Letras y Números
JOSÉ ÁNGEL BRAMBILA LEAL
¿PRI pobre?
Lunes 24 de Septiembre de 2018 8:10 am
DON Pedro Salvatierra era un individuo alto y
fuerte, aunque de toscas facciones; además, era muy rico. Por allá, en uno de
los pueblos más prósperos de los Altos de Jalisco, el nombre de Pedro
Salvatierra se mencionaba con mucho respeto y admiración, se podría decir que
las referencias a su riqueza ya rozaban la fantasía, cosa que al hombre le
encantaba y que él mismo se encargaba de que ese mito se hiciera más grande, lo
que le procuraba una gran satisfacción personal, afecto como era al culto a su
persona. Si don Pedro contaba en sus corrales con 500 cabezas de ganado, la
gente pregonaba que el ganado del magnate aquel se contaba por miles. Si sus
cuentas bancarias tenían un millón de pesos, la vox populi hablaba de decenas
de ellos, además de que –decían– tenía bolsas con monedas de oro y plata
arrinconadas por ahí, en escondrijos que el populacho ubicaba en los sitios más
ocultos de lo que alguna vez fue la hacienda de los bisabuelos de don Pedro. Llegó el día en que don Pedro abandonó este
mundo y sus herederos se fueron acabando a puños aquella herencia mitad real y
mitad leyenda, pero que en realidad era incalculable. Aquellos vástagos
gastaban el dinero a manos llenas, sin preocuparse jamás por el mañana, como si
en realidad hubiera en las arcas las cantidades que la imaginación del pueblo
proclamaba. Tarde descubrieron que las cuentas del banco estaban en ceros, que
no había ganado en los corrales y que la admiración de sus paisanos se
transformaba en un rictus de compasión y hasta de lástima. Una noche se escuchó
el chirriar de las carretas y ya no amanecieron. La vieja hacienda se fue
desmoronando y nunca se volvió a saber de ellos. Recordaba la historia de Pedro Salvatierra
cuando veo lo pobre que se está quedando el PRI. Su presupuesto para este 2018
fue de casi mil 100 millones de pesos, para 2019 sus fondos serán de apenas 800
millones, lo que lo obligará a despedir a muchos de sus trabajadores y a
reducirles el sueldo a otros tantos. Lo grave no son los casi 300 millones de
pesos que le recortan, sino que ha perdido la Presidencia de la República y
muchas gubernaturas, de donde salían apoyos que superaban sus asignaciones. Qué lejanos empiezan a verse aquellos tiempos
donde el sol brillaba sobre los bienes del partidazo y de los elegidos que en
el mismo dominaban. Cuando llega la escasez, los sacrificados voltean hacia
donde está la opulencia. Ahí verán los hoy damnificados del PRI a aquellos
privilegiados que viven mundos irreales, como el actual senador y líder
petrolero, Carlos Romero Deschamps, sólo por mencionar uno de los muchos
“detalles” con que endulza su vida, le regaló a uno de sus hijos un Enzo
Ferrari de 2 millones de dólares y un Lamborghini Aventador de medio millón de
dólares, según consigna el portal de noticias Animal Político. ¿Cuántos de quienes hoy se verán despedidos,
deberán esa condición a las prácticas corruptas de quienes siguen gozando de lo
que queda de ese partido, como los 22 gobernadores que han acompañado al
presidente Peña Nieto durante su mandato y que están observados por la
Auditoría Superior de la Federación por un monto que supera los 258 mil
millones de pesos? Si ellos dieran a su partido sólo el 10 por
ciento de ese monto, estarían garantizando 25 años más de vida a su
institución. O tantito que le aportaran algunos ex gobernadores y líderes que a
su sombra se enriquecieron, como Humberto Moreira, Javier Duarte, Arturo
Montiel, Andrés Granier, además de Romero Deschamps, Víctor Flores y la propia
Elba Esther Gordillo, que aunque ahora esté enamorada de otros, mucho le debe a
esas siglas. Lo que digo es que busquen cómo salir de la pobreza en que se
encuentran, no sea que, al igual que los herederos de Pedro Salvatierra, un día
tengan que abandonar la casa tricolor, porque corre el peligro de desmoronarse.
¿PRI pobre o pobre PRI? PD. ¿Gusta opinar? Lo espero en Las Mentadas.
jbrambilaleal@yahoo.com.mx