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Explotación sexual y tráfico de personas



ROSA EVELIA VILLARRUEL FIGUEROA


Viernes 21 de Septiembre de 2018 7:46 am


DADO que la sociedad está plagada de injusticias y las deudas a quienes las padecemos se van acumulando poco a poco, es importante recurrir a fechas específicas para recordarnos que muchos de esos flagelos infringidos, ni remotamente han sido atendidos y mucho menos resueltos. Es el caso de la explotación sexual y el tráfico de personas, cuyo blanco principal han sido niñas, niños y mujeres, en su gran mayoría.

La historia es clara cuando nos informa que el tráfico de personas no es reciente, por siglos ha estado instalado en cada una de las sociedades que ha utilizado a personas de estatus social bajo y faltas de toda protección, para traficar con ellas, poniendo a funcionar todas las modalidades conocidas e ideando otras donde el dinero es el intercambio económico por excelencia.

En tiempos muy remotos, eran los varones a quienes principalmente reclutaban para realizar trabajos pesados, con tratos indignos, poca alimentación o descanso; consecuentemente, por ello, muchos morían y simplemente iban a parar a una fosa común, pues el reclamo de sus cuerpos era mal visto, y quienes se atrevían a hacerlo corrían con la misma suerte.

Posteriormente los explotadores fueron incorporando a sus intereses mujeres en similares circunstancias de desprotección, pero añadiendo otros ingredientes, como el tráfico con fines sexuales. Para este reclutamiento son comunes las argucias de las conquistas a través de las redes sociales, anuncios donde ofertan trabajos bien remunerados; también, en una investigación de mercado, captan a jóvenes cuyas familias están desintegradas o priva la violencia al interior de sus hogares.

Otra circunstancia de la que son víctimas las mujeres es para la extracción de órganos vitales, previo a ello, las víctimas ya pasaron por todos los calvarios inimaginables de tortura y dolor.

En las últimas décadas, hemos visto cómo otro sector de nuestra sociedad ha sido atrapado en la telaraña de los intereses mezquinos de estas redes: niños y niñas han sido victimizados para pornografía infantil y saciar a quienes son adictos a su consumo, así como para la extracción de órganos. Escenas escalofriantes a través de redes sociales nos dan cuenta de esta realidad, lo peligroso es que de tanto observarla, transite hacia la normalidad y se instale en el inconsciente colectivo. Es algo que no debemos permitir.

Otra cosa importante a destacar es que las redes de trata están integradas por varios escalones, esto es, la persona o personas que directamente reclutan a estos seres, aunque son partícipes, no son los directamente involucrados en ello aunque lleven su tajada; hacia arriba existen grandes empresarios, políticos y consorcios que han visto un negocio sumamente rentable este tipo de delitos, por lo que la compra de voluntades es un mero trámite para seguir operando y las autoridades responsables sólo se hacen de la vista gorda. 

“La esclavitud del Siglo XXI, en el que se enraíza la explotación sexual hacia mujeres, niñas y niños, afecta a más de 132 países, según el último informe mundial de 2012 de la Oficina de Naciones Unidas contra la droga y delito (UNODC). Es además, el tercer negocio más lucrativo en el mundo, sólo por detrás del tráfico de drogas y de armas. La agencia de la ONU estima que al año mueve más de 32 mil millones de dólares” (datos tomados de internet).

Lo que indigna es el desinterés que muestran los gobiernos del mundo por dar atención puntual a este problema, y como en situaciones similares, somos las organizaciones de la sociedad civil quienes seguimos demandando la efectividad de los compromisos que en cada cambio de estafeta se realizan.

Valga esta reflexión a propósito del próximo 23 de septiembre, Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niños y Niñas. Este fue instaurado por la Conferencia Mundial de la Coalición contra el Tráfico de Personas, en coordinación con la Conferencia de Mujeres, que tuvo lugar en Dhaka, Bangladesh, en enero de 1999.

 

*Ex secretaria de Mujeres de Morena Colima