El actor que se presentó ante un auditorio vacío
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Martes 11 de Abril de 2017 8:57 pm
+ -El actor de 65 años de edad, Giovanni Mongiano se preparaba para dar una presentación en el Teatro del Popolo en Gallarete, Italia, cuando la cajera del recinto le dio una noticia: el auditorio estaba vacío.
El actor de 65 años de edad, Giovanni Mongiano se preparaba para dar una presentación en el Teatro del Popolo en Gallarete, Italia, cuando la cajera del recinto le dio una noticia: el auditorio estaba vacío.
"Maestro, no sé cómo decírselo, pero esta noche en la sala no hay ni una sola persona", dijo la trabajadora del teatro. Esperó la respuesta del histrión, pero en su camerino él dijo: "Voy al escenario, el espectáculo de esta noche se hace igualmente".
ABC informó que Giovanni Mongiano recitó de forma íntegra la obra “Improvisaciones de un actor que lee”, la cual es de su autoría y él mismo ejecuta.
El medio español informó que en el programa se leía que la obra "es una apasionada declaración de amor hacia el teatro, dedicada a todos los actores, comprendidos aquellos perezosos que hoy cada vez más leen en el escenario, en lugar de estudiar su parte o improvisar".
Fiel a su obra, el actor con 45 años de carrera dio un impulso a su significado al presentarse en el auditorio de la provincia de Varese, Lombardía. La presentación la hizo con el máximo empeño, como si el teatro estuviere lleno.
El técnico de luces y sonido del espectáculo dijo al periódico Varesenews que el actor recitó la obra completa, con puntos y comas. "Ha actuado como si estuviera completamente llena toda la sala, increíble".
El medio local realizó una entrevista al actor, quien contó que no es la primera vez que le sucede, pues cuando era joven se presentó en Turín y sólo un bibliotecario asistió a la obra. Giovanni le avisó que no se presentaría, pero el espectador dijo: "no, yo estoy aquí y quiero ver el espectáculo".
Mongiano comentó que a sus hijos recuerda que tener uno, 100 o mil espectadores no debe ser diferencia para el actor, pues siempre hay que poner la misma carga, la misma emoción y pasión que para una sala llena. "Es una cuestión de respeto para el público y para el teatro", señaló.