Entrega José Narro Robles facsimilar de la Constitución
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Lunes 27 de Febrero de 2017 2:34 pm
+ -El Secretario de Salud reconoció que existen deudas sociales que se deben saldar, como la desigualdad y la pobreza
Con la representación del Presidente Enrique Peña Nieto, el Secretario de Salud, José Narro Robles, entregó hoy al gobernador de Zacatecas, Alejandro Tello Cristerna, el Facsimilar de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, como un símbolo de unión de los mexicanos, nuestra entidad y ejemplo de todo lo que nos articula como Nación.
En la ceremonia que se realizó en el Palacio de Gobierno, el Secretario Narro Robles afirmó que la Constitución representa la materialización del “pacto” que suscribió un grupo representativo de la sociedad, como conclusión de la Revolución Mexicana. Gesta que escenificó una de sus batallas más importantes con la toma de Zacatecas por parte de la División del Norte en junio de 1914.
Puntualizó que la Carta Magna es el sustento para diseñar las instituciones que son fundamentales para la convivencia civilizada, sin embargo, aún existen deudas sociales que se deben saldar con urgencia, como la desigualdad “ofensiva” y los “dolorosos” niveles de pobreza que no son compatibles con el progreso verdadero.
Estos problemas, agregó, son estructurales y de futuro, no coyunturales y tampoco del presente, y es el momento adecuado para reformular lo que sea necesario, tomar medidas y enfrentar los grandes desafíos para construir un futuro mejor.
Pidió atreverse a pensar en grande, fijar objetivos de largo alcance, convocar a la unidad y no contribuir al encono o la división, porque nuestro país tiene la capacidad y los recursos para superar problemas actuales y ancestrales.
Precisó que hoy México requiere mayor esfuerzo, por lo que hizo un llamado a responder con responsabilidad de cara al porvenir, en unidad y dejando de lado las divisiones inútiles.
Hizo hincapié en que los mexicanos somos un pueblo con memoria y esperanza, que sabe soñar y concretar sus ideales y utopías, ciertos de nuestras riquezas naturales, culturales y humanas, de potencialidades y capacidad de labrar, sembrar y construir futuro.
Finalmente, invitó a la población a honrar el pasado y prepararse para cambiar, avanzar y disfrutar del México que heredaron los Constituyentes de 1917.
Recordó a los diputados constituyentes Julián Adame, Juan Aguirre Escobar, Andrés L. Arteaga, Samuel Castañón, Antonio Cervantes, Chairo Bayer y Adolfo Villaseñor, quienes escribieron parte de la historia de nuestro país.
El facsimilar que entregó el Secretario Narro Robles es una copia fiel de la Carta Magna que se encuentra reguardada en el Archivo General de la Nación y es otorgado a cada entidad federativa, en el marco de los festejos por el centenario de la Constitución.
El facsimilar será depositado para su custodia y exhibición permanente en las Salas de Historia del Palacio de Gobierno de la capital zacatecana. Se trata de un recinto que hace 150 años albergó durante varios días al presidente Benito Juárez García y parte de su gabinete, donde despacharon diversos asuntos de la nación.
Al recibir la edición 32 del Facsimilar de la Constitución, el gobernador de Zacatecas, Alejandro Tello Cristerna, afirmó que el espíritu constitucional de justicia social permanece vigente, y corresponde tanto al Estado como a la sociedad velar siempre que se mantengan esos equilibrios.
Se refirió a la Constitución Política como la piedra angular de las relaciones sociales y de los equilibrios en nuestro país. Dejó claro que al resguardar la historia se protege nuestra identidad como parte de una nación, cuya vida política se estructura en torno a este documento.
“En nuestra vida diaria podemos constatar la funcionalidad de la letra y la vigencia del articulado en la dinámica de nuestra sociedad, a través de la libertad de la que gozamos las y los mexicanos y del ejercicio de nuestros derechos y obligaciones”.
Posteriormente, Narro Robles y Tello Cristerna hicieron una guardia de honor frente al Facsímil de la Constitución e inauguraron el archivo y biblioteca de la crónica del estado de zacatecas.
El Archivo y Biblioteca de la Crónica de la entidades un acervo integrado por documentos manuscritos, fotografías antiguas, periódicos, revistas y libros que datan del siglo XVI al XXI, todos relacionados con la historia, el arte y el patrimonio cultural del estado.
A continuación el discurso íntegro José Narro Robles:
“Lic. Alejandro Tello Cristerna, Gobernador Constitucional del Estado de Zacatecas,
Presidenta Municipal de Zacatecas,
Diputado Local y Presidente de la Comisión Permanente de la H. LXII Legislatura del Estado,
Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado,
Señor General,
Secretaria General de Gobierno del Estado,
Señoras y Señores:
Reciban todos ustedes un afectuoso saludo del Lic. Enrique Peña Nieto, Presidente de México. En su representación tengo el honor de hacer entrega formal al Estado de Zacatecas de una edición facsimilar de nuestra Carta Magna, copia fiel del ejemplar resguardado por el Archivo General de la Nación. La entrego a los zacatecanos como un símbolo de la unión de los mexicanos.
Este acto forma parte de la celebración que el gobierno federal ha organizado para conmemorar el centenario de la Constitución Política de 1917, uno de los más importantes legados de la Revolución Mexicana.
Nuestra Constitución fue y sigue siendo, una de las más avanzadas del mundo por incluir explícitamente los derechos sociales del pueblo. Fue, de hecho, la primera declaración de los derechos sociales que se hizo en el mundo. Se trata de un documento que inauguró y anticipó toda una era de la humanidad, sustentada en la búsqueda de los derechos sociales y humanos.
En ella se plasmaron los valores y principios que han guiado a México durante el último siglo, tales como la democracia, la justicia social, la soberanía, la identidad, la división de poderes o la tutela sobre los más desprotegidos. Nuestra Carta Magna recoge la historia y los ideales de las gestas fundamentales de nuestro país.
Al reconocer las garantías sociales, se garantizó la búsqueda del bienestar colectivo como principio fundamental de la acción de gobierno.
La Constitución representa la materialización del “pacto” que suscribió un grupo representativo de la sociedad como conclusión de la Revolución Mexicana. Gesta que, por cierto, escenificó una de sus batallas más importantes en esta extraordinaria entidad federativa. Con la toma de Zacatecas por parte de la División del Norte en junio de 1914, prácticamente triunfa la Revolución iniciada por Madero en 1910.
El acuerdo social concretado ha experimentado modificaciones a lo largo de un siglo para responder mejor a los cambios sociales y políticos de México, sin embargo, ha mantenido su esencia: las ideas de nación, de estructura del Estado y las obligaciones con la democracia, entendida ahora como forma de vida comprometida con el desarrollo social armónico.
Para los escultores del México moderno, para los arquitectos de nuestras instituciones, para los visionarios del porvenir, para quienes cultivaron la identidad y el alma mexicanas, para nuestros diputados constituyentes, un recuerdo y un agradecimiento. En especial a los diputados zacatecanos que representaron a esta entidad. Nuestro agradecimiento y recuerdo para siempre a Julián Adame, Juan Aguirre Escobar, Andrés L. Arteaga, Samuel Castañón, Antonio Cervantes, Jairo Dyer y Adolfo Villaseñor. Ellos escribieron parte de la historia de nuestro país.
Ellos son parte de una generación de mexicanos que superaron la complejidad de las batallas y los horrores del rencor acumulado, situaciones que no lograron nublar su visión respecto del porvenir, que no lograron cortar su sueño de edificar, después del enfrentamiento, una patria nueva para todos.
Una Patria libre, soberana y justa, en la que la prioridad se centrara en la búsqueda del bienestar colectivo. Una nación en la que prevalecieran la defensa y el respeto de las garantías individuales. Un México distinto, con democracia y libertad en el que predominara la certeza de vivir con dignidad y de tener un futuro promisorio.
La Carta Magna ha servido de sustento para diseñar las instituciones de la sociedad y también de inspiración para su desarrollo; instituciones que han resultado fundamentales para la convivencia civilizada y para el progreso de nuestra gente. Al perfeccionarlas mejoramos nuestra vida en lo individual y en lo colectivo. Su creación ha resultado esencial para el surgimiento y consolidación del México moderno, para la integración de una sociedad originalmente heterogénea y plural.
Las instituciones han contribuido a mejorar los niveles de vida de la población y nos han dado estabilidad y paz social. Por eso nuestra obligación es preservarlas y fortalecerlas. Al mismo tiempo, debemos reconocer que aún existen deudas sociales que debemos saldar con urgencia, ya que hemos tardado demasiado tiempo en resolverlas.
Los mexicanos tenemos que seguir remontando la desigualdad ofensiva que nos acompaña y los dolorosos niveles de pobreza que todavía nos caracterizan y que no son compatibles con el progreso verdadero. Por ello debemos atrevernos a pensar en grande y a fijar objetivos de largo alcance. Por ello debemos convocar a la unidad y no contribuir al encono o la división.
La situación nacional que hoy enfrentamos representa una oportunidad para confirmar el rumbo. Nuestro país tiene la capacidad y los recursos para superar sus problemas, los ancestrales y los que resultan de las nuevas realidades. Estamos en el momento adecuado para reformular lo que sea necesario cambiar, para tomar medidas y enfrentar nuestros grandes desafíos de una vez por todas. Es posible construir un futuro mejor.
Hoy México requiere de nuestro mayor esfuerzo. La historia será la encargada de juzgar nuestra actuación. Respondamos como lo hicieron nuestros antepasados, con responsabilidad y de cara al porvenir. Promovamos la unidad y dejemos de lado las divisiones inútiles.
México ha perdido cuando los mexicanos hemos estado divididos, cuando el interés de los grupos y sectores se ha antepuesto al interés superior de la nación. La historia nos ha enseñado que las luchas internas nos han dañado más que las acechanzas del exterior. Nuestras divisiones posibilitaron la injerencia de potencias externas e incluso hemos perdido parte del territorio. No permitamos que los errores se repitan, promovamos la unidad nacional.
Señor gobernador Alejandro Tello, termino esta intervención, con la reiteración del saludo del Presidente de México y con la expresión de su compromiso de trabajar por la unidad de los mexicanos, por la superación de los zacatecanos y por la resolución de nuestros problemas y dificultades.
Tenemos una deuda con la historia y con nuestra gente. Saldemos las facturas para evitar fracturas. Lo peor que nos puede pasar como sociedad es que no aprendamos de la historia. ¡Enfrentémoslos retos con entereza, con la confianza en nuestras fortalezas!
Señor Gobernador, distinguidos asistentes:
Somos parte de un pueblo con una historia común que nos llena de orgullo. Tenemos un profundo sentido de nuestra identidad nacional, contamos con raíces culturales ricas y profundas; somos una sociedad plural y diversa, orgullosa de nuestras tradiciones, de nuestros orígenes y nuestra estirpe.
Con profunda convicción les digo: somos parte de un pueblo con memoria y esperanza, que sabe soñar y concretar sus ideales, sus utopías. Estamos ciertos de nuestras riquezas naturales, culturales y humanas, de nuestras potencialidades y capacidad de labrar, sembrar y construir futuro.
Honremos nuestro pasado y preparémonos para cambiar, para avanzar, para seguir disfrutando del México que nos heredaron los Constituyentes del 17.
No podría terminar mi presentación en la tierra de Ramón López Velarde sin citarlo, recordando lo que él nos legó en su “Suave Patria”, expresión de nuestra mexicanidad.
Patria: tu superficie es el maíz, tus minas el palacio del Rey de Oros, y tu cielo, las garzas en desliz y el relámpago verde de los loros.
El Niño Dios te escrituró un establo y los veneros del petróleo el diablo.
Patria: tu mutilado territorio se viste de percal y de abalorio.
Tu barro suena a plata, y en tu puño su sonora miseria es alcancía; y por las madrugadas del terruño, en calles como espejos se vacía el santo olor de la panadería.
Suave Patria: te amo no cual mito, sino por tu verdad de pan bendito; como a niña que asoma por la reja con la blusa corrida hasta la oreja y la falda bajada hasta el huesito.
Tu imagen, el Palacio Nacional, con tu misma grandeza y con tu igual estatura de niño y de dedal.
Patria, te doy de tu dicha la clave: sé siempre igual, fiel a tu espejo diario; Muchas gracias.”