Más de 20 mil menores repatriados se incorporan al sistema educativo
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Viernes 31 de Marzo de 2017 12:58 pm
+ -De acuerdo con datos del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) los menores repatriados se dividen en dos grupos, quienes son expulsados solos o con sus padres, y aquellos que llegan con familias que deciden cambiar su residencia a México.
Un aspecto poco tratado de la repatriación desde Estados Unidos a Sonora, es la presencia de cuando menos 20 mil niños y adolescentes que debieron incorporarse al sistema educativo en los últimos cinco años, indicó El Colegio de Sonora.
De acuerdo con datos del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) los menores repatriados se dividen en dos grupos, quienes son expulsados solos o con sus padres, y aquellos que llegan con familias que deciden cambiar su residencia a México.
En los módulos de atención a menores repatriados que se localizan en las aduanas internacionales de las ciudades fronterizas sonorenses, son atendidos aquellos que llegan solos.
El Sistema Estatal del DIF informó que en 2016 atendió a más de dos mil 600 niños y adolescentes migrantes repatriados solos desde Estados Unidos.
En un comunicado, manifestó que en tres estancias acogió a las niñas, niños y adolescentes repatriados y les otorgó servicios gratuitos de asistencia social como albergue, alimentación, atención médica y psicológica, así como asesoría jurídica.
Además realizó el levantamiento de información necesaria para emprender la búsqueda de familiares para reintegrarlos a su núcleo familiar y comunitario, o en su defecto canalizarlo a un albergue en su lugar de origen.
Resaltó que se recibieron niños de los estados Puebla, Veracruz, Chiapas y Sinaloa que temporalmente estuvieron en esos lugares mientras se contactó a su familia en sus lugares de origen para apoyarlos en el traslado.
Margarita Ibarra Torres, presidenta del Sistema DIF Sonora, agradeció el gesto y solidaridad para hacer llegar apoyos y por ayudar a los niños migrantes para que regresen a sus lugares de origen con su familia.
Sobre los otros menores que cambian de residencia con sus familias es muy difícil tener cifras, pues simplemente el grupo cruza la frontera y se asienta en algunas de las ciudades, comentó personal del Instituto Nacional de Migración (INM).
Expresó que posiblemente otras instancias puedan tener más información al respecto, pues como se sabe dichas personas suelen acudir a solicitar servicios médicos, educativos y otros de carácter social, donde proporcionan sus datos.
Directivos de jardines de niños y escuelas primarias de la frontera de San Luis Río Colorado reportaron la presencia de estudiantes repatriados, pero manifestaron que están impedidos para proporcionar más información sobre los menores.
La profesora Berenice López, del jardín de niños Arcoíris refirió “tenemos un menor que llegó del otro lado y tuvo problemas hasta de comunicación, porque casi no hablaba español y tenemos que enseñarlo. Lo bueno es que los niños aprenden rápido”.
Uno de los asuntos públicos en educación que requiere de mayor atención por las políticas actuales es el desafío que niños, niñas y adolescentes de retorno enfrentan para tener acceso a la educación pública en México, aseguró la investigadora de El Colegio de Sonora, Gloria Ciria Valdez Gardea.
Mencionó que más de medio millón de menores de edad procedentes de Estados Unidos han ingresado a México de manera voluntaria –o no– con sus familias o con algunos parientes, y aproximadamente 20 mil de estos menores migrantes proceden del estado de Arizona.
Los principales desafíos para los menores y sus familias al llegar acá se relacionan con los obstáculos en el proceso administrativo de inscripción y en la carencia de un programa integral que capacite a los docentes y visibilice su condición, destacó.
En un artículo publicado en la revista de dicha institución “Portales”, Valdez Gardea agregó que los retos a los que se enfrentan los niños migrantes son de tipo lingüístico, cultural, académico, de socialización e ideológico.
Así como el hecho de que muchos carecen de documentación, por las consecuencias de la deportación y separación de sus familias, citó.
Añadió que el paradigma con el que actualmente trabajan las instituciones educativas no responde a las necesidades de la sociedad actual, en especial en la región fronteriza, área con mayor presencia de menores migrantes de retorno.
