Descubren brasero con representaciones de Tláloc en Exhacienda de Xico
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Domingo 12 de Agosto de 2018 7:03 pm
+ -Expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron un brasero con representaciones del Dios de la Lluvia que data del año 650 d.C
Un grupo de expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia
(INAH) descubrieron un brasero con representaciones del Dios de la Lluvia,
Tláloc, en la exhacienda de Xico en el municipio de Valle de Chalco, Estado de
México.
La pieza, que se calcula data del año 650 d.C, al igual que el registro
de arquitectura vinculada a un grupo de élite venido de la gran metrópoli,
refiere que Xico fue un centro urbano con un complejo sistema político
administrativo.
En un comunicado, el INAH recordó que las tareas de salvamento
arqueológico que lleva a cabo desde 2015 en ese lugar, revelan que mientras los
grupos locales tenían sus casas y talleres de trabajo en la ribera, los
espacios de habitación y estructuras de orden religioso de la élite se
encontraban en un promontorio sobre el que siglos más tarde se desplantó el casco
de la hacienda de Iñigo Noriega.
El arqueólogo responsable del proyecto, Gustavo Rangel Álvarez, explicó
que el sector frente a la casona es donde se ha identificado la presencia de
grupos de élite que controlaban a aquellos asentados al norte, en las inmediaciones
del lago.
Ahí se localiza un área habitacional de tipo doméstico donde grupos de
un estrato menor enterraban a sus muertos de una forma sencilla al interior o
exterior de las viviendas, y sostenían a esa minoría mediante la obtención de
recursos lacustres que eran tanto para consumo interno como foráneo”, apuntó.
Al frente de la excavación que da a la fachada de la ex hacienda, el
arqueólogo Ulises Ortiz Hernández, indicó que a lo largo de esa unidad se han
registrado una serie de entierros-ofrenda de distintas temporalidades como un
incensario.
Explicó que a ese tipo de piezas se les denomina braseros tipo teatro y
están integrados por la base bicónica, la campana, la chimenea, un personaje
central (que podría ser el retrato del individuo fallecido) y un marco con representaciones
que flanquean al mismo.
La pieza descubierta mide aproximadamente 50X40 centímetros, presenta al
personaje central custodiado por un par de representaciones de Tláloc, deidad
de la lluvia, que luce sus características anteojeras y sostiene su cetro en
forma de rayo.
Esta escena está enmarcada por una serie de aplicaciones al pastillaje
que componen una iconografía alusiva a la fertilidad, elementos que tras su
restauración arrojarán datos importantes del contexto funerario al que estaría asociada.
El incensario fue depositado para clausurar de manera simbólica una
estructura, posiblemente cuando una generación del grupo dirigente, vinculado a
Teotihuacán, concluyó un ciclo. Esto, indica el arqueólogo, debió acaecer en la
transición de las fases Metepec y Coyotlatelco, alrededor de 650 d.C., lapso en
que justamente se dio la caída de la gran urbe del Altiplano.
Al brasero tipo teatro estaban asociados un par de cráneos de infantes
de entre uno y dos años de edad al momento de morir, uno de ellos fue cremado
al interior de los cajetes bicónicos, mientras que el otro fue depositado al
exterior del incensario.