México: La violencia mata
ARNOLDO KRAUS
Domingo 16 de Septiembre de 2018 8:38 am
LA violencia genera violencia. La espiral no
tiene fin, crece en forma geométrica: 2, 4, 8, 16, 32, 64…; en México no para:
64, 128, 256, 512... Aunque los seres humanos tenemos algunas dosis innatas de
violencia, la que ahora asfixia a nuestra Nación no es cuestión genética, es
realidad y herencia política. El problema de la violencia no sólo es su
crecimiento, es la forma, la sofisticación, su diseminación y sus orígenes.
Mientras las causas no mejoren o aminoren, todo empeorará. El desempeño del gobierno
actual lo confirma: la violencia inicial, el número de asesinatos, de
desaparecidos, de fosas clandestinas y de casos sin resolver creció
dramáticamente entre el inicio y el final de quienes han trabajado para Enrique
Peña Nieto. Las cifras siguientes duelen, apenan. Leerlas
es leer a México. Repasarlas es saber que todo lo que parece ajeno no es ajeno:
los muertos son mexicanos asesinados por mexicanos. Una cifra enferma más que
la otra. Enlisto algunos datos: 1) En el primer trimestre de 2018 se alcanzó el
pico más alto de homicidios en 2 décadas, con 6 mil 553 investigaciones
abiertas. 2) Marzo de 2018 fue el mes más sangriento de los últimos 20 años: 2
mil 729 personas asesinadas. 3) Entre diciembre de 2012 y febrero de 2018, se
batió el récord de ataques contra la prensa y medios de comunicación: mil 986
eventos –894 más que con Felipe Calderón–. 4) Durante 2017, fueron asesinados
12 periodistas, la cifra más alta en los últimos 7 años. 5) Del total de las 35
mil 410 personas desaparecidas enlistadas en el Registro Nacional de Personas
Desaparecidas, hasta el 21 de enero de 2018, el 60 por ciento corresponde al
sexenio de EPN. 6) De los 6 mil 330 menores desaparecidos registrados en la
fuente previa, el 75 por ciento corresponde a la administración actual. 7) En
marzo de 2018, 8 meses antes de que los priistas regresen a sus nichos, cambien
de ideología y se enlisten con los otrora rivales, los muertos por violencia
habían superado la herencia de Felipe Calderón: 104 mil 583 contra 102 mil 859
asesinatos. Dos sentencias para memorizar. Ambas revelan
las reflexiones de los dos últimos presidentes en relación a la violencia.
Ambas reflejan insabiduría y nula autocrítica. Don Felipe Calderón, el promotor
de la “guerra contra el narcotráfico”, espetó en una entrevista en abril de
2018 con el periodista Carlos Loret de Mola: “La estrategia de seguridad –no
una guerra, ese es un término peyorativo que impusieron los medios– que puse en
práctica fue para defender a las familias. El error no fue combatir al crimen
organizado, sino haber permitido que creciera durante tantos años”. ¡Caray!, si
Calderón diagnosticó el error con antelación y durante su mandato –permitir el
crecimiento del crimen–, ¿por qué no lo frenó? Por su parte, al borde del agónico sexenio,
no agónico en noticias –nuevas fosas en Veracruz, ataques a la UNAM–, Enrique
Peña Nieto comentó en abril: “Sin duda, hoy reconocemos que en el ámbito de la
seguridad pública hay mucho por hacer. Sigue siendo todavía uno de los retos
mayores, quizás el de mayor necesidad de acometer, para que nuestro país
alcance condiciones de plena paz”. Reescribo, “nada logramos” en seguridad
pública, en vez de “hay mucho que hacer”; “un mínimo, un poco de paz”, en lugar
de “plena paz”. La violencia genera violencia. Cuando
corrupción, impunidad y hurtos “desmedidos” del gobierno son causas y razones,
imposible detenerla. No hay cómo hacerlo porque quienes pagan con vidas, con
familias truncadas y con dinero, son los afectados, no quienes la generan, es
decir, las insalubres políticas de nuestros gobiernos. Se calcula que la
violencia le cuesta a nuestra Nación 4 mil millones de pesos –ocho veces más
que lo invertido en Salud–. Las pérdidas económicas y humanas por la violencia,
y robo ilimitado de los políticos son razones suficientes para explicar la
enfermedad que asola a nuestro país. Desconozco las pócimas para curarlo. AMLO
dice que sabe cómo. Esperemos que sea cierto. Lo que no desconozco es que la
violencia generada por el gobierno actual ha sido ilimitada. No concuerdo con
AMLO cuando habla de paz y amor. Concuerdo con los países latinoamericanos que
han encarcelado a muchos políticos.
*Médico