Calzada Galván, la avenida más bonita de Colima
Domingo 16 de Julio de 2017 10:39 am
+ -Uno de sus principales distintivos son las grandes y hermosas parotas que han sobrevivido al paso de los años por toda la avenida.
UNA de las vialidades más emblemáticas de Colima es la Calzada Pedro A. Galván, de la cual existen referencias desde hace 300 años de historia y que hasta la mitad del siglo pasado marcó los límites de la ciudad capital en su zona oriente.
Envuelta por frondosas parotas, esta avenida de dos carriles y amplias banquetas, no es sólo una de las vías más bellas de la entidad, se ha convertido también en punto de encuentro para la recreación y la cultura. Por su ubicación estratégica, también alberga sedes de los tres Poderes del Estado, así como la Zona Militar.
Referencias obtenidas del Archivo Histórico del Municipio de Colima, indican que el origen de esta vialidad data del Siglo XIX, cuando formó parte de lo que en su época fue conocido como el Camino Real de Colima, que representó la principal vía de acceso a la ciudad, desde Manzanillo y Guadalajara. Hasta la fecha, es la puerta de entrada de la capital.
¿QUIÉN FUE PEDRO A. GALVÁN?
De acuerdo al Catálogo Cultural de la Secretaría de Cultura, la referencia existente del origen del nombre de esta vialidad data de principios del Siglo XX, cuando el entonces presidente de México, Porfirio Díaz, decidió que esta calle llevara el nombre de Pedro A. Galván, en honor a un político militar de origen guanajuatense, quien en 1879 fue Gobernador de Colima y 10 años después, de 1889 a 1891, ocupó el mismo cargo de Gobernador, pero del estado de Jalisco.
De acuerdo a citas de publicaciones como: Historia, geografía y biografía del Estado de Colima, del autor Francisco Almada; así como en la bibliografía Monografía histórica, política y sociológica, del autor Juan Oseguera Velázquez, Pedro A. Galván fue recordado en su momento por haber dedicado su trabajo al embellecimiento de la ciudad; a él se le atribuyen los trabajos de remozamiento de la Plaza Libertad.
CRISTEROS AHORCADOS
El historiador José Miguel Romero de Solís y la académica Paulina Machuca González, describen en su libro Colima, breve historia, una de los episodios más trágicos de los que se tiene registro y que se dieron en la Calzada Galván, en el año de 1926, justo en el marco de la lucha cristera.
“En septiembre de 1926, el general Benito García arrestó a una treintena de personas durante una noche, temiendo una revuelta; a ocho civiles pacíficos los fusiló. Durante octubre continuaron los asesinatos, las desapariciones, los tormentos en celdas clandestinas. Un día, en los árboles de la calzada Galván, amanecieron ahorcadas cinco mujeres”, cita el material bibliográfico.
Los expertos refieren que detrás de estos sucesos no sólo “asomaba el rostro de la persecución religiosa, sino también la venganza y los arreglos de cuentas entre los diversos grupos políticos”.
La doctora en Ciencias Sociales, Claudia Paulina Machuca Chávez, en la reseña Cristeros en Colima, describe el testimonio de Julia Preciado Zamora, investigadora, quien escribió el libro Por las faldas del Volcán de Colima: cristeros, agraristas y pacíficos.
“Julia Preciado cuenta que de niña escuchaba a los adultos contar historias sobre cristeros. Recuerda bien que bajo el zaguán de su casa oyó, de boca de dos campesinos, relatos de muerte de aquellos años difíciles, de aquellos años en que la gente de Colima repetía: ‘hay ahogados en la calzada’. Y con esto se refería a los ahorcados y fusilados que colgaban de los grandes árboles que aún se conservan en la calzada Galván de la capital colimense”.
A ciencia cierta no se tiene el dato exacto de cuántas víctimas de esa lucha fueron exhibidos públicamente en la principal avenida de la ciudad, lo que sí puede concluirse, de acuerdo a estas referencias, es que, en ese entonces, como hasta la fecha, este punto de la zona urbana cobró relevancia como uno de los principales escenarios de la capital colimense.
La Secretaría de Cultura hace referencia de este momento histórico, al exponer que “de las gruesas ramas de esos árboles también pendieron los cuerpos de condenados por delitos comunes y como represión por la llamada Guerra Cristera o Cristiada, que tuvo importantes efectos en Colima”.
PRIMEROS CAMBIOS
La descripción de la Calzada Galván en los años 30, es que era una vialidad rudimentaria, cubierta de frondosos árboles y rodeada de huertas. En su texto, Sucesos de la vida colimense, Carlos García Ochoa relata:
“Las calles se adornaban con lazos (cuerdas con papeles de china de varios colores, recortados en mil formas) que se ataban a la pared a través de las calles, a la altura de los tejados. Había lugares en donde se colocaban tantos lazos, que en el día hacían sombra. Por la noche se colgaban los faroles con vela encendida. Era tal la cantidad de faroles, que ninguna otra época del año se iluminaban tanto las calles”.
De esta manera se puede comprender el ambiente de la época, con una calzada rústica, donde la Piedra Lisa, incrustada en un predio particular aledaño a la calle, ya era punto de encuentro.
José Levy, en su recopilación Hoy en la historia, cuenta que un 7 de enero de 1940, el presidente municipal de Colima, José D. Ruiz, dio instrucciones para que se “balastreara” la Calzada Galván y, posteriormente, fuera pavimentada. “En la misma fecha, el alcalde colimense instaló juegos infantiles y colocó ramadas en la Piedra Lisa, para cubrirse del sol”.
La doctora en arquitectura, María Mestre Martí, en su ensayo La llegada de la modernidad a la ciudad de Colima, relata que durante los años 50, la Calzada Galván se convirtió en la zona aristocrática por excelencia de Colima.
Aunque la escultura del Rey Colimán se encuentra en el cruce de las avenidas 20 de noviembre y Rey Colimán, existen referencias que hablan de que esta obra monumental forma parte de toda una estrategia urbana que priorizaba el acceso a la Calzada Pedro A. Galván, donde también, años después, fue trasladada la Feria de Colima.
En 1979, el gobernador Arturo Noriega Pizano destinó una amplia superficie de las calles Del Trabajo, Ejército Nacional, Los Regalado y la Calzada Galván, para edificar la Casa de la Cultura, donde anteriormente se ubicaban los terrenos de la Feria.
Durante el mandato de la gobernadora Griselda Álvarez, fueron entregados los edificios de Palacio Legislativo y Judicial, ubicados en las áreas contiguas a Calzada Galván, según referencias de la investigadora de la Universidad de Colima, Celia Cervantes Gutiérrez, quien precisa que parte de la obra de la primera Gobernadora del país fue “la renovación de la fisionomía de la legendaria Calzada Galván. Ésa misma donde décadas atrás, en su tierna infancia, Griselda Álvarez conoció el patético espectáculo de cristeros ahorcados en péndulo constante de las centenarias parotas que aún están de pie”.
PRÓXIMA REMODELACIÓN
En el presente, la Calzada Galván es recorrido obligado de turistas y paseantes, pero también de colimenses, quienes la reconocen como la calle más bella de la capital.
Ante ello, el Gobierno del Estado, a través de la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano, llevará a cabo la remodelación de la Calzada Galván, obra que se hará desde la calle Allende hasta su cruce con la glorieta del DIF, así lo reveló el titular de esta dependencia, Jesús Sánchez Romo.
El dinero para la remodelación de la Galván podría llegar en las próximas semanas, y con ello cumplir con el objetivo de terminar las obras este mismo año.
“Este es un proyecto que hicimos con el Fondo Metropolitano 2016 y estamos terminando el proyecto ejecutivo para hacerlo realidad en este 2017”, explicó el funcionario.
La inversión para esta transformación será de 32 millones de pesos, que servirán para crecer las banquetas peatonales, crear una ciclovía y llevar a cabo la modernización de algunas áreas.
“Habrá, sin lugar a dudas, menos espacios para los carros, porque vamos a hacer de esta Calzada un área efectiva para la gente”, dijo el funcionario, al referir que el tema de los estacionamientos también forma parte del análisis.
Sánchez Romo aseveró que es interés del gobernador José Ignacio Peralta Sánchez que la Calzada Galván siga siendo la avenida más bonita de Colima, pero con las adecuaciones que en los tiempos actuales necesita.