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La herencia

Martes 04 de Septiembre de 2018 9:21 am

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CON las declaraciones del alcalde electo de Colima, Leoncio Morán Sánchez, ahora se entiende la desesperación del presidente municipal saliente, el panista Héctor Insúa García, quien no asimila que perdió la elección en la que buscaba reelegirse y ha buscado ganar, infructuosamente, en tribunales, los votos que no ganó en las urnas.

Evidente molesto por la situación en la que recibirá el Ayuntamiento capitalino, Locho Morán declaró que han detectado un manejo irresponsable de los recursos públicos por parte de Insúa García y de sus funcionarios.

Está probado que al tapatío avecindado en Colima lo que menos le ha importado son los colimenses y muestra de ello el grave endeudamiento que generó en estos 3 años, sin que se vea a dónde fue a parar ese dinero.

Recibió de la administración anterior unos 70 millones de deuda, y en estos 3 años Insúa elevó en 130 millones más los pasivos, para un total de unos 200 millones de pesos.

El panista endeudó al municipio de Colima a un ritmo de 3.6 millones de pesos por mes, aproximadamente, lo cual es una afrenta para la sociedad, porque los camiones de la basura están descompuestos, destartalados, lo mismo que las patrullas. No hay dinero para gasolina, para que se brinden los servicios públicos y no tiene dinero para pagar a proveedores, retroactivos y las pensiones de los trabajadores.

Entonces, ¿dónde están invertidos esos 130 millones de pesos con los el tapatío Insúa endeudó a Colima? Leoncio Morán debe auditarlo e informar puntualmente qué pasó con el dinero, porque es un patrimonio de los ciudadanos. Si encuentra actos de corrupción, deberá cumplir su palabra y denunciarlos ante la Procuraduría General de Justicia del Estado, para que esa dependencia haga su trabajo.

En la declaración que dio Morán Sánchez a Diario de Colima, sostuvo que, sin duda, “éste es el gobierno más corrupto y que aun así tienen el descaro de tomar todavía decisiones que van contra la economía del municipio y del patrimonio de los capitalinos”.

Expresó que el nivel de deuda es más alarmante de lo que se había pensado; “además, no existe dinero previsto para el pago de aguinaldos ni para cubrir los retroactivos de todo el año”.

Hace bien el líder de Movimiento Ciudadano en no cubrir las irregularidades detectadas en la comuna, sobre todo porque va a recibir una administración en ruinas y tendrá que remar a contracorriente para tratar de mantener a flote al Ayuntamiento capitalino.

Locho denunció que existen pasivos con proveedores y la afrentosa deuda de pensiones, “pero, además, en esta última quincena siguen basificando gente. Incluso, la niñera que cuida a los hijos de Héctor Insúa fue basificada, todo esto es un acto de irresponsabilidad total, una burla para los trabajadores, pero yo no voy a ser cómplice de esas sinvergüenzadas”.

Señaló que el propio Héctor Insúa le confirmó que basificó a 400 trabajadores, “pero además, hubo 20 más en la última quincena, estos de nivel de jefatura de departamento”.

No hay duda, pues, que el tapatío Insúa llegó para beneficiarse del poder y no para servir a los colimenses, pues en este trienio la ciudad ha estado sucia, descuidada como nunca, y con los peores servicios públicos de los que se tenga memoria.

Las impugnaciones que presentó a la elección que perdió, son solamente acciones para tratar de retardar el resultado final de los tribunales, pero es un hecho que le desecharán todos los recursos que presentó, pues no tienen sustento, porque el triunfo de Morán Sánchez fue contundente e inobjetable.

Lo mejor es que Héctor Insúa ya se va. Si tiene el descaro de rendir protesta como regidor en la próxima administración de Leoncio Morán, seguramente será permanentemente tundido y cuestionado por todos las sinvergüenzazas que le encontrarán en los cajones del gobierno municipal. 

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El sábado anterior se inició el periodo ordinario de sesiones de las nuevas legislaturas en las Cámaras de Diputados y Senadores que conforman el Congreso de la Unión. Morena y sus aliados, PT y PES, tienen mayoría, por lo que se espera que el próximo presidente, Andrés Manuel López Obrador, aproveche para bien esta ventaja, que cumpla sus promesas de poner a México en la senda del progreso, crecimiento económico y desarrollo con justicia social. Hasta la próxima.