Hace 10 años llegó The Dark Knight, la mejor película de Batman de la historia
Miércoles 18 de Julio de 2018 1:59 pm
+ -Exploramos las razones por las que esta película de Nolan fue única e irrepetible, además de la legendaria actuación de Heath Ledger como “Joker”
Hasta el 2012, cuando se estrenó Avengers, The Dark Knight tenía el récord de la película de superhéroes más taquillera de todos los tiempos, además de que tenía la mayor cantidad de nominaciones a los premios Oscar para un filme de este género, incluyendo mejor actor de reparto para Heath Ledger, que incluso ganó.
Hay otro récord que no aparece, ni aparecerá, registrado en
los libros y es el de ser la película que cambió para siempre las reglas del
juego del cine de superhéroes.
La película que simplemente mostró las posibilidades de las
historias reales en un mundo lleno de capas. ¿Antes de The Dark Knight quién en
la Academia habría tomado con seriedad una película de superhéroes?
Esta secuela de Batman Begings se convirtió en la meta que pretendían alcanzar, de ese 2008 en adelante, todas las películas del género. También es, para desgracias de los fans, la historia definitiva de Batman en el cine.
La película que sepultó de una vez y para siempre las
posibilidades de triunfo de cualquier otra película de Batman en los años por
venir.
¿Por qué pasó esto? No fue una serie de eventos fortuitos
las que hicieron de The Dark Knight la mejor película de superhéroes de todos
los tiempos (hasta ahora), fue pura planeación. Esta película es, en todo
sentido, una obra de autor (a pesar de ser una franquicia).
Christopher Nolan no quería hacer una secuela (mucho menos
una tercera parte), pero la posibilidad de usar al Joker en una historia fue
demasiado tentadora. Tanto que The Dark Knight es la única secuela que ha
filmado el director de Memento e Insomnia.
Para lograr su objetivo llamó a Heath Ledger para interpretar al Joker y los fans le escupieron en el rostro al actor, porque los fans suelen quejarse de todo antes de tiempo, pero el actor se repuso y se convirtió en leyenda.
Heath Ledger se encerró en un cuarto de hotel por semanas,
entrenando, buscando la voz exacta que podría tener el Joker en la vida real,
alejándose del payaso príncipe del crimen de Cesar Romero o Jack Nicholson
(incluso el de Mark Hamill) y buscando en Johnny Rotten, de los Sex Pistols, y
Alex DeLarge, el protagonista de Naranja Mecánica, su propia voz. La voz de la
anarquía. El suicidio de Ledger mitificó su personaje, pero lo cierto es que
aun sin su muerte su actuación estaba destinada a la grandeza.
Nolan ha dicho en repetidas ocasiones que Ledger fue su
primera y única opción para interpretar al payaso anarquista y no se equivocó.
La gente se sintió atraída en automático por el Joker de
Heath Ledger, porque es un punk. Un tipo sin plan que sólo quiere ir, sin
importar si es adelante o hacia atrás. Él es una fuerza de la naturaleza, el
universo, y la gente quiere ser eso, aspiran a ello, pero no pueden porque son
cobardes, porque quieren Netflix, casa, romance y salidas al cine. Porque
“desean” y el Joker no quiere nada, sólo es.
Otro gran acierto de la película es que la historia no se
basa en ninguna contada previamente en los cómics de Batman per se. Christopher
Nolan, junto a su hermano y coguionista Jonathan Nolan, tomaron elementos de
Batman #1 (1940), que fue la historia donde el Joker hizo su primera aparición,
también hay vestigios de The Long Halloween, The Dark Knight Returns y The
Killing Joke, pero Nolan no calcó ninguna de ellas para complacer a los fans.
El mismo año, 2008, Marvel inició su bien elaborado plan de conquistar el mundo con Iron Man. Es colorida y con una buena historia en su propio contexto, pero sosa e infantil. La aventura de Tony Stark marcó la senda de éxito para Disney. Su fórmula se ha comprobado una y otra vez. Sin embargo, The Dark Knight llevó a las películas de Warner Bros/DC Comics al fracaso ¿por qué?
Nolan no quería contar una historia de superhéroes, quería
contar un drama y punto. La historia narra lo que pasa cuando una fuerza
incontrolable choca con un objeto inamovible. Es todo. Esa es la historia de su
éxito, del porqué la gente salió de la sala para entrar de nuevo a verla a la
siguiente función.
Nadie quiere ser Batman, la verdad es que Batman podría no
salir en la historia, es un pretexto y nada más. Su lugar podría ocuparlo la
policía o el ejército.
Las posteriores películas de la dupla Warner/DC intentaron
emular el éxito de Batman haciendo obscuras las historias del resto de sus
personajes, batmanizandolos. No comprendieron que el éxito de Batman no estaba
en la oscuridad de la fotografía, sino en lo bueno de la historia.
Una buena película de superhéroes no necesita grandes
efectos por computadora, necesita una buena dirección. De hecho, la razón por
la que El Caballero de la Noche se siente tan real es porque todo es real. Es
quizá la última gran película de acción en la que el CGI brilla por su
ausencia.