Descubren posibles sacrificios humanos de hace 3 mil años
EL UNIVERSAL
Miércoles 22 de Agosto de 2018 9:39 am
+ -Con pequeños robots todo-terreno descubrieron entierros de la época Chavín, milenarias escenas funerarias intactas de los mismos hombres que construyeron el templo, algo de lo que no existía registro.
CIUDAD DE MÉXICO.- El uso de la alta
tecnología, con pequeños robots todo-terreno, ha permitido sacar a la luz
posibles sacrificios humanos de hasta 3 mil años de antigüedad en el templo de
Chavín de Huántar, en Perú, el primer gran centro religioso y de peregrinación
en la historia de Suramérica.
Los Chavín Rover, como fueron bautizados por
el equipo de arqueólogos que los usó en una de las ruinas más antiguas de Perú,
se adentraron por angostos conductos que comunican las galerías del complejo,
que aún permanecen en gran parte ocultas, hasta llegar al hallazgo más
importante de este sitio en los últimos 50 años.
Estos vehículos de tracción en las cuatro
ruedas dirigidos por control remoto y equipados con cámaras y sistemas de
iluminación llevaron a descubrir por primera vez entierros de la propia época
Chavín, milenarias escenas funerarias intactas de los mismos hombres que
construyeron el templo, algo de lo que no existía registro.
“Lo interesante es que no son gente de alto
rango. Son gente probablemente sacrificada, pero eso está por ver con estudios
posteriores”, explicó el arqueólogo estadounidense John Rick, encargado desde
hace casi 25 años de las excavaciones, que financian el Ministerio de Cultura
de Perú, la Universidad de Stanford (Estados Unidos) y la minera Antamina.
Al arqueólogo estadounidense le llamó
poderosamente la atención la posición de los cuerpos, sepultados boca abajo con
un cúmulo de piedras, lo que considera como un contexto “no muy honorable”.
“Así resolvemos en parte el gran misterio de
dónde enterraban en Chavín a sus muertos. No creo que fuera una costumbre
hacerlo en las galerías pero de vez en cuando lo hicieron”, apuntó Rick, quien
lleva dos meses sin prácticamente salir de las ruinas, enclavadas en un remoto
valle de los Andes a 3.100 metros sobre el nivel del mar.
El especialista está convencido de que puede
encontrar al menos otros tres entierros más, pues tiene ubicadas sendas
galerías similares a estas, situadas entre el costado izquierdo del templo
mayor y la plaza redonda del complejo, declarado patrimonio cultural de la
humanidad en 1985 por la Unesco.