Contraste
GLENDA LIBIER MADRIGAL TRUJILLO
La incertidumbre
Viernes 05 de Octubre de 2018 8:04 am
EN el estado de Colima, como en muchas otras
entidades del país que ya tienen o próximamente tendrán nuevas autoridades
surgidas de la aplanadora Morena y aliados, priva la incertidumbre por ver cómo
se van a conducir en gobiernos municipales y en la Legislatura local. Lo
incierto radica en que, mayoritariamente, quienes llegan carecen de experiencia
en esos espacios públicos. El lunes reciente que estuvo en Colima el
coordinador de la bancada de Morena y presidente de la Junta de Coordinación
Política de la Cámara de Diputados, Mario Delgado Carrillo, opinó que la
inexperiencia en muchos de los recién estrenados legisladores locales es bueno,
porque, de entrada, no cargan con vicios ni mañas que han caracterizado a la
clase política del país, principales causas por las que tantos de sus miembros
fueron reprobados en las urnas el 1 de julio pasado. Comparto lo dicho por Mario Delgado. Tampoco
creo que para desempeñar un cargo de representación popular se necesite
experiencia comprobada, pues de ser así, pocos, contados, llegarían a esos
espacios públicos. Pero sí, en cambio, se requiere capacidad e inteligencia
para sobreponerse lo más rápido posible a la ignorancia y hacer un papel digno. En la Legislatura local, hay rostros y voces
con antecedentes en el ámbito público, pero son los menos. La mayoría carece de
experiencia y se concentra en el bloque Morena-PT-PES (aunque los de Encuentro
Social se hacen llamar “independientes”, dado que perdió su registro como
partido político). El punto es que la mayoría parlamentaria es,
a la vez, la más inexperta y por tanto la que más expectativa genera entre la
sociedad colimense, pero también y especialmente entre la clase política que
históricamente ha detentado los principales cargos de elección en la entidad,
incluido el Congreso. Apenas el lunes pasado se instaló la LIX
Legislatura, histórica por su inédita conformación, pero no exenta de posibles
roces e incluso rupturas que pudieran darse en el camino, ya sea por ambiciones
personales o por exigencias grupales, pues no creo que el bloque mayoritario
esté libre de este tipo de personas. Al final del día, abandonarán ese barco
quienes, cegados por el ego, crean que en las urnas ganaron por méritos
propios, no por el arrastre de la ola lopezobradorista. Desempeñar el papel digno que han
comprometido, haciendo eco de lo que ha machacado el próximo presidente de
México, Andrés Manuel López Obrador, no sólo dependerá de lo que logren
morenistas, petistas e independientes como fracción, sino también del
compromiso y de la convicción individuales para remontar, lo más pronto
posible, la inexperiencia. Mucho ayudaría que no opaquen a los
inexpertos quienes ya tienen algo de carrera partidaria y busquen,
mediáticamente, ganar la nota, opinar de cualquier tema y de todos los
conflictos, aunque en los hechos no concreten nada y sólo vayan sumando
pendientes a los tantos asuntos sin resolver. Para ser y parecer verdaderos representantes
populares, de esos que actúan al margen de intereses particulares y acorde al
bienestar colectivo, no se necesita experiencia en las artes de la política. Se
requiere decencia y rectitud. Y mucho trabajo, dentro y fuera del recinto
parlamentario. Sin poses, sin aspavientos, sin protagonismos. Tras asumir el cargo, las y los diputados
locales se han colocado bajo el escrutinio público, especialmente los
morenistas, no tanto por lo que representen en sí mismos, sino por todo lo que
López Obrador ha comprometido al pueblo de México. Supongo que ellas y ellos,
lo tienen claro. POSDATA
En relación a la publicación en la revista
¡Hola! de la boda de César Yáñez Centeno, próximo coordinador general de
Política y Gobierno de la Presidencia de la República, el periodista Jenaro
Villamil escribió en su cuenta de Twitter: “No entienden algunos que la
población está harta de tanto exceso de frivolidad y exhibicionismo, aunque no
usen recursos públicos. En política, la forma es fondo”. Suscribo.