El legado de Rangel Hidalgo
Elena DEL TORO
Domingo 01 de Julio de 2018 7:50 am
+ -La maestra Nancy Corsino enseña a estudiantes universitarios la técnica del pintor Alejandro Rangel Hidalgo.
CON mucha
paciencia y dedicación, la maestra Nancy Corsino enseña a estudiantes
universitarios la técnica rangeliana, legado del pintor colimense Alejandro
Rangel Hidalgo. Ella aprendió la técnica en el taller el maestro Jesús
Figueroa, quien fue discípulo del artista ya fallecido.
Nancy ya domina
la técnica rangeliana, pero sigue aprendiendo y disfruta de enseñar a los
jóvenes universitarios. Hace 3 años, estaba embarazada y quería realizar una
actividad que beneficiara la gestación. Fue así que conoció el taller de
pintura rangelina, y se inscribió.
No realiza otra
técnica de pintura, pero el taller le ayudó a reconocer que le gusta esta
expresión del arte. “Me gusta y lo domino bien, es lo que nos abre la parte de
la técnica rangeliana. Si la podemos dominar, que es más estricta en algunos
puntos, como el sombreado y llenado, quiere decir que tenemos disciplina y
podemos incursionar en otras técnicas, como la acuarela, que nos deja el lienzo
abierto”, explica Nancy.
Ella continúa
como alumna del taller, pues la técnica es complicada. “Todavía me falta, ya
desarrollé mi habilidad con el pincel, pero algunos dibujos no los he hecho”.
Se refiere a litografías expuestas en el Museo Universitario “Alejandro Rangel
Hidalgo”.
TÉCNICA RANGELIANA
Las principales
características de la técnica rangeliana son la simetría, el sombreado y los
colores. En la simetría, explica Nancy Corsino, “si dobláramos una hoja en su
pintura, veríamos que exactamente la mitad es como una fotocopia de la otra”.
Los colores que
se emplean son tonalidades únicas, y no se deben utilizar otros. El color
básico es el ocre, del cual se desglosan otros, como el ocre óxido, rojos
óxidos, azul óxido y amarillos. En tanto, los fondos son tonos discretos
oscuros, pero “nunca verás un rosa, hay quienes lo usan, pero entonces no es la
técnica rangeliana”, ya que en ésta se sigue un patrón.
En su opinión, lo
más difícil es el sombreado, “ahí es donde lleva la delicadeza, y se requiere
de mucha paciencia”.
Nancy refiere que
a través de otras personas, Rangel Hidalgo dejó su técnica de pintura como
legado, y lo único que pidió fue que se respetaran sus patrones, sus colores.
TALLER EN EL MUSEO
En el patio
central del Museo Universitario de Culturas Populares “Ma. Teresa Pomar”, la
maestra Nancy Corsino imparte su taller de pintura rangeliana. En el espacio
hay cuadros del artista colimense que dan la bienvenida a los participantes.
En las mesas se
observan pinturas, pinceles y botes con agua. Los alumnos más avanzados tienen
en sus manos cuadros de madera sobre los cuales pintan palomas y pájaros;
mientras los que apenas van empezando realizan figuras representativas sobre el
papel.
La maestra
explica que se sabe poco sobre el artista Alejandro Rangel Hidalgo, y ella no
puede enseñarles mucho a sus alumnos sobre su trayectoria, por la movilidad de
estudiantes.
A quienes tienen
interés de conocer más sobre Rangel Hidalgo, Nancy los invita al Museo
Universitario “Alejandro Rangel Hidalgo”, ubicado en la comunidad de Nogueras,
en Comala, donde pueden ver sus creaciones, sombreados y colores, algunos de
los cuales no los encuentran en otra parte.
El Taller de
Pintura Rangeliana es una buena oportunidad para que los estudiantes de la
Universidad de Colima conozcan y aprendan la técnica, y al mismo tiempo
acrediten actividades culturales. Además, permite tener una retribución
económica al vender piezas como clavijeros, baúles, alhajeros y cuadros de
bienvenida.
Por si fuera
poco, sirve como terapia, pues ha tenido alumnos muy estresados, pero “uno se
da cuenta, cuando hay mucho ruido y ellos están concentrados, con paciencia y
delicadeza sostienen su pincel, lo están disfrutando, dejando atrás sus
problemas, dificultades, tareas”.
Nancy Corsino
imparte su taller de pintura rangeliana en el Museo Universitario de Artes
Populares los días martes y sábados, de 9 a 11 de la mañana.
ALEJANDRO RANGEL HIDALGO
Alejandro Rangel
Hidalgo nació el 2 de febrero de 1923, en Colima, donde estudió la primaria; la
secundaria y preparatoria las cursó en Guadalajara.
A los 24 años de
edad viajó a Europa por 2 años, con becas para estudiar en España y Francia,
donde visitó centros de arte, museos y talleres. En el viejo continente trabajó
como escenógrafo para ballets y óperas.
De regreso a
México, comenzó su trabajo de ilustrador con escritores mexicanos y
extranjeros. Hizo carteles y nuevos trabajos de escenografía. Realizó
innumerables series de tarjetas navideñas mexicanas, ganando premios y
distinciones en el extranjero, como el de la UNICEF y la de la New York Graphic
Society, con temas, costumbres y tradiciones de México, como la colección de
Ángeles Prehispánicos y Ángeles de Este Mundo, que son niños y niñas ataviados
con los trajes característicos de cada lugar. Esas tarjetas le dieron la vuelta
al mundo.
Empezó su carrera
de diseñador creando la escuela de “Artesanías de Comala”, trabajó diseñando
madera, hierro, vidrio, lámina, metales blandos y duros, joyería y vitrales.
Intervino en la
fundación de la escuela de arquitectura de la Universidad de Colima, bajo la
dirección del arquitecto Gonzalo Villa Chávez. En 1993, obtuvo el Premio
Estatal de Artes.
Trabajó en la
transformación de la que fue su casa de Nogueras, Comala, en un instituto de
estudios regionales (Antropología, Historia, Arquitectura y Artes Populares).
A un lado de la
capilla, la Universidad de Colima construyó un museo, el cual lleva el nombre
de Alejandro Rangel Hidalgo, en donde se expresó su obra como coleccionista,
pintor, diseñador, ilustrador gráfico y escenógrafo.
Ahí se exhiben
los diseños de artesanías de la escuela que él fundó: muebles, pinturas,
trabajo en hierro forjado, etcétera, así como la colección de figuras
prehispánicas que adquirió para impedir que salieran del país, con la esperanza
de que un día se realicen estudios científicos.