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Difusión ciudadana



MILTON DE ALVA

Sueldos, salarios y más


Sábado 15 de Septiembre de 2018 9:19 am


UNA de las grandes promesas de campaña de los diputados y senadores del hoy partido ganador era eliminar los grandes privilegios de los cuales gozan los representantes populares; para nadie es un secreto que siguen teniendo beneficios que difícilmente el ciudadano común podrá ver en su vida.

Es un primer intento interesante el que quiere lograr esta nueva mayoría con la eliminación de prestaciones, como el seguro de vida institucional, el cual representaba alrededor de 4 mil pesos mensuales; el seguro de gastos médicos mayores, que ronda sobre la cantidad de 9 mil pesos; el seguro de separación individualizada, por 12 mil 500 pesos; y el fondo de ahorro, por casi 11 mil pesos. Sin embargo, si bien es una importante contribución eliminar estas prestaciones, existen otros rubros de muchos millones de pesos, como lo es el fondo que se otorga a los diputados por presidir una comisión, la cantidad de recursos que se tienen para asesores, viajes, seminarios, capacitaciones, contrataciones de servicios, que si se vieran con la objetividad y análisis que se hacen dentro de la iniciativa privada, la cual no cuenta con subsidios ni rescates, todavía podrían logran recuperar una buena cantidad de recursos que podrían destinarse para mejorar la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías, mejorar los espacios educativos, propiciando una mayor atención y comodidad de los educandos.

En lo que respecta a sueldos y salarios, éstos quedan igual, con un monto sobre los 74 mil pesos mensuales; aportaciones de la seguridad social sobre 4 mil 500 pesos; ahorro solidario por mil 500 pesos; y proporción mensual de aguinaldo, en 11 mil 500 pesos; si en este último concepto lo anualizamos, encontramos que los legisladores recibirán un aguinaldo sobre los 138 mil pesos. 

¿Esto es mucho, es razonable o es poco lo que recibirá un diputado? La mejor respuesta la tiene usted, estimado lector, que a diario le toca vivir lo complicado que resulta adquirir los mínimos satisfactores para su familia. Lo recomendable será investigar y realizar un estudio de derecho comparado, que permita establecer una homologación de salarios para nuestros legisladores, comparando y ponderando cantidad de habitantes, presupuesto anual, asignación per cápita de ese presupuesto, número de legisladores, remuneración en Latinoamérica y el mundo con respecto a países con economías similares y desarrolladas, para establecer de igual manera el costo global del sostenimiento del Poder Legislativo y su productividad. Con estos índices que implican variables de diferentes especialidades, podremos determinar la idoneidad de costo y la consecuente percepción o dieta. 

Otro tema controversial del momento es la reciente aprobación de la ley federal de remuneraciones a los servidores públicos, que su principal naturaleza de existir, aparte de regular los salarios de los funcionarios y trabajadores del sector federal, es evitar que nadie pueda recibir un salario mayor al del Presidente de la República en turno; además de haber eliminado las pensiones a los ex presidentes y sanciones a quienes violenten estas disposiciones hasta con 14 años de cárcel y la restitución del daño económico.

Todo esto en el papel se ve maravilloso, sin embargo, no se puede tomar a la ligera que las remuneraciones propuestas no sólo incluyen al Presidente de la República, también a secretarios de Estado, subsecretarios, oficiales mayores, jefes de unidad, directores generales y adjuntos. Hasta aquí, digamos que las percepciones pudieran considerarse razonables, rondando entre los 108 mil y los 70 mil pesos. El problema comienza con los niveles siguientes de director de área, subdirectores, jefes de departamento y enlaces, oscilando los salarios entre los 40 mil a los 9 mil pesos mensuales.

Un principio básico que debería regir en todo momento y en todos los niveles de gobierno es que el salario de un servidor público debe estar directamente ligado al nivel de responsabilidad y la entrega de resultados en su trabajo. Apartándome un poco del tema, los CEO’s de las empresas más importantes del mundo y el país perciben millones de dólares anuales por hacerlas exitosas, salarios que hacen parecer una limosna lo que la nueva ley de remuneraciones plantea, por ello, considero muy importante no sacrificar el salario de los funcionarios y trabajadores, sobre todo de los niveles más bajos, que sabemos que son los que sacan adelante el trabajo con horarios laborales de 8 horas y que no gozan de las prestaciones de un trabajador sindicalizado, haciendo una comparativa a nivel estatal o municipal con nuestra entidad federativa. 

Lo que sí veo muy viable y necesario es la elaboración de una reingeniería de procesos que permita eficientar las actividades del gobierno, reduciendo personal, que todos sabemos no es necesario, aplicación adecuada de programas, privilegiando el costo beneficio. 

Lo han repetido en campaña y ahora como representantes populares la frase de “No les vamos a fallar”, podría decir que en el momento que se vea la recuperación económica con la generación de más empleos de calidad y bien remunerados, hasta entonces podremos afirmar su dicho, no antes.   


*Ex diputado local del PAN