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Investigan relación entre el sistema inmune y la obesidad



Domingo 15 de Octubre de 2017 6:21 pm

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Mariana E. Martínez, del Centro de Ciencias de la Complejidad de la UNAM, habló de “Inflamación, obesidad y biología de sistemas” como parte de la Escuela de Otoño de Biología Matemática realizada en la Universidad de Colima


“Estamos acostumbrados a ver al sistema inmune como algo que nos defiende, como un proceso jerárquico, pero no es tan sencillo, en especial con los linfocitos T, células fundamentales capaces de transformarse en subtipos de acuerdo a las necesidades, pero también con características diferentes”

 

“Aunque parezca extraño, eso está relacionado con la obesidad, pues al incrementar la glucosa que es a absorbida por adipocitos y hepatocitos, se activa la respuesta inmune”.

 

Esto es parte de lo que dijo Mariana Esther Martínez Sánchez, del Centro de Ciencias de la Complejidad de la UNAM, durante su ponencia “Inflamación, obesidad y biología de sistemas”, que dictó como parte de la Escuela de Otoño de Biología Matemática realizada esta semana en la Universidad de Colima.

 

La estudiante de doctorado trabaja en un sistema de redes complejas y mapeos dinámicos de las transiciones celulares, que se fundamenta en matemáticas y que explicó en su conferencia.

 

Mediante este proceso, Martínez Sánchez busca encontrar elementos que ayuden a entender cómo responden las células ante el aumento de glucosa, pero también cómo van a reaccionar ante un medicamento específico.

 

“Nos interesa cómo romper ese círculo vicioso tan fuerte y la única forma de hacerlo es entender los mecanismos que están ocurriendo, cuáles son los detalles finos que hacen que funcionen y, si entendemos eso, podemos determinar en qué punto hay que atacar para que no se siga retroalimentando la inflamación y la obesidad”.

 

Este padecimiento y la inflamación, añadió, están correlacionados con enfermedades como cáncer, diabetes, Alzheimer, “entonces es muy importante romper este ciclo cuando la persona está sana, para que no progrese y llegue a situaciones peores”.

 

“Pero ¿cómo sucede está inflamación en el sistema inmune? A la mayoría de nosotros nos gusta comer, nos ponen un pastel y queremos otro; entonces se incrementa nuestro incremento de glucosa y la glucosa es absorbida por los adipocitos y hepatocitos”.

 

Esto, explicó, “activa a la respuesta inmune, porque se absorbe glucosa en grasa y producen radicales de oxígeno que generan un daño celular, pero además el estrés oxidativo hace que se active una respuesta inflamatoria y se disminuya la regulatoria”.

 

Este proceso, comentó Mariana Esther, “hace resistente a la insulina provocando un incremento que afecta tanto al cuerpo como a la glucosa, y al haber más insulina el organismo siente más hambre, lo que genera un círculo vicioso que comúnmente conocemos como síndrome metabólico”.

 

Antes de la diabetes, dijo, hay niveles de insulina muy altos, “para compensar esta resistencia a la insulina, y nosotros sabemos que la hiperinsulinemia afecta a los linfocitos T; entonces, lo que tenemos aquí es una inflamación crónica que no es normal”.

 

Agregó que también hay muchas cosas que afectan estas células, “pero no conocemos las vías de diferenciación y de señalización”, de ahí la importancia de este primer paso al realizar un sistema de redes complejas y mapeos dinámicos de las transiciones celulares, pues se quiere verificar cuáles son los picos donde una persona está sana y otros donde la persona ya tiene obesidad y sobrepeso.

 

El siguiente paso para los investigadores es poner a prueba este sistema, y para ello realizarán una colaboración con Elena Roces, del Centro Universitario de Ciencias Biomédicas (CUIB) de la Universidad de Colima. “Tenemos un trabajo que hacer a futuro, el de encontrar metodologías para buscar rápidamente estas interacciones sin necesidad de tantos experimentos, tenemos que buscar modelos que no sólo vean una molécula o célula”.

Carlos Alberto PÉREZ AGUILAR



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