Por esta razón no ha sucedido ‘el gran sismo’ en la Brecha de Guerrero

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Martes 17 de Julio de 2018 9:45 pm
+ -Expertos del Centro de Geociencias (CGeo) y del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM creen haber encontrado la razón por la cual aún no ha sucedido
Expertos
del Centro de Geociencias (CGeo) y del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM
creen haber encontrado la razón por la cual aún no ha sucedido "el gran
sismo" proveniente de la Brecha de Guerrero.
Según
los especialistas la capa de gabro (roca ígnea) en la base de la placa
Norteamericana es poco permeable y no permite el paso constante de agua.
Entonces,
cuando la placa de Cocos entra por debajo de ella libera fluidos que quedan
atrapados, lo que genera menor fricción y evita la acumulación de energía.
De
acuerdo con los registros disponibles desde 1911 no ocurre un sismo de
consideración en la Brecha de Guerrero, lo que llevó a los especialistas a
estudiar más a fondo esta región, que va de Acapulco a Zihuatanejo.
Luca
Ferrari, investigador del CGeo de la UNAM en Juriquilla, Querétaro y Allen
Husker del Instituto de Geofísica publicaron los resultados de sus
investigaciones en la prestigiada revista Geology, mismos que sugieren que la
formación de una capa de roca entre las placas incrementa la presión de
fluidos, pues la capa de gabro en la base de la placa superior, la
Norteamericana, es poco permeable y no permite el paso constante de agua.
Cuando
la placa de Cocos se subduce, es decir, entra abajo a la Norteamericana, libera
fluidos que quedan atrapados, generando menor fricción, como si se tratara de
un lubricante, lo que evita que se acumule la suficiente energía como para que
haya un terremoto grande.
A
partir de ello los expertos plantearon que posiblemente dicho mecanismo da
lugar a los 'sismos lentos' pues en lugar de moverse las dos placas en decenas
de segundos, el desplazamiento dura de uno a seis meses, por lo que casi no se
perciben.
Es
decir, el movimiento de la placa de Cocos hace que la placa Norteamericana se
"hinche", levantándose decenas de centímetros y luego, con el sismo
lento regresa el terreno a la normalidad, en un proceso que dura meses.
En el
artículo de Husker, Ferrari y colaboradores sugieren que ésta podría ser una de
las razones por las que hasta ahora no se ha registrado un movimiento sísmico
de consideración en la Brecha de Guerrero, pero el modelo necesita comprobarse
con más estudios.
Aclararon
que esto no implica que no llegará un terremoto a la Ciudad de México, pues
puede venir de Oaxaca, Michoacán o de una zona fuera de la Brecha.