Se estrenó la mayoría
RAYMUNDO GONZÁLEZ SALDAÑA
Martes 11 de Septiembre de 2018 9:18 am
LA semana pasada, vimos con cierto asombro cómo en una de las primeras sesiones de este nuevo Senado de la República, se vivió un penoso episodio. Resulta que la mañana del 4 de septiembre, se sometió a consideración del Pleno la solicitud del recientemente electo senador, Manuel Velasco, para retirarse de este importante cargo conferido por los electores, apenas el pasado 1 de julio. El joven político pretendía obtener una licencia para dejar su cargo de senador, para irse a concluir su periodo como Gobernador del estado de Chiapas. Como se trataba de una pretensión un tanto absurda, ya que si este sujeto buscó un nuevo cargo público, pues lógicamente debería desempeñar a cabalidad la voluntad popular. Al menos el sentido común de la mayoría de las bancadas en el Senado así lo pensaron, y por abrumadora mayoría se le negó tal capricho. Sin embargo, el joven Gobernador, por cierto, del Partido Verde, provocó la movilización y cabildeo a marchas forzadas de sus senadores, rápidamente el Presidente electo, es decir, Andrés Manuel López, tiró línea a su bancada de Morena, esa que acababa de votar contra tal necedad. Fue así que ese mismo día en la tarde, el Senado, penosamente, tuvo que sesionar para volver a discutir semejante capricho del junior chiapaneco. Fue así que esta solicitud volvió a ser puesta a consideración del Pleno, ahora sí la bancada de Morena aplicó su gran mayoría para concederle permiso a Manuel Velasco para regresar a gobernar su estado. El mensaje que dio la obediente bancada de Morena es, además de lamentable, penoso y muy preocupante. Es que con esta acción podemos vaticinar que no podrán los legisladores del Presidente electo, pensar y decidir de acuerdo a sus creencias, lógica y sentido común. Estos tribunos dejaron muy en claro que el bien común no será prioridad, simplemente obedecerán lo que más convenga en ese momento al Presidente electo. Este asunto pudiese parecer intrascendente, pero significa que el próximo Presidente y líder moral de las mayorías en el Congreso de la Unión, ha quemado un cartucho en banalidades. Con esta acción, AMLO demostró que cuenta con la fuerza moral para imponer de forma abrumadora todo lo que requiera su cuarta trasformación, aunque a veces parezca que se trata de regresar al pasado. Otro mal mensaje es lo dicho este fin de semana por la propia lideresa de Morena, Yeidckol Polevnsky, quien denunció que el gobernador electo de Morelos, el ex futbolista Cuauhtémoc Blanco, ha intentado comprar con promesas de recursos y asignación de obras a los diputados locales de Morena en ese estado. Vaya forma de iniciar una administración que prometió transparencia y erradicar la corrupción e impunidad. MEDIR CON DIFERENTE VARA Por otro lado, vemos cómo el Presidente electo pondrá a consideración de la consulta popular la decisión de continuar con el magno proyecto del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, mismo que se encuentra actualmente en avanzada construcción. Es decir, que una decisión que debería tomarse sólo con parámetros técnicos y financieros serios, se abrirá al escrutinio popular. En contraparte, otros proyectos también de gran envergadura no, como lo es el Tren Maya, que conectará Palenque, Chiapas, con la Riviera Maya, pasando por Tabasco, y en una ruta, por la importante Zona Arqueológica de Calakmul, en Campeche, para continuar por Bacalar y Tulum, en Quintaba Roo. Mientras la otra ruta subirá hasta la capital yucateca, Mérida, de ahí a Izamal, la Zona Arqueológica de Chichen Itzá y luego Valladolid. Las dos rutas coincidirán su terminal en el paradisiaco Cancún. Sin duda, un ambicioso proyecto que parece estar más que definido y resuelto por el mismo Presidente electo, en el que no se ocupó consulta ni opinión popular alguna, a pesar de que el paso del tren trastocará importantes reservas naturales, supuestamente protegidas. Vaya forma de iniciar un sexenio, midiendo con diferente vara el mismo tipo de proyectos. *Ex dirigente y actual consejero estatal del PAN
