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LUNES PORTEÑO



LUNES PORTEÑO


Lunes 17 de Septiembre de 2018 7:31 am


Desconocimiento

LA seguridad pública es uno de los mayores retos que asumirá la próxima administración municipal que encabezará Griselda Martínez Martínez, ganadora de la contienda electoral del pasado 1 de julio, debido al arrastre de la ola lopezobradorista en todo el país.

Por eso, llama la atención la declaración que la semana pasada hizo la Presidenta Municipal electa, en el sentido de que pretende invertir muy poco en el área de Seguridad Pública porque, según Martínez Martínez, Manzanillo no necesita más patrullas ni elementos policíacos.

Asimismo, indicó que por corresponder a los Ayuntamientos la prevención del delito, su interés es invertir más en cultura y educación, como una forma de evitar que niños y jóvenes caigan en las manos de la delincuencia.

La realidad es que Manzanillo necesita más refuerzos institucionales en el área de seguridad pública, no sólo de los gobiernos federal y estatal, sino también del municipal que, como bien lo dijo Griselda Martínez, tiene como función prevenir delitos, tales como robos y asaltos, que están a la orden del día en esta demarcación y en prácticamente todo el estado.

En esa área, mucho trabajo tiene por hacer la administración municipal que iniciará el próximo 15 de octubre, porque los porteños no sólo se sienten inseguros por la violencia que generan grupos criminales, sino también porque están expuestos a ser víctimas de delitos del fuero común, que debe prevenir la Policía Municipal.

Lo dicho por Martínez Martínez, es un reconocimiento tácito a las inversiones que en esa materia realizaron las administraciones municipales de Virgilio Mendoza Amezcua y Gabriela Benavides Cobos, junto con el edil en funciones, Enrique García Pérez, quienes tuvieron la visión de fortalecer, con personal, vehículos, armamento y equipo a la Dirección de Seguridad Pública Municipal, para que haga mejor su trabajo.

Sin embargo, por las condiciones de inseguridad que privan en Manzanillo, producto de la dinámica delincuencial a nivel nacional, lo hecho es insuficiente, y la seguridad pública sigue siendo un rubro que no puede dejarse de lado, ni en atención ni en inversión.

Incluso, el próximo Gobierno Federal, que encabezará Andrés Manuel López Obrador, creará de nuevo la Secretaría de Seguridad Pública, dado lo complicado del problema de inseguridad y la necesidad de capacitar a los elementos policíacos, de todos los niveles de gobierno, para que den mejores resultados en el combate al crimen organizado y la prevención del delito, lo que sugiere un esfuerzo adicional que también tendrán que hacer las policías municipales para trabajar en la misma sintonía que la Federación.

Lo más probable es que Griselda Martínez no ha dimensionado el problema de la inseguridad pública en el puerto y crea que obedece únicamente al crimen organizado que, ciertamente, no es de competencia municipal. Lo que no ha valorado es que la gente se siente vulnerable ante la posibilidad de ser asaltada en su casa, en la calle o en su negocio, dado que el robo, en todas sus modalidades, se ha convertido también en un problema grave de inseguridad en Manzanillo y en todo el estado.

Una cosa es trabajar en la prevención del delito, a través de programas bien pensados y especialmente dirigidos a la población joven, como pretende hacerlo la próxima Alcaldesa, pero otra, muy distinta, es enfrentar el problema que ya está encima y prevenir que se sigan cometiendo delitos del fuero común, que mucho afectan a las familias porteñas.

Desdeñar la seguridad pública es lo peor que pueda hacer antes de asumir el gobierno del municipio que mayor reto representa en la entidad, porque además de ser el más poblado y el más disperso en zonas habitacionales, tiene el puerto comercial más importante del país, que por sí mismo sugiere riesgos, problemas y violencia, como ha venido sucediendo en los últimos años.

 

Edificios en riesgo

NO han sido pocas las inconformidades de habitantes de diferentes zonas urbanas del municipio respecto a las decenas de edificios que se encuentran abandonados, en malas condiciones estructurales, algunos a punto de colapsar, que evidentemente representan un riesgo para vecinos, conductores y transeúntes.

La mayoría son inmuebles que han sufrido daños en sus estructuras en cada sismo de considerable magnitud, como los de 1995 y 2003, que se sintieron con intensidad en territorio colimense.

En diferentes momentos, pero especialmente desde hace un año, luego de los sismos del 7 y 19 de septiembre del año pasado que afectaron a entidades como Oaxaca, Chiapas, Puebla, Morelos y Ciudad de México, y que se sintieron, en menor escala, en este municipio, distintas agrupaciones civiles y personas en lo individual insistieron ante el Ayuntamiento, para que realice un censo de las infraestructuras dañadas, que por diferentes motivos, muchas veces legales, no han sido demolidos, pese a representar un peligro.

La exigencia social obligó a que la Unidad de Protección Civil de Manzanillo indicara que, por lo menos, son 30 los edificios que se encuentran en condiciones de riesgo, aunque previó que el número podría rebasar los 50.

Se trata de inmuebles que se encuentran principalmente en la zona del Centro Histórico, pero también en El Tajo o frente a la Delegación de Turismo, en el bulevar Miguel de la Madrid, muchos de los cuales están abandonados y deteriorados.

Asimismo, la dependencia dio a conocer que hace años el Ayuntamiento realizó demoliciones de algunas edificaciones que se encontraban en mal estado, pero no pudieron intervenir en todos porque los inmuebles tenían problemas legales que les impedía a los dueños realizar tales acciones.

Recientemente, la Unidad de Protección Civil del Estado informó que durante agosto pasado se registraron 69 sismos en territorio colimense, con magnitudes que oscilaron entre los 2.9 y 4.7 grados, por lo que la mayoría fueron imperceptibles para las personas.

Aunque menores, la realidad es que Manzanillo, como el resto del estado, se encuentra en una zona de alta sismicidad, por lo que las autoridades tienen que ofrecer medidas preventivas que mitiguen los riesgos, en caso de presentarse un temblor de mayor escala.

No obstante que los inmuebles cada vez se dañan más debido a las lluvias de temporada y al abandono en que se encuentran, el encargado de PC de Manzanillo, Javier Gómez Figueroa, no ha emitido información al respecto ni ha dicho algo sobre los trabajos que, de haberlos, están llevando a cabo para aminorar los peligros.

Por el poco tiempo que le resta al alcalde Enrique García Pérez al frente de la administración municipal, poco puede hacer para dirigir acciones que conlleven a la tranquilidad de quienes viven cerca de edificaciones dañadas, muchas de las cuales, por el mismo abandono, se han convertido en cueva de delincuentes, en detrimento de la seguridad de los colonos.

Gran parte del desarrollo económico de Manzanillo se debe a la actividad turística, razón para que los gobiernos estatal y municipal deben cuidar más la imagen del puerto, pues esas estructuras dan mal aspecto a la mancha urbana, sobre todo las que se ubican en lugares transitados por turistas.

Una vez que esté al frente del Ayuntamiento, Griselda Martínez Martínez tendrá que instruir a las instancias competentes de su gobierno para localizar a los dueños de los inmuebles que están en malas condiciones en su estructura, para que les exija lleven a cabo las reparaciones pertinentes o se les den los permisos y la asesoría para que los derriben.

Haría bien Martínez en acercarse a Protección Civil estatal para estas acciones, así como a los Colegios de Arquitectos e Ingenieros, que seguramente están dispuestos a colaborar en tareas que, como ésta, conlleven a garantizar la seguridad de las personas y el embellecimiento de Manzanillo.

 

Cocodrilos

A  principios del presente mes, el director de Protección Civil del Estado, Melchor Ursúa Quiroz, reiteró la necesidad de que en nuestra entidad se elabore un programa integral para el control adecuado de cocodrilos, pues dijo que prevalece una excesiva población de esta especie, al grado de ya representar un peligro para las personas porque se ha observado su presencia en zonas urbanas.

Desde hace algún tiempo, voces conocedoras del tema como el propio Melchor Ursúa, han manifestado que dependencias como la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) deben atender esta situación, pero no sólo elaborando censos que indiquen un aproximado de cuántos cocodrilos habitan en lagunas y esteros de la entidad, sino diseñando proyectos para su protección y aprovechamiento, pues ambas cosas pueden hacerse al mismo tiempo bajo las medidas adecuadas de manejo.

Por ejemplo, dijo el director de PC, la sobrepoblación de saurios bien permite que se ponga en práctica un programa para el aprovechamiento de piel y de carne de estos animales, idea que ya en anteriores ocasiones han expuesto otras voces conocedoras del tema, pero no ha habido autoridad que se atreva a aplicarla.

Ursúa Quiroz dijo que teniendo un manejo adecuado en la preservación y aprovechamiento de estas especies, habría control en su explotación, sin temor a riesgos de provocar su extinción.

El problema actual, refirió Melchor, es que los cocodrilos se salieron de su hábitat, por lo que igual se pueden observar en la laguna de Juluapan, que en las aguas de las playas La Boquita o Miramar, e incluso algunos han sorprendido a gente en la calle, en hoteles o en sus casas.

El pasado 11 de agosto, un cocodrilo entró al área de alberca de un hotel en Las Brisas, lo que ocasionó pánico entre trabajadores y huéspedes, que de pronto observaron al saurio descansando debajo de una de las sillas.

Ante la pronta respuesta de Protección Civil a la llamada de auxilio de los administradores del hotel, el caso no pasó del susto. El animal fue asegurado y entregado a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, para su resguardo y posterior regreso a su hábitat natural.

Apenas el jueves pasado, en la laguna del Valle de las Garzas, por lo menos cinco cocodrilos fueron vistos nadando en el tramo que comprenden los canales secundarios hasta el dique que separa ese vaso lagunar del canal de navegación del recinto portuario.

Según los reportes, cada saurio medía entre 1.2 y hasta 3 metros de largo. “Paseaban de un lado a otro, captando la atención de los curiosos que se postraban en el puente para tomar fotografías del suceso”, relató el reportero de Diario de Manzanillo, Javier Barragán, en su nota informativa.

Los cocodrilos habrían llegado a la laguna del Valle de las Garzas debido a que su hábitat natural ha sido alterado con los trabajos de dragado que se realizan en ese vaso lacustre, pues la tarea requiere la presencia de trabajadores y maquinaria en el lugar que se está limpiando, todo lo cual los ahuyenta y buscan otros espacios de sobrevivencia.

Contrario a lo que sucede con los cocodrilos, el dragado de la laguna está permitiendo el regreso de garzas, pelícanos, patos y otras aves migratorias con notoria ausencia en este espacio natural desde que empezó a resentir graves problemas de contaminación y azolve.

Lo anterior sirve para entender que la intervención y muchas veces la afectación humana al hábitat natural de animales como los cocodrilos, provoca su desplazamiento a zonas donde, en un momento dado, pueden llegar a causar daños a personas.

Aquí, el crecimiento portuario ha dañado vasos lagunares y manglares, lo cual no sólo lo resiente la gente por los consecuentes daños ambientales, sino también los animales que viven en sus espacios naturales, como los cocodrilos.

Algo tienen que empezar a hacer las autoridades en este asunto, porque si como dice Melchor Ursúa, la sobrepoblación de cocodrilos ya es un peligro para las personas, es preciso que se actúe con oportunidad y responsabilidad, protegiendo a la sociedad civil, a la vez de ejercer un programa de control de los saurios.

 

Arponazos

ACERTADA ES LA propuesta de la autoridad auxiliar del Valle de las Garzas, Sandra Hernández Guzmán, referente a que la autoridad municipal retire los vehículos chatarra que se encuentran en esta zona, ya que a su decir, se están convirtiendo en refugio de delincuentes. Además de que causan mala imagen, afirma Hernández Guzmán que algunas veces son los mismos propietarios quienes arrojan desechos dentro de ellos, sin importarles los focos de contaminación que estas malas conductas pueden generar. Por el poco tiempo que le resta a la actual administración, sería adecuado que Hernández Guzmán empiece a ver la manera de entregar su iniciativa a las autoridades que próximamente se harán cargo del Ayuntamiento, como una forma de ganarle tiempo al trámite y obtener pronta respuesta… EL PASO DE camiones de carga pesada por el tramo carretero Pez Vela-Jalipa, causa muchas incomodidades a los habitantes de esta localidad, así como de la colonia Francisco Villa y de quienes viven en la parte alta de Manzanillo. La delegada municipal de Jalipa, Norma Velázquez Navarro, informó que los choferes de los tráileres se han adueñado de las vialidades, poniendo en riesgo a los automovilistas y peatones. La autoridad municipal, en coordinación con la Policía Federal, tienen que atender este conflicto, pues no son pocos los accidentes que por mucho tiempo ha habido debido al paso de tráileres. Los automovilistas tienen derecho a circular por una vialidad segura, no en una donde siempre están arriesgando su vida y la de terceros, sin que las instancias que corresponden pongan remedio a la situación… FUE BIEN VISTO por la sociedad porteña el anuncio que hizo el secretario de Turismo del Gobierno del Estado, Efraín Angulo Rodríguez, referente a las peticiones que hará llegar a los diputados federales que representan al estado, para que gestionen presupuesto de la Federación que pueda aplicarse en rescatar el Centro Histórico. Como este Gobierno Federal ya está en el cierre de sexenio, se entiende que Angulo Rodríguez quiere dialogar con los tribunos federales para que propongan y defiendan un proyecto de partida presupuestal para ejercerlo el próximo año, por lo que se trata de una idea que debe aterrizar junto con los legisladores. Por lo pronto, el Ayuntamiento tiene que esforzarse por darle un mejor mantenimiento al centro y evitar un mayor deterioro… LA PLAYA DE San Pedrito es de las más emblemáticas de la ciudad, sin embargo, también ha sido de las más desatendidas por la autoridad municipal y dependencias estatales y federales encargadas de su sano mantenimiento. Habitantes y comerciantes de la zona de playa denunciaron públicamente lo sucia que se encuentra, lo cual, dicen, se debe a que muchas personas que la visitan dejan basura, misma que es arrastrada por las corrientes mar adentro. Mucho daño ocasiona la inconsciencia social de la gente a las especies marinas y al medioambiente del municipio, pues plástico, vidrios y desechos son factores que dañan el ecosistema. Para evitar que esta problemática siga escalando, la autoridad municipal debe colocar botes para basura y letreros de advertencia respecto a las sanciones que proceden a quienes ensucien la playa. De momento, bien pueden limpiar el área los trabajadores de Servicios Públicos… PREVIO AL TEMPORAL de lluvias, personal de la Comisión Nacional del Agua, la Administradora Portuaria Integral y el Ayuntamiento realizaron algunas labores de limpieza en algunos arroyos y ríos, para evitar desbordamientos e inundaciones en las zonas habitacionales aledañas. Aunque fueron asertivas las acciones, muchas personas siguen arrojando basura a estos espacios, que luego obstaculiza el flujo del agua. Por mucho tiempo, el arroyo Santiago ha sido de los más afectados. A ver hasta cuándo el Ayuntamiento vigila más esta parte y sanciona, con la severidad que permite la ley, a quienes insisten en contaminar el medio ambiente…