Indicador Político
CARLOS RAMÍREZ
AMLO de carne y hueso
Viernes 14 de Septiembre de 2018 7:42 am
A los que están sentidos porque el presidente
electo, Andrés López Obrador, está tomando decisiones contrarias a las promesas
del candidato López Obrador, hay que decirles que se esperen a que llegue a
Palacio Nacional, porque como Presidente en funciones de Estado, menos cumplirá
las pocas promesas que le queden El asunto no tiene que ver nada con las
mentiras políticas o las traiciones, sino, desde Max Weber, con las dos esferas
de las decisiones del poder: la ética de la convicción y la ética de la
responsabilidad. Intelectual del realismo político radical, Weber razonó el
ejercicio del poder como lo que es: un factor de dominación del otro. La
convicción del discurso de campaña de López Obrador es diferente al sistema de
toma de decisiones como gobernante: el poder se ejerce desde la
responsabilidad, no de la convicción. La victoria del 1 de julio y el tamaño de la
base política –52 por ciento de votos, una mayoría que no se había tenido desde
1988, hace 30 años– está mostrando al López Obrador de carne y hueso, al hombre
del poder y ya no más al líder de masas. La responsabilidad del poder está
aniquilando muy rápido a la convicción del líder. En el lenguaje analítico de Weber, el
concepto de liderazgo es usado como sinónimo de dominación: el líder se coloca
por encima de las masas, las seduce, decide por ellas y exige lealtades
acríticas. Weber establece tres liderazgos-dominaciones: carismático,
tradicional y legal, y López Obrador asume los tres de manera simultánea, pero
siempre sobresaliendo el primero. En los 5 meses de interregno y sin duda los
primeros 4 meses de su gobierno habrá de dar muchas explicaciones para
convencer a sus seguidores que su discurso radical de líder de masas sigue
vigente como convicción, pero que no podrá aplicarse como lo prometió, por la
responsabilidad en el ejercicio directo del poder. La clave de su gobierno radicará en el orden
y destino de las ambiciones legítimas de López Obrador como aspirante a la
Presidencia. El tabasqueño se preparó para luchar por el poder, no para
gobernar. Es decir, explicado de manera sencilla, quería sólo llegar; y el
camino hacia la silla pasaba por el escalafón callista que Cuauhtémoc Cárdenas
no pudo conseguir, por ello el tabasqueño escogió el de la rebeldía y no el de
la rebelión, ni la revolución. La conceptualización de su proyecto en la
categoría de transformación indica, en los hechos, la ausencia de una
alternativa de Proyecto de Nación y se agota en sus verdaderos objetivos:
seguir con el mismo modelo de República y sus cercos neoliberales, pero hacerlo
con eficacia y programas asistencialistas. La lucha contra la corrupción, así,
no será ética, sino de necesidades de recursos públicos para sus promesas
cuantitativas. En este contexto del mismo sistema político/régimen
de gobierno/Estado priista, se moverá desde Palacio Nacional, pasando a
revisión todas las decisiones tomadas en los últimos sexenios, pero no para
replantear enfoques, sino para imponerle su sello. Al final de cuentas, López
Obrador carece de una propuesta alternativa al modelo
neoliberalismo-populista-salinista desde 1983, parece que no quiere regresar al
populismo inflacionario del ciclo 1970-1982 y no hay clases revolucionarias
para reproducir el cardenismo. Así, el responsable López Obrador irá
enterrando desde el poder al López Obrador de la convicción social. El poder es
antitético por definición. Y López Obrador, aunque no quiera, será un
Maquiavelo. Política para dummies: La política es el
reino de la mentira con razonamientos de la verdad. SÓLO PARA SUS
OJOS -Recuerde revisar todos los días el sitio
www.seguridadydefensa.mx, para enterarse de los juegos geopolíticos de poder. -Adquiera, vía Mercado Libre, el libro La
crisis de México… más allá del 2018, de Carlos Ramírez, para entender lo que
viene después de las elecciones. Disponible en https://buff.ly/2KeacRi y en las
librerías Porrúa de todo el país. -El próximo Presidente en funciones, López Obrador,
tendrá su prueba de fuego en materia de corrupción con tres casos específicos:
las revelaciones de la Auditoría Superior contra Rosario Robles, el expediente
de Odebrecht y el gobernador César Duarte. A pesar de que la prioridad
ciudadana en las elecciones fue la seguridad, la campaña lopezobradorista
impuso la agenda de la corrupción. Ahí se probará si hubo o no pacto de
impunidad con Peña Nieto. -Famosas últimas palabras: “Mi hijo es un
pen…, pero no se vale que lo acusen de porro”: madre de uno de los jóvenes
detenidos señalado como porro. indicadorpoliticomx@gmail.com
@carlosramirezh