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Sullenberger: Se trata de hacer lo correcto



FOTO Sandra Patricia SEVILLA TRUJILLO

Viernes 07 de Septiembre de 2018 3:48 pm

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Toda la vida me preparé para ser el mejor piloto, señala

CIUDAD DE MÉXICO.- Chesley Sullenberger, experto en seguridad e investigador de accidentes, compartió con los becarios asistentes al evento México Siglo XXI, sobre cómo vivió y resolvió el percance aéreo que sufrió el 15 de enero de 2009, en el río Hudson de Nueva York.

“Se trata de hacer lo correcto, no de quién tiene la razón”, enfatizó ante un Auditorio Nacional atiborrado de estudiantes sedientos de aprender de las vivencias de los expertos.

Señaló que “tenemos que seguir creciendo, reinventarnos. Tenemos que saber cómo innovar”.

En ese sentido, compartió que sus padres “eran personas comunes y corrientes, que se anticiparon a los hechos. Haciendo su trabajo, ellos salvaron el mundo”, porque innovaron algo sin saber, pero fue por su esfuerzo diario.

“Creo que como ciudadanos debemos de ver unos por otros. Hay cosas que nos debemos unos a los otros”, indicó.

Señaló que los hombres de ciencia siempre lo han inspirado. “A mí me dicen que soy un héroe, pero a mí me inspira la ciencia y mi héroe es Neil Armstrong”, por ser la primera persona en pisar la luna.

Sullenberger dijo que “el verdadero liderazgo es el ejemplo que puede dar uno. El liderazgo debe fundarse en valores, debe crear un entorno, una cultura, donde se puede crear lo mejor. Los valores centrales te ayudan a prevenir a cometer errores que dañan a los demás”.

Sobre el accidente del Airbus 320, con el número de vuelo 1549 de US Airways, dijo que “el vuelo fue totalmente rutinario, pero repentinamente se convirtió en un desafío”.

En ese sentido, abundó que “no me causó problema, porque hice tres cosas que hicieron la diferencia: calmar la mente, tener profunda comprensión de mi máquina; qué hacer, y por último, escoger qué hacer e ignorar todo lo demás”.

Relató que “tenía tres áreas para aterrizar: una eran las pistas, pero no era posible; las otras estaban en la zona poblada de Nueva York, pero tampoco era posible. Lo único era el río, pero tenía que sacrificar algo, así que elegí sacrificar el avión.

“En pocos segundos elegí las mejores medidas, tenía que ser eficaz. Alinee la nave hacia el río”, dijo.

Después de eso “escogí mis palabras antes de decir la decisión a los pasajeros: ‘este es el capitán, prepárense para el impacto. Prepárense, cabezas hacia abajo’.

“Al inicio había un gran silencio. Poco antes de aterrizar, los pasajeros miraron por las ventanillas y tomaron sus teléfonos y llamaron a sus cercanos”.

Enfatizó que “como responsable del vuelo, me aseguré de cumplir con mis obligaciones profesionales, ello significó ver que no se quedará nadie dentro del avión después de aterrizar sobre el río”.

Por dicha maniobra, Sullenberger fue reconocido por el entonces presidente George W. Bush, quien lo llamó a para agradecerle salvar la vida de los 155 pasajeros, y el presidente electo, Barack Obama.

Respecto a los milagros, dijo que no creo en ellos, “creo en el trabajo profundo de la gente”.

Por ello mencionó que “toda la vida me preparé para ser el mejor piloto, para conocer cada pieza de mi equipo. En ese momento pensé en cómo volar esa nave de manera correcta junto con mi tripulación, pero me sentí confiado en que podría resolver la situación”.

Asimismo, aseguró que “nunca pensé que esos 208 segundo van a juzgar toda mi vida”.

Sandra Patricia SEVILLA TRUJILLO



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