Esto es lo que los ‘hot dogs’ pueden provocar en tu cuerpo
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Jueves 19 de Julio de 2018 4:59 pm
+ -Un estudio de la Universidad Johns Hopkins demostró que las personas hospitalizadas por un episodio maníaco tenían más del triple de posibilidades de haber comido carnes curadas
Un
análisis de más de mil personas con y sin trastornos psiquiátricos demostraron
que los nitratos, productos químicos utilizados para curar carne seca, salami,
perritos calientes y otros similares de carne procesada, pueden contribuir al
síndrome maníaco, caracterizado por hiperactividad, euforia e insomnio.
Los
hallazgos del estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins
(Estados Unidos), publicados en la revista ‘Molecular Psychiatry’, descubrieron
que las personas hospitalizadas por un episodio maníaco tenían más del triple
de posibilidades de haber comido carnes curadas con nitratos que las personas
sin antecedentes de un trastorno psiquiátrico grave.
Los
experimentos en ratas realizados por los mismos investigadores mostraron una
hiperactividad similar a la manía después de unas pocas semanas con dietas con
nitratos añadidos. En base a estos datos, los investigadores aseguran que su
nuevo estudio se suma a la evidencia de que ciertas dietas y potencialmente las
cantidades y tipos de bacterias en el intestino pueden contribuir a la manía y
otros trastornos que afectan el cerebro.
El
autor principal del estudio, Robert Yolken, profesor de Neuroviología en
Pediatría en la universidad americana, estaba interesado en comprobar si la
exposición a infecciones como los virus transmitidos a través de los alimentos
podría estar relacionada con cualquier condición psiquiátrica. Entre 2007 y
2017, como parte de un estudio en curso, él y sus colegas recopilaron datos
demográficos, de salud y dietéticos de mil 101 individuos de entre 18 y 65 años
con y sin trastornos psiquiátricos.
Un
estudio de estos registros mostró que, entre las personas que habían sido
hospitalizadas por manía, aquellos que comieron carne curada antes de la
hospitalización tenían un riesgo 3,5 veces mayor que el grupo de personas sin
un trastorno psiquiátrico. Las carnes curadas no se asociaron con un
diagnóstico de trastorno esquizoafectivo, trastorno bipolar en personas no
hospitalizadas por manía o en trastorno depresivo mayor.
“Analizamos
varias exposiciones dietéticas diferentes y la carne curada realmente destacó.
No era solo que las personas con manía tuvieran una dieta anormal”, menciona
Yolken. Los nitratos se han utilizado durante mucho tiempo como conservantes en
productos cárnicos curados y se han relacionado previamente con algunos
cánceres y enfermedades neurodegenerativas, por lo que Yolken sospechó que
también podrían explicar el vínculo con estados de ánimo como la manía.
ESTUDIO EN RATONES
Para
profundizar más en la posible asociación entre los nitratos y el síndrome
maníaco, Yolken colaboró con investigadores que estudiaban el impacto de estas
sustancias en ratas.
Kellie
Tamashiro, profesora asociada de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento, y
la estudiante Seva Khambadkone, ambas de Johns Hopkins, junto con otras
investigadoras, dividieron a ratas sanas en dos grupos: uno recibió alimento
normal para ratas y el otro además una pieza de carne seca preparada con
nitrato. En dos semanas, las ratas que recibieron el cebo mostraron patrones de
sueño irregulares e hiperactividad.
Luego,
el equipo trabajó con una compañía de carne seca de Baltimore para crear una
carne seca especial sin nitrato. Repitieron el experimento, esta vez dando a
algunas ratas cecina preparada con nitrato, y otras, la formulación sin
nitrato. Los animales que comieron la carne libre de nitratos se comportaron de
manera similar a un grupo de control, mientras que los animales que los
consumieron nuevamente mostraron alteraciones del sueño e hiperactividad
similares a las observadas en pacientes con manía: aumento de la actividad
durante el sueño.
Los
resultados se replicaron luego con un pienso para ratas especialmente formulado
que tenía nitrato añadido directamente al pienso, o directamente sin nitrato.
“Además,
intentamos asegurarnos de que la cantidad de nitrato utilizada en el
experimento estuviera en el rango de lo que las personas podrían comer
razonablemente”, añade Yolken.
Cuando
el grupo analizó las bacterias intestinales de los diferentes grupos de ratas,
descubrieron que los animales con nitrato en su dieta tenían diferentes
patrones de bacterias que las otras ratas. Además, los animales tenían
diferencias en varias rutas moleculares en el cerebro que han estado implicadas
previamente en el trastorno bipolar.
Si
bien el equipo también advierte que es demasiado pronto para tomar extrapolar
cualquier mensaje clínico de los resultados, y reconoce que es “poco probable”
que el consumo ocasional de carne curada provoque un episodio maníaco en la
mayoría de la población, Yolken señala que los hallazgos se suman a la evidencia
de los múltiples factores que contribuyen al síndrome maníaco y al trastorno
bipolar.