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ALBERTO MAGALLÓN ESTRADA

Momento de reagruparse


Martes 11 de Septiembre de 2018 9:04 am


TRAS las elecciones del pasado 1 de julio, las fuerzas políticas en el estado deberán reagruparse, pues el triunfo de Morena fue arrollador y cambió por completo el panorama político que se tenía en Colima. El partido obradorista logró ganar 15 de los 16 distritos electorales del Congreso y los municipios de Manzanillo, Tecomán, Ixtlahuacán y Armería.

El Partido Movimiento Ciudadano surge como una fuerza que emergente, al lograr los municipios de Colima y Villa de Álvarez. El PRI se quedó con alcaldías pequeñas, Coquimatlán y Minatitlán, mientras que el PAN retuvo Cuauhtémoc y le arrebató Comala al PRI. Estos resultados cambiaron radicalmente la geografía política del estado, pues los otrora partidos fuertes, el PRI y PAN, ahora estarán limitados en el Congreso del Estado, donde Morena, además de los 15 diputados de mayoría tendrá uno más de representación proporcional, para llegar a una bancada de 16 legisladores.

A finales del pasado mes de agosto, el Tribunal Electoral del Estado resolvió otorgar tres curules plurinominales al PRI, dos al PAN y una a cada uno de los partidos Morena, Movimiento Ciudadano, PVEM y Panal. No será difícil para Morena jalar el voto del PVEM, que a nivel nacional ha expresado su voluntad de hacer alianzas con el partido de López Obrador, por lo que en Colima estaría logrando la mayoría calificada (17 votos), que es necesaria para realizar reformas a la Constitución del Estado.

Es un hecho que el PRI, PAN, Panal y Movimiento Ciudadano buscarán hacer un bloque, pues naturalmente serán la oposición en el Legislativo, pero con sus siete votos no lograrán casi nada, necesitarán, por fuerza, negociar con Morena, que tendrá la mayoría y las comisiones más importantes del Congreso. También el gobernador José Ignacio Peralta Sánchez tendrá que estar en permanente diálogo y negociación política para sacar adelante las leyes y decretos que beneficien a los colimenses.

De entrada, las primeras negociaciones obligadas serán para aprobar el presupuesto de 2019, pues seguramente el Ejecutivo propondrá el Paquete Fiscal del próximo año, y Morena, con su mayoría habrá de modificarlo, buscando alinearlo con su agenda y promesas de campaña.

A Morena lo que menos le conviene es avasallar en el Legislativo, porque la población les dio el poder para mejorar la seguridad, salud, educación y desarrollo con justicia social en Colima.

Los nuevos legisladores de Morena que tomarán posesión el próximo 1 de octubre, deberán aprender pronto, demostrar que están al nivel de las exigencias de los colimenses y que sabrán cogobernar el estado que tiene muchos retos para mejorar las condiciones de vida de las familias colimenses.

Sin embargo, no empiezan de cero, pues los diputados electos Anel Bueno y Arturo García Arias, ya fueron legisladores locales, tienen experiencia y podrán orientar a sus compañeros. Asimismo, Vladimir Parra tiene experiencia política, por haber tenido a su cargo la dirigencia de Morena y ser consejero local y nacional.

El PRI y el PAN, prácticamente quedaron borrados de la escena política cuando apenas hace 3 años eran los partidos fuertes que decidían, junto con el gobierno estatal, los destinos de Colima. No obstante la sacudida que les dio Morena, a las dirigencias estatales de esos institutos políticos no se les ve capacidad de reaccionar y pareciera que solamente van a esperar los tropiezos de Morena para tratar de capitalizarlos y ganar nuevamente parte del terreno perdido.

Recientemente, el líder estatal del PRI, Rogelio Rueda Sánchez, quien será por cierto diputado plurinominal en la siguiente Legislatura, dijo que no era tiempo de hablar de renovación dentro del tricolor, porque aún estaban dentro del proceso electoral, pues ese partido ha presentado impugnaciones ante los tribunales electorales.

Es urgente que en el tricolor estatal y nacional se cambien sus estructuras, con caras nuevas, políticos que no estén quemados, pues los dinosaurios ya no le aportan nada a ese instituto político, al contrario, son un lastre.

Personajes como Manlio Fabio Beltrones, Emilio Gamboa Patrón, Beatriz Paredes, César Camacho o grupos como Atlacomulco, donde está el presidente Enrique Peña Nieto y su primo Alfredo del Mazo, ¿qué le pueden aportar al PRI?: Nada, pues por ellos el tricolor se ha ido a pique.

En el PAN sucede lo mismo, los albiazules deben quitarle de una vez por todas el control al grupo de Ricardo Anaya que tanto ha dividido a ese partido. En esa cofradía se encuentran personajes como Jorge Luis Preciado que hacen daño donde quiera que se paran. Si hay duda de ello, solamente basta preguntar a Rafael Mendoza, quien en breve será sancionado, por lo que no será Alcalde de Cuauhtémoc para un segundo periodo y, además, será inhabilitado para ocupar cargos públicos. Todo por complacer a Preciado con hacer proselitismo a su favor en la elección extraordinaria de Gobernador.

EL PRI y PAN no están muertos, pero sí en una condición grave, por lo que desde ahora deben trabajar en la autocrítica, analizar sus fallas y buscar recobrar la confianza que años atrás les tenían los electores.