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GERMÁN RUEDA
Sábado 22 de Septiembre de 2018 9:26 am
ACABO de dar curso a una de mis actividades favoritas, casi mi profesión. Es el hecho de tener una mente orientada a reparar cualquier objeto mecánico, sea mío o de extraños. Desde niño, tenía la inquietud de saber cómo funcionaban las cosas. Así una vez abrí el reloj de pulso de mi hermano, dejándolo inservible en corto tiempo, ante el azoro de él y mi madre; la “joya” había costado buenos pesos y ésos escaseaban en ese hogar. Fue quizá mi primer fracaso. No me rendí y seguí tratando de ayudar a cualquier ciudadano en problemas. Por ello quizá, en la juventud estudié mecánica dísel, el futuro, dijeron, de los motores en el mundo. No fue así, pero los motores más potentes se mueven con el ciclo dísel, inventado por el alemán Rudolf Diesel. Me interesó sobremanera conocer cómo podía funcionar un motor sin la asistencia de una bujía, como sucede en los del ciclo gasolina, y así aprendí la relación existente de 14 a uno en el dísel y ocho a uno en la gasolina, es decir, 14 de oxígeno por una de combustible en aquél, y ocho partes en el de gasolina. El tema eran los fracasos en la vida, ya sean pocos y grandes o pequeños y muchos. Desde aquel mi primer fracaso, he tenido más, y hoy fracasé en la reparación, aparentemente fácil, de un carrito eléctrico de los usados en los campos de golf o el famoso carrito de las desgracias en el futbol americano: A veces he tropezado por meter la nariz donde no debo. Eureka, exclamó Arquímedes de Siracusa en la bañera, al dar al clavo con su principio de saber el volumen de los cuerpos irregulares al someterlos en agua y medir el desplazamiento del líquido al calcular su densidad a partir de la masa conocida. Tenía el buen Arquímedes tiempo fracasando en sus cálculos y salió corriendo a la calle, desnudo, gritando: ¡Eureka! (lo tengo, en griego). Algunos productos de consumo en el hogar han llegado después de múltiples fracasos como ese bote, ya indispensable para lubricar cualquier área, llamado WD 40 (water displacement 40). El producto es con base en, según supe, aceite de pescado, y la compañía fracasó 39 veces antes de llegar al óptimo resultado. La famosa y solicitada pastillita azul, ergo viagra, procede del fracaso del laboratorio dueño de la fórmula, y la historia inicia con un buen grupo de personas mayores con problemas de hipertensión arterial. El producto, después de un lapso en observación, no dio los resultados esperados y se dio la orden de recoger toda la dotación de pastillas, pero hete aquí el problema, los varones se negaron a devolver el producto, la empresa investigó y ¡zas!, la serendipia en provecho de quienes desde entonces podemos alargar nuestra vida útil. En política, tenemos varios ejemplos de fracasos, llevados a la terquedad para obtener el triunfo. El tesonero Adolfo Hitler es uno de ellos. Buscó durante décadas llegar al trono desde su humilde condición de sargento, pasando por la Bundestag, y cuando llegó, inició su debacle, lanzándose contra sus vecinos cercanos y lejanos. Debe haber fallecido en la peor amargura. Luis Inácio Lula Da Silva ha sido paradigma de obsesión por el poder, defendiendo al pueblo, miembro fundador y presidente honorario del Partido de los Trabajadores, obrero metalúrgico y sindicalista. Promovió las mayores huelgas contra la dictadura militar. Candidato a la Presidencia en 1989, 1994 y 1998, hasta obtener el triunfo en 2002 y gobernar dos periodos de 4 años, hasta 2010, dejando el poder y el deseo de reelegirse, mas se le frustró, por estar actualmente en prisión por acusación de fraude. A pesar de eso, sería el más votado. Y si de terquedades hablamos, aquí se cantan las mejores rancheras. Manuel Germán Parra buscó ser candidato a la Secretaría General de la FSTSE cuando ganó Salvador Sánchez, después con Daniel Espinoza persistió cuando ganó Carlos Rivapacio para seguir con Pedro Ulloa; continuó Luis José Dorantes, y finalmente, en 1983, su anhelo se realizó Actualmente, la marca AMLO cubre la geografía nacional después de haber perdido contra Calderón y Peña Nieto, caminando el territorio más de tres veces y sin una fuente conocida de ingresos, una especie de magia financiera o producto del “cochinito”; leer al maestro Hank: Político pobre, pobre político. gruedaf@yahoo.com.mx
