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Por el río Colima



JULIO IGNACIO MARTÍNEZ DE LA ROSA


Sábado 15 de Septiembre de 2018 9:25 am


LA memoria nos ajusta los tiempos. La experiencia ajusta las percepciones de los hechos y las cosas. Una repasada por el tiempo facilita el recuerdo y, sin querer, aflora la nostalgia o la energía para hacer cosas nuevas. Al ego hay que dejarlo volar, que se vaya, para impedir su efecto negativo. 

Caminar por el río Colima nos explica miles de años de trato directo con sus aguas, con sus caprichos de verano que forman las crecientes, gracias a las lluvias al norte de Colima. La travesía por el cauce nos recuerda su manejo y todas las leyendas y mitos creados para aderezar la vida local. Siempre habrá cuentos creíbles acerca de esas aguas que parten la ciudad.

La visión ambiental (ambientalista es otra cosa) refiere el uso humano, pues medio ambiente es la relación entre hombre y naturaleza. El río Colima ha sido presa del uso humano a lo largo de los siglos. El hombre prehispánico lo aprovechó para bien de su comunidad, por eso el asentamiento de La Campana se localiza entre dos ríos, Colima y Pereira. Años y años vivieron pescando, tomaron agua, se bañaron y seguramente usaron sus estanques para el disfrute de más de algún acomodado señor del sitio. 

Ellos cuidaron el río, lo apreciaban porque les servía y ayudaba a sobrevivir. Les prestaba servicios que hoy son conceptualizados como ambientales, es decir, agua, paisaje, recreación, y era un remanso para especies que aprovechaban ese corredor faunístico. Algunos ejemplares servían de alimento a la gente local.

Hoy nos recreamos al observar varias especies de aves posándose en el cerrado dosel de los verdes árboles tropicales; hace siglos el territorio debió ser un paraíso para la fauna y el hombre. Seguramente hubo una entregada convivencia cotidiana, unos sirviendo a los otros. Fueron siglos de cuidado del río, su gran río, su alimento y fuente de vida.

De pronto, llegó la otra visión humana, cobijada por la visión de desarrollo y acumulación de bienes y capital, a esa que le urge tener más y más dinero. Es la era que nos tocó vivir. Entonces rompió ciclos y partió el ecosistema del rumbo. Cambió el uso del suelo y la selva la hizo campo de cultivo. Las aves originales y los animales terrestres se fueron a buscar sitios en donde pudieran vivir como Dios manda, fueron desplazados y se rompió el equilibrio del ecosistema.

En los años de 1990 veíamos grandes cañaverales que a la gente del norte de la ciudad nos llenaban de humo y a nuestras casas corrían las ratas de campo, los tlacuaches y otros animales que escapaban del fuego. Para algunos, ese fuego es el progreso; para nosotros es la vía directa, fast track, a la diabetes.

Hubo otros cultivos y campos ganaderos que aprovechaban el agua corriente y la zona riparia, extrayendo agua de pozos para uso y beneficio humano. Hoy, muchas de esas zonas fueron compactadas por enormes planchas de concreto, casas y calles convertidas en canales de agua. Es otro uso, pues, alejado del aprovechamiento racional del río y del agua.

El programa Te Presento a Colima, genial idea original de Álvaro Martínez, nos ha llevado a recorrer varias veces el río Colima, nos hace reflexionar al caminar entre sus aguas, vemos la obra del hombre que durante siglos hizo en la ribera, obras prehispánicas y recientes. Todo el staff de Te Presento a Colima se ha internado en el conocimiento del pasado reciente y el antiguo uso del río y de los hermosos mitos y leyendas humanas.

El valor de Te presento a Colima es inigualable, porque además es ecoturismo gratuito que rescata el conocimiento técnico y científico y lo divulga en sus paseos a cambio de una sonrisa. Algunos aprecian su valor y lo trasladan a sus empresas.

Entonces entendemos la importancia del río Colima, el por qué las culturas del pasado eligieron vivir aquí y nosotros seguimos esa línea hasta que nos valió el río, es decir, cuando el río ya no surtió de agua para uso de la ciudad, entonces ya no lo cuidaron. Así renace la identidad con Colima y su río. 


nachomardelarosa@icloud.com