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De ayer y de ahora



JAIME ROGELIO PORTILLO CEBALLOS

Por qué es importante la familia


Domingo 21 de Octubre de 2018 8:42 am


QUIERO hacer unas reflexiones iniciales sobre lo que considero que es una familia. Todos nosotros, para poder vivir, coexistir y sobrevivir, necesitamos estar ligados de algún modo a un grupo familiar.

La familia es el contexto natural para crecer y para recibir auxilio. La familia es un grupo natural que en el curso del tiempo ha elaborado determinados modos de relación. Estos constituyen la estructura familiar, que a su vez rige el funcionamiento de los miembros de la familia, define su gama de conductas y facilita su interacción recíproca. La familia necesita de una estructura viable para desempeñar sus tareas esenciales; a saber, apoyar la individuación al tiempo que proporciona un sentimiento de pertenencia. Esa estructura está compuesta por la relación de la pareja, la parte conyugal; el aspecto parental, o sea la relación padres-hijos; y lo correspondiente a la relación entre hermanos, todo ello en lo que se conoce como familia nuclear. En la familia extensa están presentes los abuelos y en relación con ellos, los nietos. La estructura familiar incluye la autoridad, los límites entre las generaciones y el rol que cada quien juega en dicha estructura.

La familia es una unidad de desarrollo social que enfrenta una serie de tareas de desarrollo. La familia vive cambios y acomodos a lo largo de las distintas etapas del proceso de desarrollo familiar. Y es en estas etapas cuando va modificando su estructura, de tal manera que la familia se enfrenta al desafío de cambios internos y externos y, a la vez, a mantener su continuidad.

La visión de la familia como un sistema de miembros interrelacionados nos lleva a pensar que el individuo no existe, salvo como una abstracción. Todo individuo vive en un contexto y el contexto más significativo es la familia. El hombre no es un ser aislado, sino un miembro activo y reactivo de grupos sociales. La experiencia del hombre es determinada por su interacción con el medio. El contexto influye directamente sobre el proceso interno de la mente. (Minuchin, 1989).

La importancia de la familia es tal, ya que es el sistema de relaciones fundamentalmente afectivas, presente en todas las culturas, en el que el ser humano permanece largo tiempo y no un tiempo cualquiera de su vida, sino el formado por sus fases evolutivas cruciales. Los aspectos más significativos de este contexto es que: 1) Es el primer ambiente social del cual el ser humano depende por completo por un período más bien largo; 2) Es el ambiente social donde los padres o sus sustitutos interactúan como modelos en forma recurrente en la formación de sus hijos; y 3) Es en este ambiente donde las frecuentes interacciones, intensas, duraderas en el tiempo, crean un alto grado de interdependencia.

La familia opera como un sistema gobernado por reglas, en el interior del cual los miembros tienden a comportarse de forma organizada y repetitiva. Esta adopción de reglas, es decir, aquellas normas implícitas y explícitas que limitan los comportamientos individuales, organiza las interacciones de modo que se conserve la estabilidad, con el fin de convertir a la familia en una organización fundamentalmente protectora.

Entre las múltiples interacciones familiares que se producen (alimentar, proteger, mimar, instruir, renunciar, sacrificarse, etcétera), cada sistema familiar tiende usualmente a organizarse en torno de aquello que se revela más útil para el mantenimiento de la unidad familiar, a crear relaciones permanentes. Además, se favorecen las relaciones que mejor concuerdan con las convicciones ideológicas personales de uno o ambos progenitores. Si las reglas llegan a ser demasiado rígidas, se generan círculos viciosos de los que no se consigue salir porque nadie es capaz de cambiar las reglas: el sistema se vuelve patológico y nos recuerda a un disco rayado. (Nardone, 2003).