Malas compañías
MARIO ALBERTO SOLÍS ESPINOSA
Crecer entre la diversidad
Miércoles 15 de Agosto de 2018 8:23 am
IGUAL que sucede
en otras regiones del país, en Colima, la sociedad tiene múltiples
características que la distinguen y le confieren una identidad particular.
Pero, en esa diversidad, no se puede ocultar que existen contrastes que obligan
a una reflexión profunda. Apenas el mes
pasado nos regocijábamos en el hecho de que los colimenses demostraron una
profunda cultura cívica, al emitir un voto diferenciado que, en la mayoría de
los casos, castigó a los malos gobernantes y entendió la necesidad de un cambio
en el mapa político local. El sentido
general de la votación, se entiende como un signo inequívoco de que nuestra
sociedad, la colimense, estaba accediendo por fin a la mayoría de edad,
mostrando una madurez en las urnas digna de los países más desarrollados del
mundo. Sin embargo, hace
unos días, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) difundió los
resultados de la Encuesta Nacional Sobre Discriminación (ENADIS) 2017, misma
que coloca a Colima en un deshonroso segundo lugar nacional, entre los estados
con mayores índices de discriminación. De acuerdo a ese
estudio, en nuestro estado, más del 25 por ciento de la población mayor de 18
años ha sufrido algún tipo de discriminación, con mayor frecuencia los
discapacitados, las mujeres, los jóvenes, así como las personas de la
diversidad sexual y religiosa. Esos números
reflejan a una sociedad que todavía se muestra intolerante ante las
diferencias, pero sobre todo que mantiene vigentes patrones de subordinación
entre los géneros y de los individuos respecto a grupos dominantes, es decir,
una dinámica en que los grupos mayoritarios pretenden imponerse sobre el resto. A tono con esos
modelos de comportamiento, en Colima tenemos los más altos índices nacionales
de violencia contra la mujer, con los trágicos extremos del feminicidio, delito
en que, por cierto, la entidad ocupa la tasa más alta de todo el país. Pero además,
tenemos paradigmáticos casos de corrupción e impunidad, los cuales tienen su
origen en la influencia dominante que ejerce un grupo de poder, en este caso
las autoridades y gobernantes, sobre el resto de la población. En este
comportamiento radica otra contradicción, pues mientras que por un lado la
sociedad se muestra permisiva con quienes cometen actos ilegales al amparo del
poder público, por el otro, asume una posición intolerante respecto a grupos
minoritarios o simplemente frente a quienes considera más débiles. La discriminación
no es un asunto menor, pues conculca derechos a las personas por su condición,
género o creencias. Resulta grave que una sociedad que muestra avances en otras
materias, se niegue a reconocer la pluralidad e incluso la equidad como una
condición indispensable para la convivencia. No se puede
permitir que la intolerancia y su consecuencia, que es la discriminación, sean
un sello distintivo de la sociedad colimense; para revertir esas prácticas es
necesario un replanteamiento en nuestras maneras de relacionarnos y asumirnos
como integrantes de una colectividad. Si en la elección
pasada los colimenses entendimos que un cambio es posible, sin los partidos y
políticos de siempre, es hora de trascender a otros ámbitos de nuestra vida
pública, en este caso al terreno de las relaciones humanas, donde tenemos la
oportunidad de reconstruir el tejido social de múltiples formas, una de ellas
es aceptando las diferencias y empatizando con nuestros iguales. BREVE HISTORIA PARA CAMILA
Las vacaciones
llegarán a su fin para la princesa. El próximo lunes tendrá que reportarse a su
nueva escuela. Será un día importante para ella, pues iniciará su educación
secundaria, quizá una de las etapas que recordamos con más cariño quienes ya pasamos
por ella. Aún no está nerviosa, ya le llegará esa sensación de incertidumbre
que nos hace sentirnos vivos frente a lo desconocido. Seguramente en su camino
habrá fracasos y éxitos, tendrá que aprender a ser tolerante con sus
equivocaciones y prudente con sus triunfos. Lo importante es que aprenda de
todo y de todos, en las aulas y fuera de ellas, así construirá el camino que
habrá de recorrer toda su vida.