La consulta educativa
MANUEL GODINA VELASCO
Miércoles 10 de Octubre de 2018 7:46 am
DURANTE mi desempeño en diversos cargos
ocupados en la SEP, tuve oportunidad de participar en diferentes procesos de
reforma educativa; en algunas de esas tareas fui coordinador de algún tema
educativo en especial. Por eso me llama la atención el esquema que está
adoptando ahora el equipo de transición en materia educativa, por lo menos en
el evento de hoy llamado “Foro de Consulta Estatal Participativa en Colima”, en
el Polideportivo de la UdeC, entre las 10 de la mañana y las 2 de la tarde. Resulta que para desarrollar dicha consulta
se invitó a docentes, estudiantes, padres de familia y organizaciones de la
sociedad civil, a formular y registrar sus propuestas por internet, para luego,
al ingresar al evento, ver si su trabajo fue seleccionado de manera aleatoria,
para ser presentado ante los integrantes de una mesa de trabajo; el asunto es
que trabajarán simultáneamente 50 mesas dentro del espacio, por muy amplio que
sea, del Polideportivo universitario, lo que dificultará la exposición entre
tanto barullo, además de los más de mil asistentes que estarán en las
graderías. Como por la difusión y el interés de los
partidos que conformaron la coalición Juntos Haremos Historia, a los
militantes, simpatizantes e interesados en el tema educativo, se les dijo que
aquellos que no la enviaron por internet antes, se deben presentar entre las 7
y las 9 de la mañana de hoy, con un resumen de su propuesta de una cuartilla,
para que la entreguen, se registren y esperen a que sea aceptada para
presentarse en público. Como en todo evento político, y este lo es
más que académico, pues se trata de un compromiso de campaña, se han designado
a 10 personas, espero sean educadores o conocedoras del tema, para “encausar”
debidamente las cientos de propuestas, lo que se presume que estas consultas
son simplemente para legitimar la anunciada abrogación de la reforma que está
vigente. Como educador, con más de 40 años al servicio
de la educación, considero que la actual reforma o modelo educativo tiene más
bondades que defectos. En todo caso, se debe tomar lo más aceptable de la misma
y desechar o modificar algunos aspectos que originaron el rechazo de los
docentes, como separarlos si no aprueban; los maestros no están contra la
evaluación, pero sí contra el carácter punitivo de la evaluación; si corrigen
esto y dan prioridad al aspecto técnico de los planes, programas y un modelo educativo
apropiado y flexible para cada región o lugar, la reforma se salva. No olvidemos que desde hace 6 años, el Estado
mexicano recuperó la rectoría de la educación antes manipulada o controlada por
la nefasta corriente sindical de Elba Esther Gordillo o por los facciosos
disidentes de la CNTE. Esa potestad que nunca debió haber perdido la
SEP, se fue quedando en manos de la dirigencia sindical, cuyo control se
convirtió en juez y parte, sometiendo a los propios gobernadores a aceptar la
designación de ex dirigentes seccionales para poner en práctica una corrupción
galopante, que repercutió en la baja de la calidad educativa mexicana, hasta
situarnos en el último lugar entre los países miembros de la OCDE. No podemos negar que el país requería con
urgencia mejorar su sistema educativo como una estrategia para lograr la
movilidad social, alcanzar mejores prácticas democráticas y contribuir al
desarrollo económico que demanda el México moderno. Si a todo esto contribuye o
aspira lograr la reforma educativa hoy vigente, sólo debemos eliminar o
modificar aquellos aspectos o puntos que han resultado más cuestionables. La evaluación docente y la profesionalización
del magisterio, no deben convertirse en acción punitiva para dejar sin trabajo
al maestro, debe significar la posibilidad del perfeccionamiento permanente y
mejoría económica, pero no su cese.
La compra y herencia de plazas, ya
desterradas con los procesos de evaluación que benefician al maestro, no deben
volver a imperar en la asignación de plazas o ascensos.
*Analista político