San Felipe de Jesús, patrono y protector de Colima
Domingo 05 de Febrero de 2017 10:18 am
+ -En Colima y Villa de Álvarez, cada 5 de febrero se rinde tributo a San Felipe de Jesús, proclamado como Santo Patrono de Colima, hace más de 3 siglos.
EN nuestros tiempos, como desde hace 160 años, cada 5 de febrero, el municipio de Villa de Álvarez, conurbado a la capital, se viste de fiesta, esto en honor a San Felipe de Jesús, pero cabe recordar que la historia de devoción en Colima hacia esta figura religiosa surge desde hace casi 4 siglos.
Esta religiosidad, que deriva en un culto permanente en Colima hacia este santo, ha ocasionado que académicos realicen estudios en torno a San Felipe de Jesús y sobre las representaciones sociales que se producen.
El doctor en Historia de la Universidad de Colima, Raymundo Padilla Lozoya, ha documentado dichas manifestaciones del Santo Patrono, a quien se le concedió el cuidado del pueblo colimense.
“Al iniciar el Siglo 17, en la Villa de Colima, México, fue declarado Santo Patrono contra incendios y temblores, y desde entonces protege a los colimenses contra esas calamidades”, expresa el libro del propio investigador, Imaginarios y representaciones sociales y culturales en transición, publicado por la editorial Praxis y la Universidad de Colima.
Padilla Lozoya describe como antecedente la evolución del patronazgo religioso en Colima y la región. De acuerdo a referencias históricas que cita en su libro, expresa que la primera referencia de un patronazgo en la entidad se da en 1617, con la Santa María de Guadalupe, 120 años antes de la asignación que derivó a la misma Virgen de Guadalupe en la capital del país.
Posteriormente, a principios del Siglo 17, la Diócesis de Colima se consagró al primer protector, al Divino Corazón de Jesús, en tanto que la Virgen María de Guadalupe se ha mantenido como imagen religiosa de mayor arraigo, pero es, pocos años después de ese entonces, que San Felipe de Jesús, ante una época de desastres, propició que el Ayuntamiento de Colima jurara al santo las conmemoraciones anuales y cultos públicos de la época.
“Las representaciones analizadas desde un enfoque histórico nos proyectan luces sobre la realidad construida por los grupos sociales, con base en su intelecto, creencias y cosmovisión, con la cual respondían de distintas maneras particulares”, expone Padilla Lozoya.
Al respecto, el vocero de la Diócesis de Colima, Óscar Llamas Sánchez, expresa que la proclamación de San Felipe de Jesús se da años después de su beatificación en 1627 y antes de su canonización, poco antes de la mitad del Siglo 17, aunque hay referencias de carácter histórico que advierten que pudo ser en 1609, tras un incendio que destruyó la Villa de Colima.
“Lo maravilloso de su patronazgo es que él mismo se propuso como patrono. Se refiere, a manera de historia, que fue él mismo quien se apareció minutos antes de la designación del Santo Patrono ante los encargados en el Ayuntamiento de Colima de tomar esta decisión”, relata el párroco.
“Se dice que llegó al Ayuntamiento un hombre vestido como franciscano y que le dijo a los responsables de tomar esta decisión que si lo eligen a él, a Felipe de Jesús, sería un buen patrono. Se echó la suerte en tres ocasiones, y fue que en las tres veces salió como elegido Felipe de Jesús, siendo él un beato y no santo aún. El hombre vestido de fraile había desaparecido después de eso”, refiere Llamas Sánchez.
Es por ello que para nuestra época es oportuno precisar que la festividad original data del municipio de Colima, pero que ha tomado mayor relevancia en Villa de Álvarez, a partir de 160 años a la fecha, cuando también la comunidad aledaña a la capital, después convertida en municipio, adoptó también sus festejos charrotaurinos en honor al santo patrono.