Alfonso Cuarón, el triunfo de un soñador
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Sábado 08 de Septiembre de 2018 5:50 pm
+ -El cineasta mexicano se alzó con el máximo galardón en en la 75° edición del Festival de Cine de Venecia con su cinta 'Roma'
“Quería regresar a México para hacer la película que he soñado”. Así de
rotundo se mostró Alfonso Cuarón cuando finalizó el rodaje de Roma, que le dio
hoy el León de Oro de Venecia, concedido por el jurado que presidió su amigo
Guillermo del Toro.
Un premio que reconoce el proyecto más personal de Cuarón y uno de los
que más quebraderos de cabeza le ha dado porque además de lo complejo de un
rodaje en el que tuvo que recrear cada milímetro de los recuerdos de su infancia,
el hecho de ser producido por Netflix le alejó de la posibilidad de competir en
Cannes.
Su decepción se ha transformado ahora en alegría por el aplauso unánime
conseguido en Venecia de la crítica y del público a una película arriesgada que
resume todas las claves de su filmografía.
Con sólo ocho largometrajes en su haber, el cineasta mexicano y sus
amigos Alejandro González Iñárritu y Guillermo del Toro, son los representantes
de una cinematografía que en los últimos años ha arrasado en premios.
Los tres han construido sus carreras alternando proyectos más pequeños,
rodados normalmente en español, con grandes producciones estadounidenses.
Con una de esas grandes historias, Cuarón fue el primero de los tres en
conseguir el Oscar a la mejor dirección, por "Gravity", en 2014.
Luego fue el turno de González Iñárritu, que triunfó con "Birdman" (2015)
y "The Revenant" (2016) y cerró el éxito mexicano Guillermo del Toro,
triunfador del año pasado con "The Shape of Water".
En Venecia fue Del Toro el año pasado el primero en alzarse con el León
de Oro y este año, como presidente del jurado, ha entregado el premio a su
amigo Cuarón, con quien se fundió en un abrazo en el escenario del Palazzo del
Cinema.
Una fuerte relación triangular sin la que no se puede entender la
trayectoria de estos tres cineastas, tan potentes visualmente como diferentes
en su concepto del cine.
Si Del Toro escogió la senda de la fantasía y los monstruos, González
Iñárritu se decantó por las historias profundas y las reflexiones
existencialistas y Cuarón por la heterogeneidad en unos proyectos con los que
ha demostrado que se atreve con cualquier estilo, muchas veces empujado por
problemas económicos.
Aunque en algún momento ha necesitado el empuje de sus amigos, como
cuando Del Toro le tildó de arrogante por no atreverse a dirigir un Harry
Potter.
El resultado fue "Harry Potter and the Prisoner of Azkaban"
(2004), la película más oscura de la saga del joven mago y la que más
libertades se tomó respecto a las novelas de J.K.Rowling.
Una película muy comercial que le llegó tras el éxito de "Y tu mamá
también" (2001), la historia protagonizada por Maribel Verdú, Gael García
Bernal y Diego Luna que dio el respaldo definitivo a Cuarón.
Su debut en el largometraje fue con "Solo con tu pareja"
(1992), una comedia por la que ganó el premio a mejor guion de los Ariel
mexicanos y con la que Sydney Pollack se fijó en él y le abrió las puertas del
cine estadounidense.
Con su siguiente trabajo, "A Little Princess" (1995) ya dio el
salto a Hollywood, un lugar que ha definido como una "fábrica de
juguetes" en la que "puedes vivir sin rodar ni una sola película,
desarrollando proyectos que luego no se realizan".
Demostró su maestría en la mezcla de géneros, pero dio un paso atrás con
"Great Expectations" (1998), una fallida adaptación de la novela de
Dickens y un título que hasta él prefiere olvidar.
Cuarón volvió entonces a su México natal para rodar "Y tu mamá
también" (2001), con la que ganó el premio a mejor guion en Venecia, donde
sus protagonistas masculinos consiguieron además el Marcello Mastroianni a
mejor intérprete joven.
Una película que obtuvo una gran repercusión con su historia cruda y
tierna al mismo tiempo y el tono de quien conoce muy bien el espacio en el que
rueda.
Tras Harry Potter se decidió por un proyecto más personal, aunque dentro
del mundo hollywoodiense, "Children of Men" (2006), un drama sobre un
mundo distópico que fue muy alabado por la crítica y con el que consiguió tres
nominaciones al Oscar.
Y no un Oscar, sino siete, fueron los conseguidos por su siguiente
trabajo, "Gravity" (2013), aunque se le escapara el de mejor película
para una historia que escribió junto a su hijo Jonás y en la que consiguió un
ambiente intimista en medio del espacio.
Después anunció su regreso a México para trabajar y se esperaba una
película personal, pero probablemente no tanto como "Roma", un
retrato sentimental de su infancia que le ha llevado a recorrer las casas de
sus familiares para recuperar los muebles que habitaron su hogar de Ciudad de
México.
Un cine delicado y preciosista para quien se considera "un
obrero" del cine, quien reconoció el año pasado en Cannes que durante
muchos años estuvo ligado a esa industria más por necesidad que por vocación.