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Un globo de cantoya, posible causante del desastre en el Museo Nacional de Brasil



FOTO INTERNET

Lunes 03 de Septiembre de 2018 4:00 pm

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Unas horas después de que el incendio acabara, comienzan a surgir las teorías.

Inmediatamente después de que se diera a conocer la terrible noticia de que un incendio había dejado en ruinas el Museo Nacional de Brasil, surgieron las preguntas: ¿qué provocó el incendio?

Desde el momento en que se comenzó a hablar sobre lo sucedido trascendieron testimonios de trabajadores del reciento que aseguraron que desde hace un tiempo, el museo se encontraba en una especie de abandono económico por parte del gobierno y que a causa de ellos, el deterioro comenzaba a verse en el edificio.

Esto se convirtió en los primeros apuntes sobre la posible causa y para este momento, los medios locales han replicado dos teorías dadas por el ministro de Cultura sobre las posibles causas del desastre.

La primera teoría tiene qué ver con el supuesto estado del museo a falta de mantenimiento pues apunta a un posible cortocircuito que podría haberse generado en el laboratorio audiovisual del museo.

“Parece que el fuego comenzó por encima, en lo alto, y fue bajando”, dice Leitão, en Radio Eldorado, una estación del diario brasileño Estadao.

La segunda apunta a la caída de un pequeño globo aerostático, conocidos como baloes, similares a los que en México llamamos “globos de cantoya”.

En Brasil, son fabricados artesanalmente y se acostumbra prenderlos durante las fiestas juninas, una celebración tradicional que se realiza a mitad de año en algunas ciudades del país.

Los baloes, se elevan al calentarse el aire de su interior por una pequeña llama, y lucen casi exactamente a un globo aerostático, sólo que son más pequeños.

Los incendios causados por estos globos no son raros en Brasil.

De hecho, en julio de este año un pabellón de Riocentro (uno de los más importantes centros de exposición de la ciudad Río de Janeiro) fue consumido por las llamas en un evento que incluía estos artefactos.

Algo similar pasó en el Velódromo Olímpico de Río, en 2017.

AGENCIA



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