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Difusión ciudadana



MILTON DE ALVA

Urgente e importante


Sábado 20 de Octubre de 2018 8:47 am


LAS palabras tienen más poder que las balas en el mundo civilizado, caso contrario es el poderío de los ejércitos para hacer valer. Es lo que hemos aprendido de las potencias económicas y militares, que por cierto, no siempre representan ambas cosas. Como ejemplos tenemos a una Alemania o Japón que dicen contar con ejércitos para la autodefensa y que en la actualidad son potencias económicas que mueven al planeta en materia comercial; caso contrario de Corea del Norte, que al poseer armas de disuasión nuclear y el apoyo de China continental, ha mantenido a raya a la todavía Nación más poderosa del planeta, y dicho sea de paso, la de mayor endeudamiento, me refiero a los Estados Unidos de América.

Estas dos últimas naciones representan, hoy por hoy, potencias económicas y militares, sin dejar atrás a Rusia, que ha sabido dirigirse hacia una economía con mayor apertura, y que con el poderío militar con el que cuenta hace una mancuerna de contrapesos con China y Occidente. 

Los especialistas han pronosticado que las próximas guerras serán por agua y alimentos, esto debido a los cambios climáticos que hemos generado a nuestro planeta, por lo que los países desarrollados se preparan en todos los ámbitos para ello. Los países emergentes como el nuestro, seguimos enfrascados desde hace más de medio siglo en el gran problema de corrupción acelerada que enfrentamos como sociedad.

Los que hemos sido parte del cambio acelerado que ha sufrido la humanidad en estas últimas décadas, desde la Generación X, hemos sido afortunados de ver esos cambios tecnológicos disruptivos, hasta los jóvenes, que ya tienen como una nueva extensión de su cuerpo a un aparato celular que cumple un rol súper multifuncional; sólo basta recordar cuando en los años 80, para cada aplicación se contaba con un solo aparato: grabadora de video, sonido, calculadora, teléfono, navegador, televisión, etcétera, y sin embargo, no hemos tenido la visión de conservar un planeta mejor. 

Mientras que en los países desarrollados están en la etapa de la sustitución de uso de combustibles fósiles por energías verdes, limpias y renovables, en México nos debatimos en la construcción de nuevas refinerías y de puertas de entrada aéreas, para visitantes de otros países y nuestra Nación. 

Existe un temor muy sentido de la población –en donde me incluyo–, referente a que el próximo gobierno no cumpla con las expectativas en combate a la corrupción, ni en el castigo a los que delinquieron en los presupuestos públicos, haciéndose multimillonarios a costa de la pobreza y muerte de millones de mexicanos, así como tampoco en la evidencia de que las personas entrantes cuenten con las mejores cartas credenciales en capacidad técnica, honestidad, honradez y compromiso con el país. 

La palabra confianza genera sentimientos de seguridad, principalmente, y no es algo que se dé fortuitamente, se va logrando a través del tiempo, con las acciones de las personas; es decir, tengo confianza que ese doctor me operará bien y me cobrará lo justo; tengo confianza en el arquitecto que me construirá mi espacio para vivir o mi negocio al mejor costo posible del mercado; tengo confianza que los políticos entrantes son los más capaces en todos sentidos.

El solo hecho de imaginar que a la persona que le confiarás tu vida, tu patrimonio y tu futuro te genera tranquilidad y satisfacción, imagina ahora una persona que pueda brindar la confianza y seguridad de viajar a tu país, de invertir en negocios, de crear las condiciones de vivir en paz, con justicia y equidad. Percepción es realidad, y hoy la nuestra no nos inspira eso. 

Los mensajes que enviamos al mundo sobre la construcción del nuevo aeropuerto son pésimos. Sólo contamos con una sola alternativa, la cual es coincidente con todos los especialistas calificados mundiales y nacionales. Las condiciones orográficas de la zona no permiten la operación conjunta de dos aeropuertos, como lo plantea el Presidente electo y sus funcionarios, además, existe un refrán popular que reza: “Para ser, primero hay que parecer”, y un aeropuerto con las características en la que se construye el actual es de primer mundo, con operatividad y conectividad, generando comercio y turismo en grandes proporciones. ¿Qué es un nido de corrupción y negocio de los actuales funcionarios priistas con precios inflados y por eso lo quieren cancelar? Por favor, no castiguen un proyecto de clase mundial, mejor castiguen a los culpables y continúen.

¿Que la zona se hunde? La ingeniería mexicana ha probado con creces estar a la altura de las mejores del mundo. En China, se construyen aeropuertos sobre el mar: en Arabia zonas habitacionales completas mar adentro.

Es importante que el gobierno entrante dé señales de confianza a los empresarios y ciudadanos que gustan por visitar e invertir en México, de lo contrario, estaremos en grave problema de revivir aquel famoso error de diciembre de 1994, pero en esta ocasión, con un nivel de daño mucho mayor.


*Es diputado local del PAN