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La furia roja



JULIO IGNACIO MARTÍNEZ DE LA ROSA


Sábado 22 de Septiembre de 2018 9:26 am


EN la vida hay decisiones que trascienden, igual que las bendiciones católicas. Así fue al crear en Colima el equipo de futbol Independiente. No es profesional, es amateur, y a lo largo de 70 años ha agrupado a miles de hombres que han pateado el balón por gusto, por esperanza de vida, diversión y sueño. Muchos recibimos los beneficios del equipo identificado por su diablo rojo.

De niños, en el Independiente aprendimos el ejercicio y la disciplina que significa jugar futbol. Todos los miércoles y viernes nos reuníamos en la desaparecida unidad deportiva Zaragoza, para entrenar 2 horas, una de preparación física y otra de técnica. Mi tío Pancho de la Rosa, incansable trabajador y futbolista, nos decía qué y cómo hacer. Su visión del futbol le permitió detectar cualidades de jovencitos que se distinguieron por su capacidad natural para jugar futbol. Más de uno fue profesional. 

Como él, otros adultos de la época nos orientaban a los menores. Don Alberto Vergara fue otro ejemplo de entrega y guía moral de muchos colimenses que recibimos sus consejos. Nos divertíamos viendo su forma de patear el balón en los campos de la antigua ADC, allá en Fátima. Varios adultos más, como Manuel Pacheco, Sergio y Lalo Llamas, entre otros, siempre dieron parte de sí al equipo. De todos aprendimos.

El equipo original fue campeón muchas veces. Eran reconocidos como las estrellas colimenses del futbol. Las generaciones siguientes también fueron destacadas, algunos formando parte del equipo campeón nacional. Todos eran parte de los espectáculos dominicales en una pequeña ciudad, que en los campos de futbol aglutinaba a cientos de aficionados.

El icónico uniforme de camiseta roja y pantaloncillo azul se volvió legendario. Muchos han querido usarlo. Antes los hacían las costureras, hoy los hacen las tiendas de artículos deportivos. Hay menos rojos, porque han desaparecido las categorías más competitivas. La nefasta influencia de la práctica profesional ha llegado a estos equipos amateurs, algunos pagan a sus jugadores míseras cantidades, degradando la dignidad del jugador que simula obtener beneficios por su juego. Increíble.

De aquellos rojos de mi época, varios jugamos en la primera división amateur vistiendo la playera roja. Cada sábado seguimos vistiendo con orgullo ese color que nos dieron nuestros queridos viejos y que al mismo tiempo nos brindaron un estilo de vida. El futbol de los rojos nació en el barrio y trascendió los límites de las canchas, impactando la vida cotidiana y formaron criterios y actitudes positivas. Poco caso hacíamos a la influencia de la televisión y su espectáculo circense. 

Muchos rojos se han ido, la edad les ganó. Los recordamos con respeto y cariño, pues en el Independiente nos enseñaron a respetar a los mayores y a todo hombre y mujer de bien. Quienes podemos jugar en la categoría que entre los rojos llamamos Sub 70, antes del juego recordamos los grandes partidos de los viejos, sus pláticas previas, los masajes, el olor a ungüentos, el aroma de los balones de cuero, pero sobre todo el buen humor de jugadores y seguidores. Gran ambiente.

Los del barrio de La Sangre de Cristo, la hoy llamada Furia Roja del Independiente, aún enlista a varios rojos de origen: Jaime Vergara, Javier y Pepe Hinojosa, Chuy Godínez, Juan Téllez, Enrique Álvarez, el Pelencho, Ángel El Tarzán, Gilberto y Nacho Martínez de la Rosa. Hay otros que durante años se han sumado a la causa roja y pareciera que ahí nacieron para el futbol.

Esos veteranos disciplinados, una vez más están en etapa de liguilla, dispuestos a ser campeones. Están a dos pasitos de las viejas glorias y la Copa recién lograda. El corazón rojo, la amistad, el placer de patear la pelota, su fortaleza emocional, su experiencia y humildad los harán campeones. 

Toda mi familia es Furia Roja, hasta mi nieto Paco Nacho, que cada sábado aplaude el juego rojo que domina el campo y nuestra pasión por el futbol. Seremos campeones, a nuestra edad lo merecemos.


nachomardelarosa@icloud.com