Jubilaciones privilegiadas
ROSA EVELIA VILLARRUEL FIGUEROA
Viernes 07 de Septiembre de 2018 9:24 am
CON qué frivolidad y falta de respeto actúa la mayoría de la actual bancada del Congreso del Estado, recinto donde se aprueban, armonizan y reforman leyes para beneficio de la ciudadanía, a la que le deben su estancia en ese espacio, pero que tratándose de favorecer a quienes lo integran, no les importa actuar fuera de norma o recurrir a argucias para salir algunos beneficiados con expeditas pensiones. Si hacemos una revisión a la lista de solicitudes para la aprobación de jubilaciones que tiene el Congreso del Estado, nos encontraremos con que ésta es grande, y por lo menos en este último periodo no será aprobada una más. Al respecto, recientemente sale a la luz la noticia de que dos personajes de la política local fueron favorecidos con pensiones, las cuales son ilegítimas, pues éstas se desprenden del usufructo de dos cargos remunerados, uno en activo y el otro con permiso, pero con goce de sueldo. El artículo 62 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos dice: “Los diputados y senadores propietarios durante el periodo de su encargo, no podrán desempeñar ninguna otra comisión o empleo de la Federación o de los Estados por los cuales se disfrute sueldo, sin licencia previa de la Cámara respectiva; pero entonces cesarán en sus funciones representativas, mientras dure la nueva ocupación. La misma regla se observará con los diputados y senadores suplentes, cuando estuviesen en ejercicio. La infracción de esta disposición será castigada con la pérdida del carácter de diputado o senador”. En contraparte, el artículo 25 de la Constitución Política del Estado de Colima dice: “El cargo de diputado es incompatible con cualquier comisión o empleo del Gobierno Federal o del estado, por los cuales se disfrute sueldo salvo que la comisión o empleo sea del ramo de educación pública”. El artículo 33 señala: “Son facultades del Congreso reformar esta Constitución previos los requisitos que ella misma establece; legislar sobre todos los ramos de la administración o gobierno interiores que sean de la competencia del estado, conforme a la Constitución federal; así como también reformar, abrogar y derogar las leyes que expidiere”. Aquí ya aparece una total incongruencia laboral. ¿Por qué los trabajadores de la educación son empleados privilegiados?, ¿qué pasa con los trabajadores de salud o del Gobierno del Estado? ¿Son empleados de excepción? Porque la Ley de los Trabajadores al Servicio del Gobierno, Ayuntamientos u Órganos Descentralizados del Estado de Colima, en su artículo 69, fracción IX, menciona que “otorgar jubilaciones a los trabajadores varones que cumplan treinta años de servicio y veintiocho a las mujeres, con el ciento por ciento de sus percepciones; en ningún caso el monto máximo de una pensión, será superior al equivalente a 16 salarios mínimos vigente en la entidad, por día”. Acceder a una jubilación es un derecho irrenunciable e imprescriptible de todo trabajador o trabajadora, las leyes así lo contemplan; el disfrute del ahorro que generó el trabajador durante su vida laboral no es una dádiva. Este derecho está establecido en la Ley de los Trabajadores al Servicio del Gobierno, Ayuntamientos y Organismos Descentralizados del Estado de Colima, y en Ley de Pensiones del Estado no debe ser sujeto a la aprobación del Congreso del Estado. No estoy en contra de que a estas dos personas se les otorgue su jubilación, lo que sí creo es que de acuerdo a la Constitución General de la República, es ilícito que cobren como diputados y como trabajadores de la educación, y que muy probablemente haya otros legisladores que estén haciendo lo mismo. Queda claro que los estados son soberanos, pero ninguna ley estatal debe estar sobre lo que dicta nuestra Carta Magna, independientemente de que las leyes deben ser generales, no privativas para una persona o grupo de personas. Urge su armonización. Otra tarea más para la nueva bancada que está a punto de tomar posesión. *Ex secretaria de Mujeres de Morena Colima
