Indicador Político
CARLOS RAMÍREZ
La austeridad de AMLO
Lunes 20 de Agosto de 2018 7:30 am
LA política de austeridad presupuestal anunciada
por el jefe electo del Ejecutivo federal, se ha convertido en una decisión
autoritaria que no sólo invade facultades de autonomía de otros Poderes
autónomos, sino que implica un mecanismo de control político. En ciencia política hay una afirmación contundente:
quien tiene el dinero, tiene el poder; quien controla el dinero, controla el
poder. Los anuncios de recortes de gasto a organismos autónomos y la política
salarial del jefe del Ejecutivo federal van a invadir espacios de definición
del papel de contrapeso de otros Poderes. El Presidente de la República puede definir
la política salarial de su ámbito de competencia: la administración central.
Pero no existe ninguna fundamentación política para que el salario del
Presidente de la República sea el tope para funcionarios de otros Poderes que
definen su funcionamiento no sólo independiente del Presidente de la República,
sino del Poder Ejecutivo. La imposición presidencial de salarios bajos
a miembros de otros Poderes es una invasión de poderes. Las tareas
presidenciales son diferentes a las de ministros de la Corte, legisladores,
gobernadores y otros, sobre todo porque fueron electos fuera del ámbito
gubernamental. El Presidente de la República puede ganar mucho menos de los 108
mil pesos mensuales anunciados, porque todos sus gastos van a cuenta de la
oficina presidencial; así puede ahorrar íntegro su salario, porque autos,
gasolina y ayudantes no los paga de su bolsa. En este sentido, los presupuestos de gasto se
han convertido en mecanismos de control político de legisladores, ministros de
la Corte, gobernadores, alcaldes. Se trata de un ejercicio de paternalismo
autoritario. Al final de cuentas, las necesidades de gasto son diferentes en
los distintos niveles de funcionarios. En el pasado, el gasto creciente a oficinas
públicas fuera del área de la administración central era una forma de control
político, porque ese dinero compraba lealtades y de muchas maneras limitaba el
ejercicio crítico. López Obrador llega con el voto popular a favor, pero con el
voto burocrático en contra. De ahí que la política presupuestal aprobada por el
Ejecutivo federal va a debilitar el equilibrio de Poderes. Lo que queda por ver es el espacio de
autonomía que tendrán los diputados a la hora de aprobar el Presupuesto de Egresos
de la Federación, donde se incluirán las nuevas políticas de gasto y de
salarios. Si la mayoría de Morena avasalla a la minoría del 46 por ciento de
los legisladores de oposición, el debate podría centrarse justamente en la
invasión autoritaria del Ejecutivo en la vida interna de otros Poderes y de
organismos autónomos. El Presidente de la República puede sugerir,
pero no imponer. Sólo en las dictaduras presidencialistas –populistas,
comunistas y de fuerza– el Poder Ejecutivo puede fijar criterios a otros
Poderes autónomos. De ahí que la política salarial y de gasto va
a ser la primera prueba de fuego del gobierno lopezobradorista en la discusión
del presupuesto de gasto. En una democracia, el Ejecutivo asigna gasto, pero
deja autonomía total a los organismos para definir su distribución y ejercicio. El paternalismo autoritario de gasto definirá
la democracia mexicana en la era López Obrador. Y en el presupuesto de gasto se
verá el error de la sociedad al votar la entrega del Ejecutivo y el Legislativo
a una persona y a un partido. Los gobiernos divididos apelaban al equilibrio de
los acuerdos. El voluntarismo presidencialista que viene podría regresar a
modelo priista del control político a través del dinero. Política para dummies: La política, hay que
reiterarlo, es un juego de espejos. SÓLO PARA SUS
OJOS -Recuerde revisar todos los días el sitio
www.seguridadydefensa.mx, para enterarse de los juegos geopolíticos de poder. -El regreso del líder sindical minero
Napoleón Gómez Urrutia a México por la puerta legislativa, será la nota de la
semana. Y provocará una reorganización activa del sindicato minero, aunque sin
sobresaltos, porque López Obrador ya pactó con los empresarios del sector. -La lucha por el control de los espacios de
poder en las tres Cámaras –Senado, Diputados y CDMX–, mostrará un reacomodo en
la estructura de poder de López Obrador. Y dividirá Morena en tribus. -Famosas últimas palabras: “No se quitarán ni
se podrán líderes sindicales”: Luisa María Alcalde, secretaria designada del
Trabajo del gobierno de López Obrador. indicadorpoliticomx@gmail.com
@carlosramirezh