Monjas denuncian abusos sexuales de sacerdotes en Chile
Jueves 26 de Julio de 2018 12:07 pm
+ -"Muchas veces vi a las hermanas desnudas en la habitación, mientras él las revisaba", dijo una de las denunciantes.
Un grupo de ex monjas de Chile denunció que fueron víctimas
de abusos sexuales por parte de algunos curas durante su estadía en la
Congregación de las Hermanas del Buen Samaritano, ubicada en Molina, región de
Maule, a 210 kilómetros al sur de Santiago.
"El sacerdote siempre estuvo abusando de las hermanas,
sexualmente", dijo la exreligiosa Celia Saldivia, quien no especificó el
nombre del cura, según recoge el informe especial "El fin del silencio:
'No somos esclavas, somos mujeres'", del canal 24 Horas.
"Muchas veces vi a las hermanas desnudas en la
habitación, mientras él las revisaba", añadió Saldivia.
La ex monja lo encaró en una oportunidad y le preguntó por
qué hacía eso, y él le respondió: "Es que yo nunca he visto a una mujer
desnuda y quiero verla. ¿Por qué? ¿Qué tiene?".
Eliana Macías, otra de las ex monjas, confesó que fue
violentada sexualmente por un sacerdote, cuyo nombre tampoco reveló. "La
primera vez que me vio, en Molina (...) se me queda mirando y me dice 'esos
senos están muy abajo' y me pescó así para arriba", dijo.
A eso añadió que el cura "entraba a las
habitaciones", y precisó: "Entonces justo llegó a mi cama y me
levantó la ropa y dijo: 'Hace mucho frío aquí'. Yo me levanté y dije: ¿quién
está aquí?".
En el reportaje también se recoge el testimonio de Yolanda
Tondreaux, quien reveló que los abusos comenzaron apenas se puso los hábitos:
"[Un cura] me abrazó, me acercó a su pecho, ¡a su pecho!, y después
comenzó a darme besitos" que llegaron hasta los labios. Indicó que se zafó
del sacerdote "porque me di cuenta, me dio asco".
ABUSOS DE LA SUPERIORA
Las religiosas dicen haber denunciado los hechos a su
superiora, Patricia Ibarra, pero no tuvieron la respuesta que esperaban.
Tondreaux dijo que fue tratada de "mentirosa" por
parte de Ibarra, quien además le ordenó confesarse con el cura que al que había
denunciado.
Consuelo Gómez, otra de las exreligiosas, dijo que Ibarra la
trató "como si fuera una terrorista y me quitó todo" y luego tuvo que
transformarse "en la sirvienta de ellas, por haber denunciado el
abuso".