La batalla por la identidad
ROSA EVELIA VILLARRUEL FIGUEROA
Viernes 12 de Octubre de 2018 7:46 am
AL llegar a este mundo y dependiendo de los
órganos sexuales a la vista, podemos asegurar si somos niños, niñas o seres
intersexuales, porque así está establecido social y biológicamente. Pero al
pasar el tiempo, cada quien va apropiándose de una identidad que no siempre
cubre las expectativas de nuestros progenitores o el contexto familiar, y ahí
es donde comienza el conflicto entre qué esperan de mí, quién soy físicamente,
e íntimamente quién quiero ser. Esta batalla por la identidad genérica ha
colocado a la sociedad conservadora y a la Iglesia en una verdadera batalla
ideológica, pues no alcanza a dimensionar que todo lo que tiene que ver con
este mundo y la naturaleza evoluciona, se transforma, y no precisamente a
voluntad humana. Estas resistencias al cambio han generado consecuencias muy
desafortunadas para las personas que se viven diferentes y que solamente
reclaman el derecho inalienable a la vida y felicidad. Quienes se erigen como juzgadoras del
quehacer humano, también se arrogan el derecho a la razón, y en aras de ella no
les importa atropellar a quienes, según su sistema de creencias, no se ajustan
a estos preceptos. Aprovechan cualquier pretexto para hacer valer sus ideas,
recurriendo incluso a actos de violencia que en nuestros días son altamente
combatidos por grupos y personas que le apostamos más a la tolerancia y la
solidaridad como valores que sí promueven una convivencia sana y armoniosa
entre seres humanos que somos. Desde un punto de vista reduccionista y
prejuiciado, estos grupos retrógradas se han quedado en la prehistoria, ajenos
al desarrollo evolutivo, considerando que al nacer sólo necesitamos comida y
cobijo para subsistir, que con cubrir estas necesidades elementales es
suficiente; la realidad nos dice que muchas personas ni siquiera con eso
cuentan al llegar a esta vida, y si en su desarrollo descubren una identidad
genérica diferente, la batalla será aún más dura, pues tendrán que lidiar,
primero, con su descubrimiento interno, la familia y el entorno en el que se
desenvuelven. En ese batallar por su aceptación como
personas transexuales, está muy presente la lucha por sus Derechos Humanos,
para que se les respeten todas sus garantías y pertenecer, con todas sus
implicaciones, a esta sociedad, pues ninguno de ellos o ellas pidió nacer así.
La paradoja es que quienes ejercen rechazo en su contra, quedan libres de toda
responsabilidad, pero si la proyectan hacia sus víctimas y con tal saña, llegan
hasta arrebatarles la vida. Personalmente, rechazo y me manifiesto contra
los concursos de belleza, sigo pensando que no deberían existir, pues sólo
cosifican los cuerpos de las mujeres, sometiéndolos a estándares y estereotipos
de belleza fuera de lo real, basándose de cánones que no corresponden a los
fenotipos naturales de las mujeres mexicanas, porque también éstos están
concebidos para favorecer económicamente las grandes industrias de cosméticos,
textiles y otros enseres de los cuales las concursantes no obtienen ningún
beneficio. Recientemente, en varios medios se extendió
la noticia de la aceptación de una mujer transexual como concursante en la
competencia anual para elegir a la mujer más bella del universo. Esta noticia
causó revuelo y pisó callos, no porque no cubriera con los requisitos de
belleza, medidas o conocimientos, sino porque quienes sí nacieron mujeres con
genitales femeninos se oponen rotundamente a que una mujer con genitales
masculinos se arrogue ese mismo derecho. Más allá de ser una cuestión compleja, nueva
en esta sociedad conservadora, las reacciones desencadenadas trascienden a un
estado de cosas, donde los insultos a cada publicación sobre el tema suben
considerablemente de tono y han sido caldo de cultivo para tantas personas que
están en contra de que mujeres transexuales deseen vivirse como realmente son y
no atiendan a la jugada inconsciente que les ha hecho la naturaleza. La tarea
sigue siendo apostarle a la tolerancia y repudiar la violencia.
*Ex secretaria de Mujeres de Morena Colima