La montaña de Dios podría entrar en erupción en cualquier momento
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Sábado 15 de Julio de 2017 3:56 pm
+ -El volcán Ol Doinyo Lengai, en Tanzania, se encuentra cerca del lugar donde han sido descubiertas huellas dejadas por nuestros antepasados hace 3,6 millones de años
Científicos han advertido que una erupción masiva del volcán Ol Doinyo Lengai en Tanzania es inminente y podría destruir para siempre sitios clave de la historia humana hallados en las proximidades. Según los investigadores que estudian los temblores del volcán, este puede entrar en actividad en "cualquier segundo", recoge la revista 'The National Geographic'.
También conocido por el pueblo masái como la 'montaña de Dios', el volcán, de 2 mil 331 metros de altura, se encuentra a menos de 115 kilómetros de distancia del lugar donde han sido descubiertas huellas dejadas por nuestros antepasados hace 3,6 millones de años. Además, queda cerca de un sitio donde han sido encontradas 400 huellas humanas de hace 19 mil años.
Los investigadores colocaron cinco sensores alrededor del volcán en 2016 para monitorear su actividad y el riesgo de erupción. En enero de este año, los científicos registraron fluctuaciones en sus datos que indicaron que partes del volcán se estaban elevando.
"Tras estas señales, nuestro equipo instaló tres nuevas estaciones de observación en tiempo real", explico al medio Sarah Stamps, geofísica de Virginia Tech.
"TARDE O TEMPRANO"
Al registrar otras señales, incluyendo el aumento de las emisiones de gases y los terremotos, los científicos llegaron a la conclusión de que una erupción de este volcán es "inminente".
"Inminente en nuestro caso significa en un segundo, en unas semanas, un par de meses, un año o más", explicó Stamps. "Estos son indicadores de una deformación volcánica que probablemente llevará a una erupción tarde o temprano".
La investigadora añadió, sin embargo, que no está segura de que una erupción podría afectar los sitios arqueológicos cercanos. Pero si una erupción grande coincide con la temporada de fuertes lluvias, es posible que los grandes flujos de escombros puedan destruir los sitios para siempre, concluyó Cynthia Liutkus-Pierce, geóloga de la Universidad Estatal de los Apalaches.