidente siguió los mismos pasos que su padrino político, el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, quien desde el inicio de su sexenio, allá por enero de 1989, mandó detener, poniendo tras las rejas en ese tiempo al poderoso líder sindical petrolero, el mismísimo Joaquín Hernández Galicia. Los delitos que se le imputaron en ese entonces a La Quina, fue posesión de armas, pero todo el país intuyó en aquel entonces que el ex líder sindical de los petroleros fue apresado por haber apoyado, en la campaña presidencial de 1988, al candidato de la izquierda, Cuauhtémoc Cárdenas.

Recordemos que al inicio de este afortunadamente ya extinto sexenio del presidente Peña, de manera sorpresiva se montó un operativo en el que se detuvo a la lideresa magisterial, acusándola de lavado de dinero y delincuencia organizada, delitos que no se le pudieron comprobar después de casi 5 años de mantenerla presa en un penal y en arraigo domiciliario, debido a la deteriorada salud que presentó la maestra Elba Esther Gordillo.

Los defensores de oficio del Presidente electo alegan y aseguran que esta liberación es producto de un acto de “justicia bien aplicada”. Sin embargo, esta exoneración sobre las supuestas culpas de la ex lideresa sindical levanta muchas suspicacias, ya que su libertad se da precisamente después de que los dos presidentes, el saliente con el entrante, aparecen muy sonrientes ante las cámaras, después de entrevistas privadas. Así es que por más de que no queremos pensar mal, los motivos saltan a la vista.

Por otro lado, seguimos viendo con desencanto algunos nombramientos de miembros del Gabinete que acompañará al Presidente electo en su titánica tarea de enderezar al país, misma que comenzará a partir del 1 de diciembre próximo. Ya comentamos el anuncio de López Obrador del ex priista Manuel Bartlett como futuro director de la CFE, acto que levantó ámpula en todo el país, considerada esta decisión del próximo Presidente como una gran pifia. Ahora que se van destapando las fichas del resto del Gabinete, saltan a la lista varios personajes que generan polémica, por su dudosa trayectoria.

Tal es el caso de Esteban Moctezuma, quien será el próximo secretario de Educación, ya que desde sus 19 años hizo sus “pininos” en la administración de Luis Echeverría, después estuvo colaborando en el sexenio de José López Portillo y luego en el del mismo Ernesto Zedillo. La nueva secretaria del Medio Ambiente será Josefa González Blanco, hija del ex gobernador priista de Chiapas, Patrocinio González Blanco Garrido, quien también fungió como secretario de Gobernación del ex presidente Carlos Salinas de Gortari. El próximo flamante titular de la SCT será Javier Jiménez Espriú, quien fuera subsecretario de esta misma dependencia en el sexenio del ex presidente José López Portillo.

En Turismo se anunció a Miguel Torruco, consuegro de Carlos Slim, uno de los miembros de la mafia del poder (según AMLO), quien fungiera como secretario de Turismo en el gobierno de Mancera en la CDMX, mismo que fue cesado y no culminó su periodo. En la Secretaría de Cultura está propuesta Alejandra Frausto, quien es recordada por ser la organizadora de los conciertos musicales que se realizaban en el magno plantón que interrumpió de forma violenta el Paseo de la Reforma y que generó pérdidas millonarias durante varios meses a los comerciantes de la zona, además de muchísimas molestias a los habitantes de la CDMX, allá por el año de 2006.

 

*Ex dirigente y actual consejero estatal del PAN