LUNES POLÍTICO
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Lunes 15 de Octubre de 2018 7:55 am
Cuyutlán, la
caseta LA caseta de peaje de Cuyutlán, en la
autopista de Colima a Manzanillo, se ha convertido en el símbolo de una
injusticia, de un prolongado abuso con base en un contrato que no debiera
existir, el Fideicomiso 358 de Banobras, auspiciado y avalado por la Secretaría
de Comunicaciones y Transportes. La ampliación de la concesión a octubre de
2017, cuando fenecía en 2007, primero, y la nueva extensión por 30 años más,
hasta 2047, a la empresa Promotora y Operadora de Infraestructura (Pinfra), que
al principio fue Constructora General del Norte, S.A. y después Tribasa
(Trituradora de Basálticos, S.A.), es el colmo de las turbiedades. Con el pretexto de que Banobras necesitaba
recuperar los remanentes de la anterior concesión, la SCT le otorgó los nuevos
Títulos de Concesión en diciembre de 2010, que se concretó en 2011, y entonces
se amplió a 30 años más a partir de que se venciera la de 2017. El
concesionario en la actualidad es Pinfra. Todo eso está contenido en el Fideicomiso
358, que fue creado en 1986, bajo la presidencia de Miguel de la Madrid
Hurtado, para rescatar a constructoras endeudadas y en riesgo de bancarrota. A
cambio, esas empresas –entre ellas la desaparecida Constructora General del
Norte, S.A., de la que Tribasa era originalmente una rama– harían obras
públicas, como fue el caso de la terminación de la autopista de Guadalajara a
Manzanillo, que ya tenía muy avanzada el propio Gobierno Federal en 1987, con
inversión del propio presupuesto gubernamental. Constructora General del Norte, S.A. y luego
convertida en Tribasa tienen una historia turbulenta, pues se le ha ligado a
políticos como Carlos y Raúl Salinas de Gortari y Carlos Hank González, aunque
su propietario más destacado, David Peñaloza Sandoval, siempre lo negó y dijo
que ha tratado a esos y otros políticos por circunstancias de su trabajo
empresarial. El Fideicomiso 358 desaparecería en cuanto
las empresas liquidaran la deuda con Banobras, que les otorgó créditos para
construir las obras. Titular de la concesión, que le dio a su vez la SCT, la
cedió a las constructoras para que operaran y explotaran la vía y de ahí
abonaran al empréstito. El esquema parecía correcto hasta que con el
pretexto de la crisis financiera ocurrida en el sexenio de Miguel de la Madrid,
apareció la idea de prolongar el negocio y convertirlo en permanente, como lo
aprovecharon los presidentes posteriores desde Carlos Salinas de Gortari hasta Enrique
Peña Nieto, pasando por Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón. En el
gobierno de este último se dio la prolongación del Título de Concesión hasta
2047 a Pinfra. En la primera etapa del Fideicomiso, operaban
dos casetas en territorio de Colima, la del puente de Armería y la del puente
de Tepalcates (sic), según datos aportados por la Auditoría Superior de la
Federación en fiscalización practicada en 2015 a una parte del Fideicomiso,
como análisis de Cuenta Pública correspondiente a 2014. Después quedó sólo la
que se construyó en Cuyutlán, la más cara del país, concesionada a Pinfra. La obra de construcción de la autopista ya
está pagada desde mucho tiempo atrás, pero se sigue cobrando a los usuarios. Es
un abuso. La concesión del tramo Armería-Manzanillo la mantiene Pinfra y lo
será por 29 años más, si no se revoca. Eso es lo que pagamos los colimenses y otros
usuarios en la caseta de Cuyutlán, escenario de protestas y enfrentamientos con
mayor o menor violencia, según la circunstancia. Pinfra es una empresa que mantiene en el país
28 concesiones de autopistas de peaje. Cobra a cambio de dar mantenimiento y
operar la vía. También construye puertos, aeropuertos, presas, autopistas y
otras obras de infraestructura, pero no es su línea principal. Entre las
concesiones, cuenta las de San Martín Texmelucan-Tlaxcala, Tlaxcala-Xoxtla y
Tlaxcala-San Martín Texmelucan, según informa la página oficial de Pinfra. Una de estas autopistas al menos habría
resultado un mal negocio para la empresa, de modo que la SCT, por medio de
Banobras, le compensó las pérdidas ampliándole en 30 años la concesión del
tramo Armería-Manzanillo, de modo que los colimenses y los usuarios foráneos de
la autopista, pagaremos las malas cuentas de Pinfra en Tlaxcala. Esa es una de las razones de las protestas
sociales y de que el gobernador José Ignacio Peralta Sánchez haya solicitado a
la SCT la cancelación de la caseta de peaje de Cuyutlán. La SCT le negó la
solicitud. El viernes, el Mandatario anunció que se procederá jurídicamente
para que en tribunales se dirima el caso. Hoy, Peralta Sánchez recibirá al Presidente
electo, Andrés Manuel López Obrador. Dialogarán asuntos de interés colectivo
para Colima. Uno de los temas podría ser la caseta de Cuyutlán y la petición de
que se cancele la concesión a Pinfra. Es recomendable que López Obrador atienda
la petición popular y que ceda, cuando ya sea Presidente en funciones, la
autopista a jurisdicción estatal. Si esto último sucede, podría dejarse de
cobrar peaje a los vehículos colimenses y sólo lo pagarían los automóviles con
placas foráneas, y los transportes comerciales, sobre todo los tráileres de
carga. Con ese dinero se daría mantenimiento a la autopista. Ojalá se dé esa
solución u otra mejor. Gira benéfica COMO parte de la gira de agradecimiento que
realiza por todo el país, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador,
estará hoy en la capital colimense. Antes de encabezar un acto público en la
Rotonda de los Colimenses Ilustres programado para las 5 de la tarde, se
reunirá en privado con el gobernador José Ignacio Peralta Sánchez, en Palacio
de Gobierno. Además, en la misma sede del gobierno
estatal, se contempla una reunión plenaria con el Gabinete estatal, diputados
locales, alcaldes, legisladores federales, cámaras empresariales y
representantes de los sectores social y académico. Colima es la entidad número 23 que visita
López Obrador en este recorrido que se inició el 16 de septiembre en Nayarit.
Se trata de una buena idea del próximo Mandatario federal, pues por una parte
regresa para agradecer a la gente que votó por su candidatura y por los
abanderados de Morena en la pasada contienda electoral del 1 de julio, pero
también les da su lugar a los Gobernadores de cada entidad federativa y
sostiene con ellos el primer acercamiento como Presidente electo. Para los Mandatarios estatales es benéfico
que quien dirigirá al país los próximos 6 años, a partir del 1 de diciembre, se
entere de primera mano y antes de asumir el cargo, de los problemas particulares
de cada entidad, pues seguramente Andrés Manuel canaliza a sus colaboradores de
las áreas respectivas las prioridades de atención que cada Gobernador le
comunica. De ser ese el caso, es interesante la etapa
previa al inicio del sexenio lopezobradorista, pues al llegar a la Presidencia
tendrá un panorama más claro de cuáles son las necesidades primarias de los
mexicanos en cada estado y, conforme a ello, su Gabinete tendrá los elementos
para empezar a dar atención inmediata e incluso particularizada en algunos
rubros. Esta gira de agradecimiento también es
rentable políticamente para López Obrador, quien cumple su palabra de regresar
con la gente después de ganar la contienda, pero a la vez le sirve para
reforzar su presencia ante la sociedad, porque el interés de escucharlo como
Presidente electo ya no es exclusivo de quienes votaron por él, sino que ahora
el público es más amplio. Por lo que se ha observado en mítines que ha
encabezado en otras entidades del país, su visita ayuda a unir a la gente,
sobre todo después de un ríspido proceso electoral que confrontó a candidatos y
a quienes simpatizaban con ellos. Andrés Manuel está haciendo su recorrido en
son de paz. Así llega hoy a Colima, por lo que se espera que en la Rotonda de
los Colimenses Ilustres haga un llamado a la reconciliación social, a la
unificación de la gente en torno a los gobiernos federal, estatal y
municipales, como lo ha estado haciendo en cada ciudad que ha visitado en las
semanas recientes. Excepto el 1 de octubre, durante la instalación
de la 59ª Legislatura local, cuando un militante de Morena dejó entrar al
recinto legislativo a un grupo de manifestantes que por momentos alteraron el
orden en la Sesión Solemne, en la entidad se ha registrado un comportamiento
tranquilo y civilizado por parte de los nuevos representantes populares de la
coalición Juntos Haremos Historia, lo cual es positivo para la convivencia
democrática y el desarrollo del estado. López Obrador sabe, y así lo demuestra, que
dejó de ser oposición para convertirse en Gobierno, lo que conlleva un cambio
de actitud y de discurso. Los diputados surgidos de Morena están obligados a
entender esa premisa y hacer eco del ejemplo que pone el Presidente electo, que
ha sido de franco rechazo a la confrontación y a la división. Aun antes de asumir la máxima Magistratura
federal, AMLO se ha echado a cuestas una ardua tarea de empezar a delinear, con
meses de anticipación, lo que será su periodo sexenal. A la vez, recorre el
país con el llamado a la reconciliación social y al trabajo unido con sus
gobiernos, indistintamente del partido político al que cada cual pertenezca. Por el bien de Colima, en esa ruta deben
empezar a caminar las autoridades. Mejorar la
educación EL Foro de Consulta Estatal Participativa
“Educación para el Bienestar, Acuerdo Nacional sobre la Educación”, que se
realizó la semana pasada en el Polideportivo de la Universidad de Colima,
resultó exitoso, pues se cumplieron las expectativas de que los asistentes
presentaran sus propuestas para mejorar la educación en el país. Participaron mil 297 personas, entre
maestros, administrativos, padres de familia y estudiantes, quienes registraron
unas 600 ponencias. Esteban Moctezuma Barragán, próximo
secretario de Educación del Gobierno Federal, encabezó estos trabajos y
manifestó que el foro fue un ejemplo a nivel nacional, por su participación y
las propuestas para el nuevo modelo educativo. También agradeció al rector de la Universidad
de Colima, José Eduardo Hernández Nava, la organización del evento, que se
realizó en un clima de trabajo seguro y ordenado. Con estas consultas, el gobierno de Andrés
Manuel López Obrador, que entra en funciones el próximo 1 de diciembre, busca
construir un acuerdo educativo que ayude a mejorar y fortalecer la
enseñanza-aprendizaje. Moctezuma Barragán aseguró que se trata de “la gran
oportunidad de México para hacer de la educación un derecho auténtico, no un
privilegio”. Sobre este encuentro, el rector de la UdeC,
Eduardo Hernández Nava, expresó que en la elaboración del Acuerdo Nacional se
necesita la participación de la sociedad “para encontrar ideas y propuestas que
abonen a la posibilidad de una gran transformación educativa con equidad,
calidad e inclusión”. Antes de que se realizara este foro en
Colima, se respiraba un ambiente de tensión por lo que había ocurrido apenas 3
días antes en Acapulco, donde hubo una gresca entre maestros del SNTE y de la
Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG),
quienes se dieron hasta con las sillas. En el encuentro de Colima, Esteban Moctezuma
confirmó que se cancelará la reforma educativa y se hará una nueva que
realmente sea la plataforma para elevar el nivel de la educación en México. Tiene razón al señalar que antes de dicha
reforma, se emprendió una campaña de linchamiento contra los maestros, se les
humilló, se cometieron errores que se tendrán que corregir. Asegura que los profesores despedidos
injustamente durante el actual régimen serán recontratados, y sostuvo que nunca
más se harán reformas sin consultar al magisterio. Definitivamente es bueno que el equipo de
López Obrador realice estos foros de consulta abierta a la sociedad para llevar
a cabo una reforma educativa de gran calado, que mejore sustancialmente la
educación en México, en preescolar, primaria, secundaria, bachillerato y nivel
superior. Sin embargo, no se debe cancelar del todo la
reforma actual, lo que sirva debe quedarse, por ejemplo, la evaluación de los
maestros –en la que ellos mismos están de acuerdo–, eso sí, que se elimine el
carácter punitivo y persecutorio. Mario Delgado Carrillo, coordinador de la
bancada de Morena en la Cámara de Diputados, en entrevista con el periodista
Héctor Sánchez de la Madrid, en Diario de Colima, expresó que se dice mucho que
con la reforma educativa el Estado recuperó la rectoría de la educación, “pero
eso es falso, eso no estaba en ninguna ley, esos eran acuerdos políticos que
tenía el gobierno con el Sindicato, en eso no estamos de acuerdo y no va a
regresar”. Aseguró que el Presidente electo ha dicho que
respeta la autonomía del SNTE, por lo que adelantó que no se interferirá, pero
tampoco se va a regresar a esos vicios del pasado que afectaron a la educación. Lo dicho por Mario Delgado tiene congruencia,
porque la semana pasada, Andrés Manuel se lanzó contra la CNTE al tacharla de
estar conformada por falsos radicales. La retó a ser democrática con sus
agremiados. “Si son democráticos, que le pregunten a los maestros qué quieren.
Nada de que devuélvannos la nómina”. Hay un claro rompimiento con la Coordinadora
y una definición con el SNTE, pues Moctezuma Barragán afirmó que el gobierno de
López Obrador no será apoyo ni obstáculo en el regreso de Elba Esther Gordillo
al gremio magisterial. La próxima administración federal deberá ser
muy cuidadosa y no cometer los errores del pasado, de los acuerdos cupulares de
gobiernos priistas y panistas con el SNTE que tanto daño le hicieron a la
educación. Por lo contrario, tiene que cumplirle al país y hacer una nueva reforma
que realmente eleve la calidad educativa y sea el motor del desarrollo de
México. Protección a
alcaldes MUY grave fue la incongruencia de los
integrantes de la 58ª Legislatura local que a unos días de concluir su gestión
aprobaron derogar el artículo 223 Bis 2 del Código Penal del Estado. Ese artículo, que los mismos tribunos
aprobaron el 31 de octubre de 2017, fue eliminado sin darle la difusión debida.
Hay que señalar que el 223 Bis 2 del Código sancionaba a los funcionarios
públicos que no entregaran las retenciones y aportaciones del dinero de los
trabajadores. Sirvió para que dirigentes sindicales
denunciaran penalmente a los alcaldes de Colima, Héctor Insúa García; de
Tecomán, Guadalupe García Negrete, y de Villa de Álvarez, Yulenny Cortés León. Sin embargo, el 27 de septiembre pasado, en
una de esas sesiones maratónicas donde desahogaron muchos asuntos, incluyeron
la derogación, lo que representa un duro golpe a los trabajadores del gobierno
y es un acto de complicidad con las tropelías cometidas por los alcaldes que
violaron la ley. El artículo 233 Bis 2 del Código Penal del
Estado señalaba textualmente: “Al servidor público que descuente o retenga
cuotas o aportaciones a los empleados de una entidad pública, y omita
destinarlas al fin para el que estaban previstas de conformidad con las leyes y
demás disposiciones jurídicas o estatutarias aplicables, o los aplique a fin
distinto al establecido por las mismas, se le impondrán de 4 a 8 años de
prisión cuando el valor del detrimento patrimonial sea de hasta un importe
equivalente de 2 mil Unidades de Medida y Actualización. “De 6 a 12 años de prisión cuando dicho monto
exceda de un importe equivalente de 2 mil pero no de 4 mil Unidades de Medida y
Actualización, y de 8 a 15 años de prisión cuando el mencionado monto o daño
patrimonial causado excede de un importe equivalente a 4 mil Unidades de Medida
y Actualización”. Las denuncias penales contra los tres
alcaldes citados contenían ese desvío de millones de pesos de los trabajadores
y, de aplicarse la ley, ese trío debería terminar en prisión, pero los
anteriores diputados se encargaron de cubrirles las espaldas. Con esa acción, no solamente dejan impunes
los delitos de los tres ediles, panistas por cierto, sino también abierta la
posibilidad de que futuras autoridades municipales sigan robando el dinero de
los burócratas, sin ninguna consecuencia. La iniciativa para derogar ese artículo fue
presentada por el diputado panista, Alejandro García Rivera (ex yerno de Jorge
Luis Preciado), quien argumentó que cuando se aprobó, no consideró las
consecuencias posteriores de su entrada en vigor y pudiera provocar confusión
en la resolución de los juzgadores y controversias dentro de la normatividad,
adoptando delitos poco coherentes y racionales, dado la poca ligereza y
claridad a la aplicación de la norma. Con ese galimatías trató de justificar la
protección que se les brinda directamente a los tres presidentes municipales
que abusaron y tomaron dinero que no debían. La Comisión de Estudios Legislativos del Congreso
del Estado, responsable de elaborar el dictamen, señaló por su parte que en el
delito de peculado y en el entonces vigente de desvíos de cuotas y
aportaciones, existía similitud, lo que tampoco es exacto. El delito de peculado, según el Código Penal
en su sección segunda de Delitos contra la Sociedad, Título Primero, Capítulo
V, artículo 131, dice: “Al servidor público que en provecho propio o ajeno
disponga ilícitamente de dinero, valores, fincas o cualquier otro bien que
hubiese recibido por razón de su función, en administración, depósito o
cualquier otra causa, se le impondrán de 2 a 15 años de prisión”. Como se observa, son muy distintos el
peculado y las causales que marcaba el artículo derogado. Y si los anteriores diputados se vieron mal,
igual se vio el gobernador, José Ignacio Peralta Sánchez, al no vetar el
decreto que da lugar a la derogación del artículo, pues al publicarla en el
Periódico Oficial El Estado de Colima, el 2 de octubre pasado, se avala una
acción atentatoria contra los derechos de los trabajadores y permite la
impunidad a delincuentes de cuello blanco.
Los integrantes de la 59ª Legislatura tienen
en sus manos corregir el error y volver a aprobar ese artículo para evitar que
siga el desfalco de los alcaldes.